La necrópolis Antoniana en Gilena, cerca de Osuna es la cueva artificial calcolitica más monumental y mejor conservada de Europa, además es un complemento a la visita de la Colección Museográfica de Gilena ya que posee el ajuar completo en su exposición permanente.
La necrópolis Antoniana de Gilena es uno de los escasos ejemplos de enterramientos en cueva artificial del calcolítico, ya que en esa época lo habitual era el uso de los dólmenes. En el entorno más próximo se han descubierto otros sepulcros semejantes en Lora de Estepa, Pedrera o Alameda. La importancia del yacimiento y su alto valor científico, ha hecho posible la recuperación de un enclave que encontraba en un deplorable estado, y puesta en valor con la correspondiente infraestructura de protección y accesos al conjunto.
Descubierta casualmente en 1985, esta “cueva artificial” se conforma por una cámara central abovedada, cuatro nichos abiertos a esta cámara y un corredor escalonado de entrada. Se trata de una estructura excavada y tallada en el subsuelo con fines sepulcrales.
La Necrópolis fue excavada en 1985, año en el que las piezas fueron llevadas al Museo de la capital hispalense. 30 años después volvieron a Gilena, después de la correspondiente restauración, y pueden contemplarse en la nueva Colección Museografica de Gilena, en un montaje de la denominada «Sala de la Muerte».
Corresponde a un área arqueológica protegida que ocupa un poblado de la Edad del Cobre y su necrópolis, con unos 4.500 años de antigüedad.
Las cabañas y silos son de sección circular, mientras que la necrópolis se encuentra compuesta por tres grandes enterramientos de características monumentales. La de mayor tamaño corresponde a Antoniana I, considerada como la Cueva Artificial de mayor tamaño y mejor conservada de Europa.
Todo su ajuar se encuentra conservado en la Sala de la Muerte de Colección Museográfica de Gilena.
Posee un pasillo de acceso a una gran cámara abovedada denominada pudridero, donde eran colocados los cuerpos de los difuntos antes de convertirse en huesos.
Una vez descompuestos sus huesos eran colocados en los nichos de alrededor, hasta completar el enterramiento y sellar la entrada. El riquísimo ajuar hace referencia al carácter simbólico de las personas allí depositadas, todas ellas en posición fetal.
Son por tanto los primeros testimonios de personas que vivieron de forma permanente en nuestra localidad, con núcleos urbanos calcolíticos en diferentes zonas de Gilena como en Los Corralones (actual Escuela de Educación Infantil y Primaria) y el Manantial de El Ojo.
Una vez recuperado el enclave, puede conocerse mediante visitas concertadas, para lo cual los interesados pueden ponerse en contacto con la Colección Museográfica de Gilena, llamando al teléfono 954 49 23 03.