El Juzgado de Marchena ha iniciado su mudanza al nuevo edificio en calle Huerta Gavira en el dia de ayer y en los próximos días se prevé que retomen su actividad normal una vez finalizada la mudanza.
La Junta de Andalucia ha alquilado el edificio de la calle Huerta Gavira con tres plantas y un total de 492,44 metros cuadrados edificables. Los metros útiles serán 420 aproximadamente. El contrato tiene una duración de cuatro años (prorrogables). La inversión de la Junta es de 494.831,47 euros (IVA incluido).
Además, la Junta ha alquilado un local junto en frente a la nueve sede para llevar ahí los archivos y la cochera para el furgón policial.
El edificio tieneee una zona de planta baja dónde se ubica la zona de control de acceso, un vestíbulo, un registro civil, una sala de vistas y unos aseos. Además tiene un área de detenidos con acceso y circulación independiente. En la planta primera está el Juzgado de Instrucción número 1 con los despachos del juez, secretario, fiscal y red de voz y datos así como aseos.
En la planta segunda está el juzgado de Instrucción número 2 junto a los despacho del juez, secretario y consulta forense. La comunicación entre las plantas se realizará mediante escaleras y ascensor adaptado.
Se elimina así uno de los puntos negros de las sedes judiciales de Sevilla, como Marchena, considerado por los sindicatos el peor juzgado de Andalucia prestando servicio a los vecinos de Paradas y Arahal.
Se espera que la ubicación definitiva sea el antiguo centro de salud de Marchena, pendiente de trámites. En noviembre de 2019 hubo un acuerdo con el Servicio Andaluz de Salud (SAS) por el que éste cedía a Justicia el edificio del antiguo ambulatorio de Marchena para construir la nueva sede judicial. Las dificultades para desalojar a las entidades sociales que hacían uso del antiguo centro de salud y los problemas que seguía generando la actual sede, como el hundimiento del suelo del patio durante unas obras o el hallazgo de restos óseos, la Consejería de Justicia apostó por una vía intermedia: una sede provisional que puede eternizarse como ya ha pasado en Osuna, donde una sede provisional lleva diez años usándose.
Si se cumple el acuerdo con la Junta, el Ayuntamiento debería reformar el edificio del viejo juzgado, que fue parte del convento franciscano si pretende darle un nuevo uso como deperndencias municipales.