La Inmaculada es una de las representaciones marianas mas comunes de Marchena, no solo en iglesias, también en capillas y azulejos callejeros.
La Inmaculada de Coullaut Valera. Sevilla.
El arquitecto Juan Talavera y Heredia elabora en 1917 el proyecto urbanístico, incluyendo la colocación del monumento a la Inmaculada Concepción. A pesar de que el proyecto tuvo la oposición de la Real Academia de Bellas Artes, la propuesta se ejecuta finalmente. El monumento se inauguró el 8 de diciembre de 1918.
La parte arquitectónica del monumento fue realizada por José Espiau y Muñoz, mientras que las esculturas son de Lorenzo Coullaut Valera siguiendo modelos de Murillo.
La iglesia de San Juan tiene otra Inmaculada del mismo autor que es la primera obra que hizo siendo un adolescente hecha en 1896.
La Inmaculada de Puerta Osuna
La Inmaculada de Puerta Osuna esta allí «desde la conquista de Marchena por el rey San Fernando» según explica un escrito del Ayuntamiento con fecha de 1880 en respuesta a un grupo de vecinos que pedían autorización para trasladarla. En concreto Juan Ortiz y otros vecinos de la calle piden autorización al Ayuntamiento para colocar el lienzo que estaba sobre el arco de la desaparecida Puerta de Osuna en calle Carreras, dentro de la torre. La leyenda sitúa en este lugar un momento en el que las tropas marcheneras que iban a la Guerra de Granada se paran a rezar a ésta imagen y una anciana les avisa de que Don Rodrigo Ponce de León les llevaría a la muerte.
La Inmaculada de azulejos del Convento de Santa Maria.
Sobre la puerta de entrada del convento de Santa Maria hay un histórico azulejo de Hernando de Valladares, escuela trianera de 1623, ubicado a la entrada del convento de Santa María de Marchena que es único por dibujar el puerto de Sevilla de su época y estar inspirado en una pintura de Pacheco, el suegro de Velázquez.
El panel de azulejos es una transcripción casi exacta del lienzo de Pacheco que se conserva en el Palacio Arzobispal de Sevilla, fechada por diversos autores entre 1617 y 1620 realizado por el ceramista Hernando de Valladares, trianero que tuvo una relación prolongada con los Ponce de León dibujando los paneles de azulejos de Santo Domingo de Marchena, San Agustín de Sevilla, claustro del santuario de Regla en Chipiona, y probablemente los azulejos del Palacio Ducal de Marchena.
La Inmaculada de Zurbarán en San Juan
La Sacristía de esta parroquia marchenera es un auténtico museo de Zurbarán, ya que en ella encontramos nueve lienzos del pintor extremeño: el Crucificado, San Juan Bautista, San Pedro, San Pablo, Santiago el Mayor, San Juan Evangelista, San Bartolomé, San Andrés, y la Inmaculada, todos ellos fechados entre 1635 y 1637.
La Inmaculada es presentada siguiendo el modelo iconográfico de la Mujer del capítulo 12 del Apocalipsis, mostrándose bajo sus pies la luna con las puntas hacia abajo, como señalaba Francisco Pacheco en su Tratado de la Pintura. Aparece vestida con una túnica de color rojo, símbolo de su humanidad, que deja ver en sus mangas y en el cuello una camisa blanca, y está cubierta por un manto azul, color de la divinidad de la cual María es revestida por su condición de Madre de Dios, salpicado de estrellas doradas.
La Inmaculada de Pedro de Mena
La Inmaculada que Pedro de Mensa hizo para Santa María de Marchena por encargo del Duque de Arcos se considera su última obra y hoy está en la iglesia de San Juan.
En los últimos años de su vida el Duque de Arcos le encarga la gran Inmaculada de dos metros de alto que se conserva en San Juan, para la iglesia de Santa Maria sobre la que se conservan dos cartas manuscritas, una del propio escultor y otra de su viuda después de muerto el maestro. Por lo tanto, la obra realizada para Marchena es su última escultura.
En torno diciembre de 1688 se conservan dos cartas autógrafas del escultor Pedro de Mena y Medrano a Antonio de Fuentes explicando que el estado de su salud le impidió trabajar en la imagen de la Concepción encargada para Marchena y dice que el duque querría verla en Madrid pues por su arte será mucho mejor que la que hizo para la Iglesia de Córdoba; habla también de su situación y cuestión de fondos.
La Inmaculada de Santa Clara
La Inmaculada del convento de Santa Clara es una imagen del XVII que sale en procesión en el Corpus era titular de la congregación de las hijas de la Inmaculada Concepción creada el 2 de noviembre de 1808 y extinguida poco después resurgió con fuerza en 1878 cuando se proclama oficialmente el dogma de la Inmaculada.