El experto en vinos Victor Morán desarrollará «El sabor de la Marchena Flamenca», ruta turística que combina arte flamenco, historia local, actuaciones, degustación de vinos de Jerez y aperitivos, disponible desde el 2 de diciembre, limitada a 50 personas, con inscripciones por 20 euros en la Oficina de Turismo de Marchena o por teléfono al 955321010, extensión 7.
Víctor Morán es un apasionado del mundo del vino, especialmente de los vinos de Jerez, aunque no es un profesional en enología. Su interés surgió de influencias familiares y amistades, lo que lo llevó a visitar bodegas y a aficionarse profundamente. Ha estado explorando este ámbito durante más de dieciocho años, destacando la rica cultura y la historia milenaria del vino de Jerez en Andalucía. Además, es formador homologado en vinos de Jerez por el Consejo Regulador de Jerez y de Montilla Moriles, y técnico en enoturismo.
NUEVO DATOS SOBRE HISTORIA DEL VINO EN MARCHENA
Marchena Secreta ha localizado datos inéditos sobre historia del vino en Marchena marcada por conflictos entre el clero y el poder civil. Datos que se incorporan a las rutas de la Marchena Secreta.
En 1645, Fernando García Bueno, un residente de Sevilla, fue el único forastero autorizado a vender vino y gestionar tabernas en Marchena y Paradas, tras adquirir este derecho del Duque de Arcos por 40.000 reales. De enero a abril, sólo se vendía el vino producido localmente, pero una vez agotadas estas reservas, se permitía la venta de vino externo en las tabernas públicas.
El clero jugó un papel crucial en la producción de vino, especialmente porque lo utilizaban para la misa. Sin embargo, con la llegada de los Borbones en el 1700, las leyes se volvieron más restrictivas para la iglesia, que comenzó a perder privilegios, incluyendo el control sobre el vino. Esto llevó a un conflicto notable en 1736, cuando cinco sacerdotes cosecheros de Marchena, en representación de la Iglesia y los productores locales, demandaron al Duque para romper su monopolio en la venta y precio del vino.
Los jesuitas destacaron como principales productores de vino en Marchena durante el siglo XVIII. En la Huerta de San Ignacio, producían lo que se consideraba algunos de los mejores vinos de la región. Estos se vendían en Marchena, Jerez y Granada. Los jesuitas, en contraposición a la mentalidad feudal, expandieron y modernizaron sus cultivos, exportando productos como pan, vino, lana y aceite.
Un incidente particularmente llamativo ocurrió cuando el arrendador de las tabernas de Paradas, Cristóbal Torres, denunció que alguien estaba introduciendo ilegalmente vino de fuera. Cuando el corregidor confrontó a un cura sospechoso, este, en lugar de acatar la orden de arresto, huyó tras amenazar al corregidor con una escopeta. Posteriormente, se encontraron más de 650 litros de vino en su casa.
COSECHEROS DE VINO EN MARCHENA EN 1670
Numerosos pequeños cosecheros de vino aparecen en el aforo de Marchena de 1670 con indicación de nombre, calle donde vivían y cantidad de vino que tenían almacenado y habían consumido expresado en arrobas. Si un cosechero había consumido todo su vino se entendía gastado todo su aforo.
Así encontramos en la Plaza de Abajo, Pza Vieja, a Francisco Ponce Fontanilla en la Calle Cuesta Juan Rodríguez Jerezano y Antonio de Rueda en la calle Sevilla, Sebastián Navarro, en la calle Carreño Pedro Lebron, calle Buendía Diego Jiménez heredero de Diego Calvo, en la calle Verduga y San Miguel Antonio Alcalá Zapatero, en la calle Estudio Francisco López Romero en la calle Conejero isabel Ruiz, viuda de Sebastián Jiménez, en la calle Bachiller Antonio Sánchez Santaella el la calle Boteros de alférez en la calle Cantarerías Viejas, Marcos Conejero y Juan Del Hierro, en la calle Bolaños, hoy Huerta Gavira Lucas de Rueda, Francisco Lucas de Rueda, Catalina Buzón viuda de Francisco de Álvarez y juan Moreno en la calle La Luna, Luis Barrera, en la calle Cochinos Pedro Montero, Francisco Lucas de Rueda y viuda de Francisco de Alvarez,y Juan Moreno.