La extraña muerte por el beso de Dios, está descrita por distintos estudiosos y santos tanto cristianos como judíos, cabalistas y musulmanes sufíes. El 22 de septiembre de 2017 se cumplieron 400 años de la extraña muerte de Sor María de la Antigua cuya tumba está en el convento de Santa María de Marchena.
Según «Desengaño de Religiosos» murió de éxtasis con un calor «tan extraordinario» que no bastaba a templar el cuerpo «la mucha agua que sobre el cuerpo echaban las religiosas y que notaron todos los que estaban en el convento».
Esta forma de morir fue descrita por San Francisco de Sales «No solo el amor hiere el alma sino que la traspasa dando un golpe derechamente en medio del corazón tan fuerte que la arroja del cuerpo. No pudiendo llevar su cuerpo tras de sí lo deja y se separa volando sola el alma como una bella paloma al seno delicioso de su celestial esposo».
Cuenta el Deuteronomio que al morir Moisés en el Monte Nebo, el Angel de la Muerte enviado por Dios no pudo arrebatarle el alma por lo que tuvo que venir el mismo Dios a llevarse su alma pero antes de llevarse su alma le dio un beso, el beso de la muerte. «A modo de compasión a estas almas que son tan elevadas» explica el Licenciado en Historia y hebreo sefardí y sufí, estudioso de las tres religiones Joel Benhabib.
También lo describe el libro «Meditación y Cábala» del cabalista Aryeh Kaplan quien añade que este tipo de muerte mística por «El beso de Dios» solo lo logran «aquellos que son de un nivel de purificación muy grande», y los llama santos.
Tal y como lo explica el propio Maimónides en referencia al «Camino del Amor» este camino se empieza cuando se unen la meditación del intelecto con la de las emociones en el mismo objetivo de la búsqueda del Amado. Al meditar en torno al Camino del Amor, el místico siente un fuego, una pasión en la que los pensamientos y emociones están dirigidos al amado (Dios) y esa alma ya solo busca unirse con el amado. En Hebreo esta pasión se llama תשוקה.
«Por eso Sor María de la Antigua expresa en su Romance ese fuego o pasión de unirse con la divinidad» explica Joel Benhabib. Tanto los sufíes como los cabalistas, como los místicos cristianos se expresan a través de la música y la poesía. «En ocasiones es tal ese fuego que no pueden callarlo y por ello es que los místicos se valen de la poesía como medio de expresión de ese fuego divino».
«Esa Pasión puede ser tan grande que en el mundo de la Cabalá refleja historias de personas que han muerto de esta forma. Dicen que incluso su alma puede salir de su cuerpo y esto es lo que se llama en el mundo de la mística la muerte por el beso de Dios» expresa Joel Benhabib. «Puede ser tan alto ese nivel espiritual que el alma quiere liberarse del cuerpo a toda costa provocando la muerte del místico para fundirse con la divinidad».
El texto de Desengaño de Religiosas, la obra mas conocida de la Madre Antigua, supervisada por su confesor Bernardino de Corvera, el día antes de su muerte 21 de septiembre de 1617 hablaba con dos monjas y de repente sintió un golpe fuerte a la altura del pecho.
«Fue tal el movimiento y arrebatamiento que hizo su alma y los efectos visibles que no habló más palabras. El viernes 22 de septiembre a las 4 de la mañana murió en el convento de la Merced de Lora del Río donde había llegado en junio huyendo de la guerra que sufría en el convento de Santa Clara de Marchena.
Médicos y religiosos que la asistieron dijeron que no pudo ser aquel accidente «efecto natural sino sobrenatural». Fray Bernardino Corbera, su confesor, dijo que con ésta forma de morir se cumplía lo que la Madre Antigua deseaba que era «morir de amor».