Las claves olvidadas de la memoria de Marchena, reviven gracias a un plano de 1600
José Antonio Suárez López
Las palabras son la clave o la llave que abre la puerta de la memoria colectiva. Las palabras que nombraban las calles de Marchena en 1600 tenían una función práctica; un porqué y un para qué. En algunos casos hemos olvidado esa información, pero en otros se conserva en la memoria colectiva.
Pasa con la calle La Mina, que recibe este nombre por ser una conducción de agua,La Almona, -donde había una fábrica de jabón– que ha quedado en la memoria popular como La Mona. El Turquillo, o Turco Viejo para la calle Carreño, Huéscar, o Hueca, -nombre de los primogénitos de la Casa de Alba- nombrada como Cristóbal Colón en el cuarto centenario del descubrimiento de América, S XIX.
Juan Antono Caro Cals es un arquitecto de Dos Hermanas que ha realizado un plano de cómo sería la Marchena de 1600 según los datos históricos publicados en distintos trabajos y los resultados de trabajos arqueológicos mas los datos de los padrones de habitantes más los trabajos de Ramón Ramos que indican los nombres de las calles en 1572 y 1640.
Oliver Tovar, como investigador, ha querido poner en valor, difundir y presentar a los medios el trabajo de Caro Cals, destacando que puede servir como un regalo para una ocasión especial, ya que el mapa viene con un sobre lacrado, donde se explica su génesis, además de una cuidada presentación. Tovar destaca además la amplia bibliografía consultada por el autor, durante meses de trabajo.
Los marcheneros de 1600 iban a comprar carne a la Plaza Vieja, o de Abajo, justo después la calle de la Carnicería Vieja, y justo después, en la actual Plaza de la Constitución, estaba el matadero donde se mataba el ganado y se abastecía de carne a las carnicerías.
Los moriscos vivieron en Marchena como esclavos de los Duques, principalmente construyendo iglesias y reparando la muralla, y se libraron de la expulsión de 1610 y existe constancia de que estuvieron en la Plaza Vieja, que algunos autores piensan pudo ser la morería o barrio morisco, ubicado junto a la muralla y que pudieron dar origen al arrabal de San Miguel.
Desde la Plaza Vieja salía el camino a Sevilla, iniciándose en la Puerta de Sevilla, llamada Arco de la Rosa a partir del XVIII, por la hermandad de la Virgen de la Rosa, cuyo lienzo se ubicaba dentro del arco, pasando por la calle de los Mesones, donde se alojaban los forasteros y saliendo al campo abierto por la calle de la Misericordia donde estaba el hospital del mismo nombre con su iglesia fundada en torno a 1500 por Beatriz Pacheco, viuda de Rodrigo Ponce de León.
Por la Puerta de Osuna se iba a la batalla, por la Calle Nueva o Carreras de Caballos o Carrera de la Puerta Osuna, abierta sobre el viario andalusí en torno a 1492 para dar salida a las tropas con destino al antiguo reino islámico de Granada, siguiendo casi el trazado de la actual A-92, creada como carretera general por presidiarios en el XIX. El camino de Osuna pasa por el barrio de los Jesuítas, por el colegio de San Jerónimo, donde dormían y se alojaban los estudiantes pobres, que recibían sus clases en Santa Isabel, y a partir de ahí estaba la puerta Real, y en el XVIII la Alameda.
Por la Calera Viuda y la calle Molinos Viejo o Molinos de Moniche (hoy Monichi o Molinos) se iba a la Huerta del Duque, pasando por la Puerta Ecija, y a la huerta del convento de Capuchinos donde hubo una barriada que en 1650 derribó el Duque para construir su parque, tras escapar de la rebelión napolitana de Massaniello.
Antes de la A-92 y de la antigua carretera general a Granada los viajeros y mercancías pasaban por el centro de Marchena, hasta el XIX. Por las calles, Escolástica, Bachiller Benjumea, hoy Sevilla, San Pedro Mártir, y Las Torres de la Puerta Osuna.
Este mapa refleja la gran expansión urbana de Marchrena. De 693 vecinos o cabezas de familia en 1492 pasó a 3.569 vecinos en 1588, lo que equivale a alrededor de 16.000 habitantes, convirtiéndose en uno de los más importantes municipios del reino de Sevilla y enclave militar de importancia al servicio de los reyes, a través de los Ponce de León. Buena parte de sus calles y plazas fueron pavimentadas. Se fundaron conventos, colegios y ermitas. Y en la antigua alcazaba islámica se levantó el insigne palacio ducal, residencia de los dueños de la villa.
«Un vecino me sugirió que porqué no vendía los planos que hacía y me pareció buena idea. Tenía un plano de Sevilla del Siglo XIII que fue con el que empecé, luego le metí mano a Écija también en el siglo XIII». Su intención es que sean planos vivos y que se actualicen según las últimas investigaciones.
«Con los planos que más disfruto son los del 1500 0 1600, que me llevan mucho trabajo, dos o tres meses, cada uno, per el resultado es muy interesante porque no existe planimetría de esa época tal y como hoy lo conocemos, que no aparecen hasta el siglo XVIII y XIX, planos ortogonales», expresa Juan Antonio Caro.
Como arquitecto trabaja con programas profesionales como Autocad, a partir un plano actual del catastro y del plano más antiguo conservado, que en Marchena es el de 1826 de Espínola y reconstruye la antigua estructura urbana en los planos a partir de distintas hipótesis.
Es un trabajo al que dedica se tiempo libre desde 2017 y que ha repetido en 63 ciudades españolas que puede verse en planoscartapuebla.com donde está a la venta el plano de Marchena a un precio de 26,70 euros. Su trabajo ha despertado el interés de los historiadores, investigadores, y asociaciones culturales y recreacionistas, Los planos del del XX salen a la venta a 22,7 gastos incluidos, los medievales y modernos a 26,7 euros y los del XIX a 24,7
CALLES CON NOMBRE PROPIO CARGADAS DE HISTORIA
La calle Alcaudete se llamó así, por Luis de Alcaudete y la familia Juárez, que salió de Marchena en 1520 para entrar en la historia como uno de los primeros cirujanos de México. Curiosamente esta calle se rebautizó en el XIX como Padre Marchena, el fraile que ayudó a Colón, que ahora se sabe que nada tiene que ver con Marchena, mas que un apellido, que remite al que usaron algunos judíos expulsados en 1492 cuando decidieron cambiarse de nombre para pasar desapercibidos.
La calle Pernía tiene su propia historia. En una de las batallas entre Ponces y Guzmanes murió en Carmona el famoso Luis de Pernía, leal a los Ponce, Alcaide de Osuna «de una espingardada» famoso por sus muchas victorias contra los moros la frontera y a cambio los Ponce mandados por el Alcaide de Arcos, Pedro de Vera tomó por sorpresa Medina Sidonia en venganza.
La calle Huéscar (Hueca) aparece con este nombre en el callejero de 1640, en referencia a un municipio granadino clave en la conquista de Granada, que hoy da nombre al primogénito de la Casa Ducal de Alba. Isabel Ponce de León Láncaster Hija del Duque Manuel Ponce de León fue Duquesa de Huéscar y Duquesa de Alba al casarse en 1716 con Antonio Martín Álvarez de Toledo, IX duque de Alba. Todo esto aparece reflejado en el mapa de 1600 elaborado por Juan Antonio Caro.