La Junta colaborará con los ayuntamientos para análisis de Covid-19 en aguas residuales
José Antonio Suárez López
La Red Andaluza de Vigilancia Ambiental busca anticiparse a los rebrotes examinando las muestras de las redes de abastecimiento.
La Red Andaluza de Vigilancia Ambiental de Aguas Residuales puesta en marcha por la Consejería de Salud y Familias, través de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, se basa en un sistema de alerta temprana de detención del virus a través del agua residual de las redes de saneamiento municipales. Se realiza mediante la toma de muestras en puntos de control asociados a las diferentes áreas de salud de las ciudades, en las que se analizan unidades genómicas de SARS-CoV-2 así como otros parámetros adicionales. La puesta en funcionamiento de esta Red ha contado con el visto bueno del Consejo de Gobierno.
Esta iniciativa se incluye en el Plan Andaluz de Vigilancia y Prevención de Brotes Covid-19 y ya cuenta con la participación de las ciudades de Córdoba y Sevilla. La Red aporta información de gran utilidad sobre la circulación del virus, facilitando la detección precoz de casos y la puesta en funcionamiento de medidas de contención si fuesen necesarias. Por ello resulta imprescindible la coordinación, colaboración y cooperación con las entidades locales andaluzas.
Entre las ventajas que aporta esta Red, destaca la focalización de las medidas en áreas más concretas de los municipios, evitando retrocesos innecesarios en otras zonas y la visualización de la distribución en tiempo real por áreas de la ciudad, anticipándose a los resultados de las pruebas en pacientes. De este modo, se reducen las posibilidades de transmisiones comunitarias en un municipio, así como el impacto de medidas restrictivas sobre la población y la optimización de los recursos sanitarios.
Para su funcionamiento, la Red cuenta con un Comité de Seguimiento por cada municipio participante y en el que participan representantes de todas las administraciones implicadas. Dicho comité se encarga de definir los puntos de muestreo, de elaborar un cronograma de seguimiento y de perfilar un informe por cada campaña de muestreo. En total, se llevarán a cabo dos campañas: una en periodo estival y, la segunda, durante el otoño-invierno, época en la que se prevé un aumento de los puntos de muestra y la frecuencia de los análisis con el objetivo de llevar a cabo un seguimiento mucho más intenso ante posibles rebrotes en invierno.
La selección de los puntos de muestreo se lleva a cabo a través de información cartográfica por razón de densidad de población, mortalidad estandarizada, perfil socioeconómico, movilidad e incidencia de casos de Covid-19 en la primera oleada. Los análisis se realizarán en laboratorios acreditados, a elección de los propios ayuntamientos, y los resultados se elevarán a un informe que servirá de base para la toma de medidas si fuera necesario.