El anciano, desorientado tras sufrir una caída, se encontraba en una zona que dificultaba la comunicación y su ubicación.
La Guardia Civil recibe, cerca de la media noche del día 2 de noviembre, la llamada de una vecina de la localidad de Herrera en la que informa de que su padre, de 85 años de edad, se encuentra desaparecido desde la pasada tarde. Lo describe como desorientado y posiblemente herido, ya que había sufrido una caída, con un manejo limitado del móvil, lo que dificultaba la localización del mismo y ubicando el suceso en inmediaciones del monte Chirino en localidad de Herrera (Sevilla), encontrándose este punto entre las localidades de Herrera y Puente Genil.
Desde la central de la Guardia Civil se movilizan 4 patrullas en servicio de Sevilla, incorporándose posteriormente al dispositivo de búsqueda un indicativo del Puesto Principal de Puente Genil (Córdoba). También un operador de la Central logra contactar con la víctima, lo convence y le da instrucciones para que desde su teléfono llame al 062 o bien al 112 y de ese modo geolocalizar la llamada.
Tras varios intentos, no se producen avances, porque a pesar de que la persona consigue realizar la llamada, el resultado es que lo situaban dentro de la localidad de Herrera. Tras varias llamadas telefónicas, la imposibilidad de dar con ella debido a las incoherencias sobre su ubicación, se activa el Servicio Aéreo que cuenta con helicópteros dotados de medios de visión nocturna.
El helicóptero se dirige a la localidad de Herrera y tras una primera pasada por la zona, los pilotos de la Guardia Civil determinan que el desaparecido no se encuentra en el lugar que este indicaba y que su localización debía estar entre las localidades de Herrera y Marinaleda, puesto que en una llamada informa que ha visto el helicóptero pero se había alejado de él.
La Central enlaza directamente a la víctima con el piloto y se le van pidiendo informaciones conforme se sobrevuela a baja altura. En un momento determinado, se le pide que encienda la linterna o la pantalla del móvil para intentar captarlo con los medios técnicos del helicóptero.
Finalmente se percibe un pequeño reflejo y en el acercamiento, en el terminal del desaparecido, se escucha el sonido de los motores del aparato. Cuando se ubica al hombre perfectamente en un olivar, se aterriza en un paraje cercano suficientemente despejado y uno de los pilotos se acerca, encontrándolo aparentemente en buen estado, trasladándolo en sus espaldas hasta una carretera situada a unos 300-400 metros, donde esperaban las patrullas a las que se había informado de la ubicación, quienes le llevaron con sus familiares y mientras, desde la Central de la Guardia Civil, se activaban los servicios médicos para el reconocimiento de esta persona en su domicilio.