La última salina del Río Corbones funcionó hasta los años 60
José Antonio Suárez López
Manuel Ramón Sánchez Rodríguez, nacido en Sevilla y criado en Marchena junto a Santa Isabel, es el último testigo de la actividad salinera en el Río Corbones en los años 60.
Su padre, Manuel María Sánchez Conejero fue maestro molinero y trabajó en las salinas propiedad de la familia de Leonardo Ponce, uno de los fundadores de la Industria Aceitunera Marciense junto a Juan Torres Ternero.
La industria aceitunera fue tradicionalmente el principal cliente de las salinas de interior, muy activa hace medio siglo en la Campiña y Sierra Sur, según explica Emiliano Mellado, presidente de la Asociación de Artesanos de la Sal de Andalucía Andasal, que lucha por recuperar la actividad de las salinas interiores.
La última salina de Marchena se ubicó en el Río Corbones, a 300 metros del puente de la carretera de Lantejuela, y se nutría de un pozo ubicado en una isleta del Río Corbones, cuya agua tiene gran contenido salino. De allí el agua con sal se llevaba a unas balsas a través de un motor, donde una vez evaporada el agua, se obtenía y almacenaba la sal.
Según el relato de Sánchez, hoy residente en Torrent, -Valencia-, se trató de una actividad experimental, ya que nunca se llegó a comercializar dicha sal. Unos técnicos de Utrera venían a analizar periódicamente la calidad de la sal, informa Sánchez, que luego se volvía a echar en el Corbones. La actividad no se prolongó más de cinco años, según éste relato. También hubo salinas en Birrete según nos cuentan personas de edad.
Emiliano Mellado gerente de la salinera Valcargado de Utrera, -la única de dicha localidad- no puede constatar estos datos ante la ausencia de documentación de dicho periodo, aunque señala que dicha industria tenía que hacer acopio de sal en los años lluviosos cuando había menor producción de sal, por lo que era frecuente que se extrajera sal de otras zonas de la provincia sevillana.
La actividad salinera de Marchena que fue una constante a lo largo de la historia, debido al valor estatégico de la sal en el pasado para la conservación alimentaria, la mantiene hoy día Francisco Casado que vende salmuera procedente de un pozo salado en El Casrrascal, juto al Corbones en la carretera de Ecija y gestiona una pequeña salina en La Puebla de Cazalla.
Las Salinas de Valcargado de Utrera, son las principales en la provincia de Sevilla. De origen romano fueron compradas en 1490 por Juan Ponce de León, señor de Marchena en su afán por controlar los elementos clave para la economía en la campiña sevillana y en el siglo XX pertencieron a las familias más pudientes como los Escribano o los Cuadra que a su vez controlaban la industria aceitunera local y comarcal. También hubo salinas en Ecija, Lantejuela, Pedrera y Osuna.