Tras firmar acuerdos de paz con Beatriz Pacheco, Duquesa viuda de D. Rodrigo, en 1492 los moriscos (musulmanes convertidos al cristianismo) de la Sierra de Cádiz se rebelan en 1501 por lo que el Rey y la Casa Ducal deciden repoblar la zona con vecinos cristianos de Marchena y Campiña sevillana.
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Beatriz Pacheco, Duquesa, nombra gobernador de la Serranía a Juan de Ayllón, quien se encargó de recibir a los más de 300 nuevos pobladores de la Sierra procedentes de Marchena y Arcos y otros pueblos y establece normas tomadas del fuero de Arcos y Zahara para atraer población a la sierra. La partición de los hechos se mandó hacer a los partidores Juan de Córdoba y Antón Muñoz y el escribano presente fue Alonso Sánchez Monge.
Grazalema
El poblamiento cristiano de la sierra gaditana, serranía de Ronda y Condado de Casares se consolida con la campaña militar de Luis Cristóbal Ponce de León, Señor de Marchena contra el levantamiento de los moriscos que concluye en 1609. Algunos vecinos de estas villas pasaron a vivir a Marchena, protegidos por los Duques tras firmar acuerdos de paz y entregar sus villas y haciendas.
En diciembre de 1492 los alfaquíes y alcaides moriscos de la sierra pactan con la casa ducal pagar al Duque “ …de todas cosas que cojieren e Dios les diere, de nueve cosas, vna quedando ocho parte delos frutos que asy ovyeren a ello e vna parte para la dicha duquesa» y se acuerdan leyes para garantizar la convivencia. En el documento del acuerdo aparecen las firmas de los alfaquíes o líderes de las comunidades locales, con grafía árabe-andalusí.
Los matrimonios “así para los desfaser” como herencias, costumbres y leyes islámicas serían juzgadas por “su alcadí dellos moros” mientras que los delitos civiles y criminales serían tratadas por los Alcaides y Alguaciles de las villas y las multas irían para la cámara Ducal. Se pueden decir que los moriscos perdieron libertades y costumbres.
El acuerdo se negoció en Benaocaz desde el 21 de diciembre de 1492 por los alfaquíes de Grazalema, Ubrique, Benaocaz y Villaluenga, con Antón Rodríguez de Mesa, Alcalde mayor de Zahara, Juan de Siles, mayordomo de la Casa de Arcos y Cristóbal Martínez de Mesa, escribano público de Zahara.
Pero el acuerdo no sirvió para garantizar la convivencia. La violencia se produjo sobre todo en Ubrique entre los moriscos partidarios de convertirse al cristianismo y los que no, llegando a incendiar las casas de los primeros.
Noria andalusí en El Bosque
Incluía exenciones de impuestos, mantenerse viviendo en la zona por cinco años sin poder vender sus bienes y a cambio recibían una casa, caballos y entre quince y treinta fanegas de tierra con sus viñas y árboles. Muchos vecinos de pueblos del ducado como Marchena optan por establecerse en la Sierra, ya que el Ducado solicita de la Corona la prohibición de la emigración de sus vasallos a otros lugares, dado la necesidad de mano de obra para acrecentar las ganancias, tanto agrícolas como ganaderas.
Villaluenga del Rosario
“ Domingo veynte y seis días de octubre de quinientos e vno años, se asentaron por vecinos de Zagraçalema e Juan Gutierres e Garci Vravo por caballeros, los quales e cada vno dellos se obligaron a mantener la dicha vecindad en el dicho lugar, tiempo de sinco años con sus mugeres e casas pobladas»
Ubrique
POBLACIÓN BEREBER
El origen bereber de la población serrana queda claro en los nombres de las localidades. La familia «Banu al-Salim», o Ben-salama, «hijo de Zulema», y más tarde Gran Zulema o Zagrazalema. Benaocaz estuvo poblada por el linaje de los Banu Ocaz. Benamahoma, pedanía de Grazalema, viene de Ibn-Muhammad, hijos de Mahoma. A pocos kilómetros los Duques fundan El Bosque (de Benamahoma) también llamado Marchenilla, en torno a un cortijo de caza ducal. Los bereberes se instalan en las zonas de sierra por ser lo más parecido a las montañas del Atlas, su tierra natal.
Desde Marchena a través del Ducado de Arcos se gobernaron las comarcas de Ronda, Condado de Casares y Sierra de Villaluenga en Cádiz, en momentos clave para la conquista, lucha contra los levantamientos moriscos y repoblaciones.
La Serranía gaditana de Villaluenga, límite del reino nazarí de Granada, formada por Ubrique, Benaocaz, Villaluenga, El Bosque y otros enclaves desaparecidos fue entregada por los Reyes Católicos a Rodrigo Ponce de León con el nombre de señorío de Villaluenga por privilegio real dado en Jaén en 11 de enero de 1490 a Diego hermano de Rodrigo.
Documento de entrega de la sierra de Cádiz a Rodrigo Ponce de Leon por los Retes Católicos.