La localidad sevillana de Marchena será el escenario del próximo Encuentro Nacional de Hermandades de San Isidro Labrador, que se celebrará el 19 de abril de 2026. Así lo ha comunicado la Hermandad del Bienaventurado San Isidro Labrador, que en un Cabildo General Extraordinario ha propuesto la salida extraordinaria de su titular con motivo de este destacado evento.
El Cabildo, que tendrá lugar este sábado 23 de noviembre en la Iglesia de Santo Domingo, incluirá en su orden del día la aprobación de esta salida extraordinaria, un acto que marcará uno de los puntos álgidos del encuentro. La reunión congregará a los hermanos mayores de 18 años y con al menos un año de antigüedad en la hermandad, quienes tendrán la oportunidad de participar en la toma de decisiones relacionadas con la organización del evento.
Este Encuentro Nacional de Hermandades supone una gran oportunidad para Marchena de afianzar su posición como referente en la promoción de sus tradiciones religiosas y culturales. San Isidro Labrador, patrón de los agricultores y símbolo del trabajo y la fe, es una figura profundamente venerada en muchas localidades rurales de España, y el encuentro reunirá a hermandades de todo el país, consolidando un espacio de intercambio y unión.
En palabras de la hermandad, la celebración en Marchena representa no solo un homenaje a su titular, sino también una ocasión para mostrar al resto de las hermandades la riqueza patrimonial, histórica y cultural del municipio. Entre los actos previstos, destacan las celebraciones litúrgicas, encuentros entre cofrades y una procesión especial que marcará el carácter solemne del evento.
Marchena, conocida por su notable patrimonio y su arraigo cofrade, se prepara así para acoger una cita histórica que atraerá a cientos de visitantes, promoviendo además el turismo religioso en la comarca. La organización de este evento, que implicará tanto a la hermandad como a las instituciones locales, promete ser una celebración llena de fervor y devoción.
El Cabildo también recordará la importancia de la participación de los hermanos en la toma de decisiones y en el respaldo a los actos de la hermandad, según lo estipulado en las reglas de la institución. Este compromiso colectivo será clave para asegurar el éxito de un evento que ya empieza a perfilarse como una de las grandes citas religiosas del calendario nacional.