Montemolín tuvo una acrópolis con la zona más sagrada en el punto más alto y una trama urbana que fue bajando hacia Vico y que fue testigo del nacimiento de las ciudades en el valle del Guadalquivir, justo cuando el contacto entre los colonos fenicios y las mujeres tartesias se hizo más intenso.
El Arqueólogo Eduardo Ferrer cuando presentó el resultado de las prospecciones geofísicas de 2007 sobre el yacimiento de Montemolín, diez años después de realizarse por el equipo técnico de Alain Kermernant de la universidad de Tours y 30 años después del inicio de las excavaciones.
Los profesores Ferrer Albelda y García Fernández han desarrollado un trabajo sobre prospecciones geofisicas, de seis yacimientos de nuestro término municipal: Montemolín, Vico, Porcún, Cerro Tarazanil , Necrópolis de Montemolín y Las Medianas.
Estas muestras geofísicas más la tomas de muestras de tierras y pólenes de la Universidad de Córdoba han permitido una reconstrucción paleo ambiental de dos épocas concretas del yacimiento, una del siglo VI y otra de las Guerras Púnicas, siglo III. El libro se centra en la génesis del urbanismo en el Bajo Guadalquivir, con especial mención a Montemolín que, conectada a través del Corbones con el Lago Ligustino y el Rio Guadalquivir vivió ese momento de mezcla entre las poblaciones de los primeros colonos fenicios con las mujeres tartésicas que dió lugar al primer mestizaje en suelo andaluz, llamado el periodo orientalizante.
Cerro de Montepalacio con el Corbones al fondo. Victor Martín.
Las prospecciones geofísicas han permitido reconstruir el paisaje en dos épocas. La primera y más antigua, siglo VI indicando un paisaje muy cambiado, con respecto a hoy. «Habia herbazales y zonas de mucho trasiego en las inmediaciones del poblado de personas y ganado propio de una ciudad pequeña. Había también zonas de humedales a modo de lagunas en una zona de cría de ganados, que justificaba el encontrarse tantos huesos y habia zonas de olivares o acebuchales» indica Eduardo Ferrer.
Tras la guerra púnica en el siglo III el paisaje se transformó ganando espacio la dehesa y la vegetación mediterránea tradicional «de cierto parálisis o contracción de habitantes con menos actividad humana».
Además el estudio determina que el nacimiento del urbanismo en el bajo Guadalquivir es un fenómeno «importado de oriente». «La colonización fenicia actúa como detonante se fundan ciudades que antes no existían mediante pactos con los locales en Montemolín. No solo es un fenómeno urbanístico, también económico de intercambio entre colonos y locales» explicó Ferrer ·donde la mujer va a tener un papel bastante importante». Se usan las mismas técnicas constructivas y el mismo diseño de edificios de oriente en un periodo de cien años.
Aparecen entonces en Montemolin artesanos, orfebres, alfareros, albañiles que construyen a la manera fenicia, ganaderos, apareciendo la especialización económica sobre todo en los residentes en la zona más alta o acrópolis de Montemolín. Aparece la siderurgia y los hornos cerámicos, casas y murallas en adobe o tapial.
Las dos arqueólogas que iniciaron el proyecto de excavación en los años 80 y finalizó en el 87, Maria Luisa de la Bandera y Francisca Chaves y su equipo de la Universidad de Sevilla han recibido hoy un homenaje por parte de Acupamar, que organizó el acto de presentación del libro «ciudad y territorio. Origenes del urbanismo en el Bajo Guadalquivir» de los profesores Ferrer Albelda y García Fernández
Con una extensión de 700 hectáreas en una finca privada sin acceso al público, vigilado por seguridad privada y famoso por ser una de las mecas de los expoliadores andaluces Montemolín es uno de los yacimientos más importantes de Andalucía del periodo tartésico. Es uno de los cinco monumentos de Marchena declarados BIC, el único yacimiento arqueológico.
Fundado en época Tartésica, (Bronce Final, 1200, AC, siglo XII-XII a. C.) el auge tiene lugar en el periodo orientalizante, siglo VII a. C. cuando recibe la llegada de colonos fenicios de oriente. Se despuebla la cabeza o zona más alta a finales del siglo III a. C aunque el poblamiento se desplaza a Vico que está justo al lado y luego se vuelve e repoblar en la II Guerra Púnica cuando fue escenario de las batallas entre Roma y Cartago siendo campamento cartaginés desde donde se emitió moneda. El yacimiento de Vico excavado de urgencia en 1985 forma parte del mismo asentamiento que Montemolín manteniendo población hasta el periodo romano republicano.
La cantidad de huesos encontrados en el edificio D estableció claramente que en ese lugar claramente se sacrificaban animales, vacas cabras, ovejas y cerdos con una serie de pautas rituales .
Yacimieno de Montemolín. Victor Martín.
Eduardo Ferrer explicó que a finales del siglo VI desaparecen los poblamientos rurales en todo el Valle del Guadalquivir y se concentra la población, dando lugar a un poblamiento muy denso.
Como curiosidad las prospecciones geofísicas sobre el yacimiento de Porcún cerca de Paradas indican según el profesor Alain Kermernant de la universidad de Tours unas estructuras que aparecen coloreadas y que bien pudieran ser murallas de adobe. «En ese periodo las murallas se construían de adobe porque en la campiña hay poca piedra eso genera una vez incendiado una lectura muy similar» a la que aparece en el resultado del georradar, marcado en la imagen de abajo con los colores verde y morado «incluso nos contó que podría ser hasta la puerta de la muralla» según dijo Ferrer Albelda «indicando que se trata de un yacimiento enormemente importante».