Fernando de Medina Mendoza Cabañas, uno de los fundadores de la Maestranza de Sevilla en 1670 -es la única familia cuyos descendientes directos aún forman parte de la Real Maestranza-, jurado de la collación de San Bartolomé, la antigua judería, tenía origen judeoconverso.
Era nieto del almojarife y veinticuatro de Sevilla Sancho Díaz de Medina, huido en 1481 de la persecución del Tribunal de la Inquisición sevillano por judeo converso según expone Juan Cartaya Baños, en su tesis doctoral referente a este tema.
Fernando de Medina, jurado de la collación de San Bartolomé, dejó en su testamento una capellanía que se entrega por oposición en 1602 al capellán Antonio Godoy Ponce de León, bisnieto del jurado converso e hijo de Juan Godoy Alcaide de Carmona, casado con Sancha Ponce de León, hija del Conde de Arcos y Señor de Marchena, Juan Ponce de León.
En 1481, Sancho Díaz de Medina, veinticuatro de la ciudad, arrendador de rentas del almojarifazgo sevillano, trabajando para el Rey Juan II, y uno de los hombres más ricos de la ciudad entre 1440 y 80, escapó de la Inquisición sevillana huyendo de la ciudad donde quedó su esposa Elvira Fernández.
Fue el primer ataque de la Inquisición sevillana y española que acabó con la élite conversa de la ciudad. Muchos de ellos acabaron perseguidos, huidos o quemados como Benadeva.
Entonces 8000 judeo-conversos según el cronista de los Reyes Católicos y cura de Los Palacio Juan Bernáldez, huyen a tierras de los Ponce de León, como Marchena, buscando la protección del poderoso Rodrigo Ponce de León. La Inquisición envió un documento a Rodrigo Ponce de León amenazándole con hacerle perder potestades y dignidades para que no acogiese más conversos.
Tras este primer ataque Inquisitorial sevillano, el Santo Oficio se dió cuenta de que era más rentable imponer a los conversos multas y penas económicas, que matarlos. De esta forma la Inquisición se enriquecía y los conversos podían volver a ascender hacia la élite de la ciudad donde ya estuvieron a finales del XV.
Y así vemos al hijo primogénito de Sancho Díaz de Medina
En su tesis doctoral Juan Cartaya Baños ha cotejado los documentos que mostraba la familia Medina para así para probar que provenía de una familia jerezana, comprobando su veracidad y buscando los originales, llegando a la conclusión que habían pagado para construir una falsa genealogía familiar con la que ocultar la verdad de su origen converso, ya que entonces los descendientes de judíos no podían probar limpieza de sangre ni ostentar cargos públicos, condenándosele por ello a la pobreza y la marginación.
La Real Maestranza de Caballería de Sevilla fue fundada por 32 nobles locales en 1670 para el ejercicio de las armas y los caballos. Es propietaria de la plaza de toros de la Maestranza, reflejo de la ciudad de aquél tiempo, en la que también había personas emparentadas con vecinos de Marchena. Hay entre los fundadores apellidos flamencos como los Jacome-Linden, otros jenízaros como los Federigi, y un Guzmán, Mariscal de Castilla, entre otros.