Los afectados por el descarrilamiento de un tren del 29 de noviembre, sobreseído por el juzgado de Marchena, estudian si recurrir el archivo de la causa, o acudir a la vía contencioso-administrativa para seguir con el proceso informa EFE.
Los afectados continuarán reclamando compensaciones por el daño sufrido después de que el juzgado entienda que «no ha quedado acreditada ni siquiera indiciariamente una negligencia de carácter penal que fuera susceptible apreciar la comisión de un delito».
Según el juzgado el maquinista habría cumplido con todas las instrucciones precisas en el recorrido y paró en Arahal, aunque no tenía parada fijada, para recoger un boletín de órdenes, y que en tramos de una limitación de 30 kilómetros por ahora los llegó a pasar a 21.
200 metros antes del accidente observó que faltaba parte del balastro de la vía, con lo que decidió «frenar con urgencia a la máxima presión de freno posible».
«La máquina no podía frenar automáticamente en seco y por eso el declarante pisó el freno».