La ruta del agua desde el Palacio Ducal hasta la fuente de Santa Isabel
José Antonio Suárez López
En el año 1712 se reparó la cañería de la fuente del patio principal del Colegio de Santa Isabel siendo rector de los padres jesuitas Francisco de Ariza.
El rector decidió arreglar conducción de la fuente para no perder «ésta prenda que no la tiene igual Marchena fuera del palacio de su excelencia» según relatan las memorias del convento jesuíta publicadas en el libro «La Compañía de Jesús en el Estado de Acos» de Julián José Lozano.
En esa época tener una fuente de agua potable era un lujo para los grandes edificios, como éste que se dedicaba a uso escolar, y además todos vecinos del barrio de la Puerta Real, como se llamaba entonces la calle Compañía usaban la fuente para abastecerse de agua potable.
Después de hacerse la «escuela de leer» era preciso «que los padres viniesen al jardín por el agua para las escuelas y siendo tanta la distancia era el gasto de jornales corrí disimo por la duración y así que hizo gastar en poner al corriente la tacañeria cuyo beneficio se quedaba en la casa».
El agua de esta fuente no venía de La Mina de la calle del mismo nombre sino del Palacio Ducal, tal y como indica este documento.
Dice textualmente «El conducto es cómo sigue: Al pie de la torrecilla del agua de Palacio empieza, por la esquina que mira a la huerta, y prosigue en derechura hacia nuestra arca. En ella cae junto al repartimiento del agua del jardín. Sigue por el empedrado junto a las tinajas de agua y entra por la alcoba del aposento rectoral (…).
«Había también unas cañerias desde el arca a la pila de las bestias ahora unas tejas sobre el estanquillo otras hacia la cocina por el callejóncillo dónde va a la puerta del campo que iba al aguamanil por medio del patio de la cocina dónde hay un azulejo señal que por allí bajo pasa».
Los padres Jesuitas fueron tan previsores que dejaron escrito el lugar exacto por donde iba la cañería de agua potable «se pone aquí este conducto para si en adelante habiendo maestro que lo sepa hacer».
TODO EL BARRIO SE ABASTECIA DEL AGUA DE LA FUENTE DE SANTA ISABEL
Todo el barrio se alegró del arreglo de la fuente del patio de Santa Isabel. El barrio «tiene costumbre antiquísima de surtirse de esta agua pues sus pozos como son solo de llovizna se secan pronto».
La gente del barrio entraba al patio de Santa Isabel por agua causando ruido y molestias a los frailes hasta que el Padre Provincial Martín García ordenó en 1748 en una visita al colegio que se sacarse «un pilarejo a la calle para la servidumbre de ella y con ello se evitaba el ingreso de las mujeres al patio» cosa que nunca se hizo. Pero se pretendió que fuera hacia el callejón sin salida que aún se llama en el barrio callejuela de los Padres (Jesuitas).
Con esto «beberán en él las bestias y se surtirá el barrio y se quita el concurso de muchachos de la calle que no hay duda que lo ensuciarán en poco tiempo y lo echarán todo a perder».
MARCHENA NO CRECIO POR EL NORTE PORQUE NO HABIA AGUA SUBTERRÁNEA
El documento también explica la razón por la cual Marchena no creció por la zona norte, es decir por la calle Compañía, Alameda y Puerta Ecija y porqué Marchena está donde está.
Al prinicpio se pensó que «por aquí se extendería el lugar y aún hubo muchas más casas después del colegio de las que ahora hay y otras que se han caído después. Más no hallando agua para su servidumbre en los pozos se retiraron a buscarla hacia San Sebastián donde la hay mucha agua».