ALVARO CABEZA ANDRÉS. Licenciado en Historia y Docente.
A raíz de la Ley Electoral de 1877 cada año el Ayuntamiento de Marchena elaboraba una lista con los mayores contribuyentes de la localidad y con las cantidades que habían satisfecho en concepto de impuestos.
Esos contribuyentes, junto con los miembros de la Corporación Municipal, serían quienes tendrían derecho a elegir compromisarios para senadores durante el año siguiente. Con muchísima frecuencia durante el primer tercio del s. XX los componentes de esas listas eran personas que, además de tener una saneada situación económica, ocupaban cargos políticos municipales y ostentaban posiciones de preeminencia social. Veamos brevemente los cinco primeros contribuyentes de la última lista que se hizo en noviembre de 1930.
Juan Vigueras Vergara: fue concejal de manera casi ininterrumpida desde marzo de 1924 hasta el 14 de abril de 1931. Lo volvió a ser en 1941. Durante la Dictadura de Primo de Rivera fue presidente local de Unión Patriota, partido político creado por el dictador. En esos años fue Hermano Mayor de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Concurrió como candidato a las elecciones municipales del 12 de abril de 1931. Ya en la II República fue presidente de la Asociación de Padres de Familia Católicos y miembro de la Hermandad de la Santa Caridad. En junio de 1934 le fue incendiada una fanega de tierra durante una huelga de campesinos. Firmó en 1937 como representante de los padres de familia los informes de depuración de maestros. Muy amigo de Vicente Andrés y Torre, fue vocal del Consejo de Familia que tuteló a las hijas de éste último.
Enrique Domínguez Delgado: Fue concejal en 1930 y candidato en las elecciones municipales de abril de 1931. Como socio del Círculo de Labradores y Propietarios fue elegido representante suplente para el Jurado Mixto del Trabajo Rural de Écija en 1932. Fundador y presidente en Marchena de Acción Popular, partido dirigido por José Mª Gil Robles, fue uno de los detenidos en agosto de 1932 tras el intento de golpe de estado del general Sanjurjo; de hecho, un camión de su propiedad fue utilizado para proveer de camas a los detenidos esos días en la cárcel de Marchena.
Volvió a ser concejal entre junio de 1934 y febrero de 1936. La prensa lo definía como “bonachón, gordinflón y amable, además de trabajador, activo y vivaz”. Era labrador y, entre otras propiedades, era dueño de la finca Los Malaños. Hizo estudios de Medicina aunque no llegó a finalizarlos. Murió en Ronda en agosto de 1936.
Eduardo Ferreras González: médico de profesión, era hijo del también médico Eduardo Ferreras Muñoz, que fue alcalde liberal de Marchena a finales del s. XIX. Fue Rector de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno en los años 30. Murió en octubre de 1934. Colega de profesión y muy amigo de Vicente Andrés y Torre.
Rafael Domínguez Delgado: había sido miembro de la corporación municipal durante la segunda mitad de los años 20. En 1932 le fue quemada una trilladora en una finca de su propiedad en Morón en el transcurso de unas protestas obreras.
Manuel Aguilar Baena: nacido en 1867 era médico de profesión. Aunque de ideología liberal, no participó directamente en la vida política marchenera, a diferencia de sus hermanos Fernando y Antonio y de otros familiares que tuvieron una activa participación pública.
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