El pueblo portugués de Castelo da Vide, de unos 3000 habitantes, creará rutas en los caminos tomados por los judíos que huían de la Inquisición española en 1492 con el apoyo del Centro Mundial B’nai B’rith, de lucha contra el racismo y la xenofobia.
Miles de judíos sefarditas andaluces en 1492 huyeron por «la raya de Potugal» hacia Marvao, Castelo Branco, Belmonte y Castelo de Vide que conserva una sinagoga y un barrio judío, y pronto abrirá un museo dedicado a la Inquisición. Desde la restauración de la sinagoga, el pueblo atrae la atención de miles de judíos de todo el mundo.
Esta nueva ruta llamada “El Kamino De Sefarad al Muevo Mundo” abarcará cientos de kilómetros por España y Portugal siguiendo el movimiento de las poblaciones judías en España a través de la frontera con Portugal durante la Edad Media.
Los judíos españoles ofrecieron al Rey João II mucho dinero si los dejaba entrar al país. Autorizó la entrada para ocho meses. Después lograron comprar una licencia de residencia permanente. En abril de 1497, el Rey ordenó la conversión forzada y criar a los niños de menos de 14 años en familias cristianas. Muchos emigraron a Holanda.
En el contrato matrimonial de la hija los Reyes Católicos con un hijo del Rey de Portugal firmado en agosto de 1497, se estipuló expresamente la expulsión en el plazo de un mes de todos los judíos. Por este motivo los judíos portugueses fueron bautizados forzosamente.
La sinagoga de Belmonte.
La increíble historia de los últimos judíos de Portugal en Belmonte
Los Judíos de Belmonte mantuvieron su fe en secreto durante siglos, desde la expulsión de 1492 a nuestros días. Para evitar represalias, se cerraron al exterior, manteniendo su culto y tradiciones en la clandestinidad. Este fue «O Segredo», el secreto de la existencia de esta comunidad cripto-judía que de puertas para fuera era cristiana. Las tradiciones y el culto se transmitían sin sacerdotes ni libros, de forma oral, de generación en generación. Con el paso del tiempo, los judíos de Belmonte llegaron incluso a olvidar que la religión que practicaban era el judaísmo hasta que en el s. XX, fue descubierta casualmente por el investigador judío Samuel Schwarz.
La investigación de los apellidos de judíos españoles que pasaron por Castelo de Vide, rumbo a América, aparece la familia De Marchena registrado en el libro de las familias judías de Castelo da Vide.
El apellido «De Marchena ha sido documentado como propio de judíos sefarditas en municipios portugueses como Castelo Da Vide. En el cementerio judeo sefardita de Amsterdam está enterrado Abraham de Marchena con fecha 1603. De allí la familia De Marchena viaja a la isla holandesa de Curazao donde este apellido está entre los fundadores de la Sinagoga más antigua de América. También se conserva este apellido en el cementerio judío de Coro, Venezuela.
El apellido Marchena es uno de los apellidos sefardíes hoy más extendidos por América y especialmente en el Caribe. Algunas familias de este apellido han vuelto recientemente conocer la tierra de sus ancestros.
Está documentado que Rodrigo Ponce de León señor de Marchena bautizó con los apellidos «De León» y Marchena a tres musulmanes que habían ayudado a entregar la villa de Zahara de la Sierra, tomada por tropas de la villa de Marchena en 1483. Además Rodrigo de Marchena figura entre los reconciliados por la Inquisición en la campaña de rehabilitación de 1496 tal y como publica Juan Gil en su obra «Los Conversos y la Inquisición sevillana».
En Marchena y comarca existen noticias de judeo-conversos al menos hasta bien entrado el XVIII.