Pese a ello Marchena ha perdido 404 habitantes en los últimos seis años según datos del Instituto Nacional de Estadística, unos datos elocuentes a pesar de la llegada de inmigración, principalmente procedente de Marruecos y Rumanía. Según éstos datos en 2012 Marchena tenia 19.984 y en el 2018 19.580.
Alberto Romero, de Osuna y Pepe Calvo de Marchena son dos rostros recientes y visibles de la despoblación que sufren nuestros pueblos. Romero afirma que el mal servicio de los trenes media distancia por nuestra comarca le influyó decisivamente para dejar de vivir en Osuna e irse a Sevilla mientras que Pepe Calvo se ha mudado a Sevilla por la falta de servicios.
Desde este septiembre Pepe Calvo se han mudado a Sevilla, él su mujer, sus padres y sus dos hijos. Su hijo pequeño, sufre de parálisis cerebral y no disponía en Marchena de recursos especializados, que sí ha encontrado en Sevilla y acaba de empezar el curso escolar.
«Hay una despoblación general en los pueblos de España y Marchena tiene el inconveniente de que no está a pié de autovía como Arahal. Marchena tenía la ventaja del tren», que ahora no está tan claro. «Es un despropósito que eliminen trenes aunque en nuestro caso es por incompatibilidad con el tren y el bus es algo mejor pero tarda hora y media. Marchena no está bien comunicado con nada, prácticamente está aislado» explica Pepe Calvo.
A esto se une la crisis económica general que afecta a todos los negocios, también el suyo, una perfumería regentada por su familia desde hace tres generaciones, que seguirá abierta. A esto se une el envejecimiento de la población, «lo más jóvenes se van a las ciudades por falta de trabajo y ocio y los que vienen de descanso, no consumen aquí, compran en las grandes ciudades».
«MARCHENA ERA UN PUEBLO PUNTERO EN LA COMARCA Y AHORA NO LO ES»
«Marchena que en los años noventa era un pueblo puntero de la comarca, ahora mismo no se puede comparar con Arahal -por ejemplo- porque salimos perdiendo. Si yo me voy a Sevilla, tengo la ventaja de que no hay listas de espera tan grande en el ambulatorio, y el IBI de Sevilla es más barato que Marchena, que no puedo entender porqué es tan caro el de Marchena y sé de lo que hablo».
«En La Puebla se paga la mitad de IBI que en Marchena» explica Calvo. «Una licencia de obra mayor tarda un año, o año y medio o una licencia de primera ocupación para un negocio en plena crisis, dos años de espera en Marchena. En La Puebla tardan un mes en darte licencia de obra menor y no pagas hasta que no te la conceden, no como aquí que primero hay que pagarla y luego habrá que ver si te la conceden o no. Marchena está bloqueada por muchos motivos».
Para que Marchena sea más atractivo para vivir en su opinión habría que «bajar impuestos, agilizar trámites y ofrecer más servicios» entre otras medidas.
ALBERTO ROMERO, DE OSUNA A DOS HERMANAS POR FALTA DE TRENES
Alberto Romero García, 37 años profesor de Universidad en Sevilla vendió su casa en Osuna y se compró una en Dos Hermanas cuando a finales del año pasado los trenes de media distancia comenzaron a averiarse de forma masiva, y él ya no podía tener seguridad de que llegaría puntual a su trabajo en Sevilla. Así que ha comprado una casa en Dos Hermanas y se ha mudado con su familia, mujer e hija.
«Influyeron otros motivos, pero uno de los motivos principales fue el tren. Hasta hace un año yo cogía mi tren en Osuna, me bajaba en Virgen del Rocío y me iba andando a dar clases a Reina Mercedes y luego me volvía a Osuna».
Pero entonces los trenes comenzaron a averiarse contínuamente por el cambio de unidades. «Yo sabía que iban a quitar trenes, que la línea de Granada la iban a desactivar, que es justo lo que han hecho. Viendo esos problemas y la situación de los trenes, que se estropeaban, me hizo plantearme vender mi casa de Osuna y comprar en Dos Hermanas».
«Yo tengo tenía mi familia en Osuna y una casa a medio terminar y viendo la falta de servicios me planteé irme, aparte por otras razones. En Dos Hermanas estoy más cerca de Sevilla, tengo más oferta cultural, Osuna tiene unas ventajas pero Sevilla tiene otras».
