La fiesta de la Candelaria pondrá fin al tricentenario de la Virgen del Rosario hoy y mañana
José Antonio Suárez López
Este año, la Candelaria promete ser especial, en Marchena con el ecendido de las candelas en la Plaza de San Sebastián a las 20 horas y posterior procesión desde San Sebastián, hasta Santo Domingo.
El día 3 de Febrero se celebrará solemne Rosario vespertino por la calles de Marchena a las 19:00h, y procesión por las calles y al termino del mismo tendrá lugar la eucaristía con motivo de la clausura del III Centenario del voto de la villa a Nuestra Señora del Santísimo Rosario.
La fiesta de la luz o de la Candelaría se celebraba habitualmente en la iglesia de Santo Domingo, en honor a la Virgen del Rosario pero este año se trasladará a la Plaza de San Sebastián donde se encenderá la candela y los cirios.
Como viene siendo tradicional, tendrá lugar la Fiesta de las Candelas y la presentación de los niños recién nacidos a la Santísima Virgen del Rosario. También habrá otra misa en San Miguel presidda por P. D. Daniel Mariño Barragán, concluyendo con la Solemne Veneración a Ntra. Sra de los Remedios.
En muchos pueblos se conserva la tradición de entregar a la Virgen una tarta y dos pichones por La Candelaria. En Marchena se le hacia como ofrenda a la Virgen del Rosario y luego la hermandad los rifaba.
Desde San Sebastián habrá una procesión con niños portando una imagen de la Virgen del Rosario, culminando en una misa en Santo Domingo. Además, se realizará un rosario por las calles el 3 de febrero, a las siete de la tarde seguido de una misa final en la que se entregará a la patrona de Marchena el título de Asistente Perpetua a la Virgen del Rosario concedido por el Ayuntamiento de Marchena.
En el siglo XVIII el asistente de Marchena era una figura similar a la del Alcalde teniendo nuestro pueblo la prerrogativa de denominar a dicho cargo asistente, junto con Santiago de Compostela y Sevila, tal y como aparece en la definición del Diccionario de la lengua.
En esta fiesta los fieles rodean la candela y el sacerdote bendice el fuego y a los asistentes con la siguiente frase: «Nuestro señor llega con poder para iluminar los ojos de sus fieles» en donde queda claro el simbolismo de la fiesta identificando el periodo del año en que los días empiezan a ser más largos y hay más luz con la llegada de Jesús a la vida pública con su presentación en el templo cuarenta días después de Navidad. Al final de la misa los recién nacidos se presentan ante la Virgen.