La Fundación Secretariado Gitano reivindica la venta ambulante y los mercadillos en la vuelta a la normalidad
José Antonio Suárez López
La crisis del Covid-19 ha tenido un terrible efecto en las personas dedicadas a la venta ambulante al cerrarse los mercadillos y empezar a retomarse ahora de manera desigual.
Por ello, la Fundación Secretariado Gitano que preside el marchenero Juan Reyes ha lanzado hoy la iniciativa #YoSoyDelMercadillo para sensibilizar sobre la importancia de la venta ambulante como sustento de muchas familias, también gitanas. Con #YoSoyDelMercadillo quiere animar a volver comprar en los mercadillos, apoyar a todos los vendedores y visibilizar su importancia en el comercio local.
Esta iniciativa se difundirá en Redes Sociales con el hashtag #YoSoyDelMercadillo para hacer un llamamiento que anime a comprar de nuevo en ellos. Busca la colaboración de famosos y público en general, que pueden participar compartiendo un vídeo-selfie que arranque con la frase: “Yo soy del mercadillo porque…” y donde se digan algunos de los motivos que les llevan a comprar en los mercadillos o a apoyarlos (o mediante fotografías y textos que recojan el mensaje). En definitiva, generar una corriente de apoyo que impulse de nuevo la compra en los mercadillos con la confianza de que se mantienen en espacios al aire libre y con las medidas de seguridad pertinentes.
La venta ambulante ha demostrado ser una actividad económica rentable y sostenible, que contribuye al desarrollo económico de las ciudades y los pueblos pero que, en estos momentos, ha sido también uno de los sectores más duramente golpeados. La venta ambulante supone el 8% del comercio minorista de España, con más de 3.500 mercadillos en todo el ámbito estatal y alrededor de 40.000 titulares de puestos censados. Genera un volumen de actividad de 2.100 millones de euros, el 62% en régimen de autónomos y el 35% en régimen de cooperativa. Además, supone el principal nicho de empleo de la población gitana; una población en la que el trabajo autónomo representa el 47% de la población ocupada (unas 30.504 personas), en su mayoría dentro de la venta ambulante.
La venta ambulante se encuentra inmersa desde hace años en un progresivo proceso de precarización y destrucción de empleo que está acabando con el medio de vida de muchas familias. En este marco, la declaración del estado de alarma y la emergencia sanitaria por el Covid-19 ha traído consigo consecuencias desastrosas para todo el sector, asestando un golpe tremendo a la ya precaria economía de muchas familias gitanas. Por todo ello, se hace imprescindible que la venta ambulante esté presente en los planes de reconstrucción tras la pandemia del Covid-19.