Mañana tendrá lugar, en la sede del Archivo Histórico Provincial de Sevilla, la presentación del libro «Espinosa, el último capitán de la vuelta al mundo», obra de D. Tomás Mazón Serrano, también autor de «Elcano, viaje a la historia (Ediciones Encuentro, 2020) y de la página web Ruta Elcano https://www.rutaelcano.com
Viernes, 9 de septiembre de 2022 a las 19:00 horas en la C/ Almirante Apodaca, Interviene: D. Braulio Vázquez Campos, Director del Archivo Histórico Provincial de Sevilla.
Gonzalo Gómez de Espinosa había nacido en Espinosa de los Monteros que era donde nacían los monteros de Espinosa, es decir la guardia personal del rey (en 1474 y fue marino, capitán, alguacil mayor, visitador.
El escritor Tomás Mazón después de narrarnos con pericia y entusiasmo la gesta heroica de la primera circunnavegación en Elcano, viaje a la historia, nos ofrece esta biografía, fruto de un estudio exhaustivo, de uno de los personajes más relevantes de la expedición y, sin duda, uno de los más carismáticos y fascinantes. Un perfil escrito de alguien a quien los libros de historia han pasado por alto inmerecidamente. Hasta ahora.
Espinosa, el último capitán de la vuelta al mundo cuenta la vida entre mares revueltos y tierras salvajes de un hombre fiel a su rey, a su patria, a sus compañeros y a sus amigos. Un hombre que representa una virtud: la de guardar las promesas. Este libro también las guarda.
Gonzalo Gómez de Espinosa fue nombrado alguacil mayor de la armada que capitaneaba el navegante portugués Fernando de Magallanes (1480-1521), que firmó una capitulación en 1518 con Carlos I, que le nombró, junto a Rui Faleiro, capitán general de un conjunto de cinco naves y doscientos treinta y cuatro marinos, con el que proyectaba llegar a la isla de la Especiería (Molucas), navegando hacia el Occidente, y hallar el mítico paso hacia el Oriente por América.
El 10 de agosto de 1519, la expedición, formada por la nave Trinidad capitaneada por Magallanes, Concepción, en la que embarcó el maestre Juan Sebastián Elcano (1476-1526), San Antonio, Victoria y Santiago, partió de Sevilla. En la nao Trinidad iba embarcado también Gonzalo Gómez de Espinosa, al que se le encomendó que reclutara tripulantes en Málaga.
Posteriormente, en 1520, cuando se amotinaron Juan de Cartagena y Gaspar de Quesada en el puerto de San Julián, Espinosa, como alguacil mayor, reprimió la sedición, trasladándose a la nao Victoria y mandando ajusticiar al capitán Luis de Mendoza, mientras leía una carta del capitán general (2 de abril de 1520).
Más tarde, el 6 de marzo de 1521, descubrieron la primera isla habitada en Oceanía, Guam (actualmente pertenece a Estados Unidos), donde entraron por primera vez en contacto con los indígenas del Pacífico norte. El 16 de marzo, llegaron a la isla de Samar, en el archipiélago de Filipinas, que Magallanes llamó de San Lázaro. El 7 de abril fueron acogidos por el Rey de la isla de Cebú, que le pidió que le ayudaran en su lucha contra un rey enemigo, cuyo nombre se ignora; Magallanes accedió y murió el 27 de abril de 1521 en la isla Mactán, luchando contra estos indígenas. Más tarde, en mayo de 1521, al morir en Cebú Duarte Barbosa, sucesor de Magallanes, se eligió jefe a Juan López Carvallo, y Espinosa pasó al mando de la nao Victoria.
En julio de 1521, en Borneo, encabezó la embajada al rey Siripada, y poco después fue destituido Carvallo, pasando Espinosa a la jefatura de la expedición, mandando la nao Trinidad, mientras que Elcano capitaneaba la Victoria. En estas circunstancias prosiguieron viaje con destino a las islas de la Especiería, llegando el 8 de noviembre a Tidore, donde Espinosa logró un pacto de amistad, comercial y de tributo de su Rey.
Posteriormente, en diciembre, antes de partir de nuevo, advirtieron que la Trinidad hacía agua, y como era difícil su reparación, se acordó que se quedara Espinosa con la nao en Tidore y regresara Elcano en la Victoria a España. “Sin esta circunstancia probablemente hubiera capitaneado Espinosa el final de la primera circunnavegación” (según Ezquerra), aunque después de conocerse lo que le sucedió, se podría dudar de este logro. De esta forma, el 21 de diciembre de 1521 partió Elcano con destino a España, llegando a Sevilla en 1522, con dieciocho supervivientes, que fueron los primeros marinos que dieron la vuelta al mundo.
Con Gonzalo Gómez de Espinosa quedaron en Tidor cincuenta marinos, y allí hizo construir una factoría donde se depositaron las mercancías rescatadas, aparejos y parte de la artillería, para que sirviera de base permanente para otras expediciones españolas a las Molucas. Allí dejó a algunos miembros de la expedición, y partió con el resto el 6 de abril de 1522, con dirección Este, hacia Panamá, pero en el trayecto tuvieron tantas dificultades que desviaron la dirección para remontar a 42º Norte hasta llegar cuatro meses más tarde a las islas Marianas.
Y, desde allí, tras continuas tempestades y numerosas defunciones, Espinosa decidió regresar a las Molucas. En junio de 1522, tuvo conocimiento de que habían llegado a la zona portugueses mandados por Antonio de Brito, y que habían levantado una fortaleza en Ternate, cerca de Tidore. Entonces Espinosa envió un mensajero solicitando auxilio a Brito, pero el portugués, en lugar de ayudarle, decidió, unos meses más tarde (octubre), enviar un grupo militar para que se apoderaran de la Trinidad y su carga de especias, así como de los mapas y diarios, e hiciera prisioneros a los dieciocho miembros de la tripulación que continuaban vivos y los llevaran presos a Ternate.
En 1523, estos prisioneros españoles fueron enviados a la India, pasando por Banda, Java y Malaca. En Cochin (India) permanecieron durante un año, tiempo que aprovechó algunos de ellos, el italiano León Pancaldo y otro compatriota suyo, para huir en un barco con dirección a Mozambique, donde lo prendieron de nuevo, y le llevaron preso a Lisboa, encarcelándole hasta que logró su libertad y pasó a España, donde escribió la narración de uno de los trayectos seguidos por la expedición de Magallanes.
Mientras, Espinosa permanecía en prisión en la India, hasta que en 1526, él y otros dos compañeros de viaje fueron llevados a Lisboa, donde permanecieron encarcelados durante varios meses, por haber estado en las Molucas, donde los portugueses sostenían por la fuerza sus derechos de posesión exclusivos. Poco tiempo después fue liberado Espinosa, junto a los otros dos supervivientes españoles, Pancaldo y Ginés de Mafra, piloto jerezano, autor de un relato de viaje, y de unas dos o tres expediciones más. En 1529, Gonzalo Gómez de Espinosa fue nombrado por Carlos I visitador y capitán de las naos de las Indias, y recibió una pensión de 300 ducados.