Un jurado en California condenó este viernes a Monsanto a indemnizar con 289 millones de dólares -253 millones de euros- a Dewayne Johnson un jardinero de San Francisco que asegura que el cáncer terminal que padece se debe a su exposición a Roundup que contiene glifosato.
«Estoy convencido de que los jueces determinarán que el glifosato y Monsanto no son responsables de la enfermedad» de este hombre, dijo a Efe un portavoz de Bayer. Al mismo tiempo subrayó la postura de la empresa, que afirma que «el uso correcto» de este herbicida «es seguro».
El jurado, del Tribunal Superior de San Francisco, determinó que Monsanto no advirtió correctamente del riesgo para la salud que se corría al usar Roundup con glifosato.La empresa Bayer que fabrica la aspirina tiene la intención de suprimir la marca Monsanto tras comprarla por 63.000 millones de dólares con intencion de crear el mayor productor mundial de semillas y pesticidas.
Este es el primero de los cientos de casos que Monsanto debe afrontar en Estados Unidos por los efectos cancerígenos del glifosato.El ministro de Ecología francés, Nicolas Hulot, criticó hoy a la multinacional Monsanto «Monsanto Bayer no tiene, en ningún caso, como objetivo el bienestar de la humanidad», pero sí «el de sus accionistas», declaró Hulot en declaraciones difundidas por el canal televisivo «BFMTV».
En la UE, la licencia del glifosato fue renovada por cinco años a finales de 2017 por la Comisión Europea, Francia, que ha prometido acabar con esa sustancia en tres años, junto a ocho países más, mientras que otro grupo de países, entre ellos España, se mostró favorable a la misma. Por su parte, el Gobierno alemán pondrá fin al uso de glifosato esta legislatura porque el uso masivo de este herbicida afecta a la biodiversidad.
En 2014 en más de 400 municipios españoles se cultivó maíz transgénico, pero también que ya más de 180 se han declarado libres de transgénicos. Todos los municipios de la comarca excepto Marchena están delcarados libres de transgénicos.
Marchena y Ecija, -junto a otros 69 municipios españoles- acogieron plantaciones experimentales de maíz transgénico desde 2011 aunque actualmente no se cultiva.
España es el único país de la Unión Europea donde se cultivan transgénicos a una escala importante. Según las estimaciones del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) en 2014 se sembraron 131.537,67 hectáreas.
Mon 810 es una variedad transgénica de maiz de Monsanto, la mayor multinacional agraria del mundo, temida por su estrategia de controlar toda la cadena alimentaria. Las semillas alteradas genéticamente soportar Roundup y producen sus propias toxinas para matar insectos. El maíz, la patata, la soja y otros cultivos biotecnológicos alimentan ya a millones de humanos y animales en todo el mundo y están en la mayoría de los productos que compramos en los supermercados.
QUIEN CONTROLA LAS SEMILLAS CONTROLA LA COMIDA
Monsanto modifica y patenta semillas para hacerse con el control de la alimentación mundial. Sus semillas están modificadas genéticamente para soportar más enfermedades, pero necesitan productos químicos que ellos mismos fabrican, como el herbicida de la marca Roundup, el más famoso.
Según Marie Monique Robien, periodista y autora del documental “El Mundo según Monsanto” su estrategia es “controlar la cadena alimentaria, los transgénicos su arma y las patentes la forma de lograrlo”. Su forma de actuar es la misma. “ Te hace firmar un contrato que prohíbe conservar semillas y te obliga a comprar Roundup. Luego “envía la “policía de genes”, detectives privados que entran a los campos, toman muestras, verifican si es transgénico y si el agricultor ha comprado sus semillas. Si no las han comprado, realizan juicios millonarios y Monsanto gana”.
Robien afirma que Monsanto es una empresa delincuente, que manipula y soborna gobiernos y medios de comunicación, que presiona científicos para que mientan a favor de sus productos y oculta deliberadamente los efectos negativos de Roundup para la salud humana.