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Pagar a cambio de que comer carne en los dias prohibidos de Cuaresma y Semana Santa

Antonio Díaz, Profesor Investigador Postdoctoral en la Universidad de Córdoba y Premio Nacional de Historia profundiza en su obra sobre el Mercado Curial, fenómeno comercial de alcance internacional entre la Santa Sede de Roma y los países católicos.

Los Ponce de Leon como todos los ricos se beneficiaron del mercado curial comprando al Papa, dispensas para comer carne en dias prohibidos, indulgencias para los que rezasen en el altar Mayor de Santa María y toda clase de prebendas para beneficiar a su capilla palatina como centro de la vida de Marchena. 

El Mercado Curial empezó a tomar forma en la Edad Moderna, a finales del siglo XV y principios del siglo XVI, durante la época de los Reyes Católicos. La Iglesia encontraba formas de sortear prohibiciones, siempre dentro del marco moral judeocristiano y mientras prohibía el matrimonio con sobrinas, primos hermanos, etc el papado vendía bulas y documentos para sortear esos pecados a cambio de dinero.  

LOS NEGOCIOS DEL PAPA

Los mayores usuarios de este sistema era la alta nobleza española que lejos de usar la red de curiales tenían sus propios contactos que a cambio de dinero podian conseguir lo que quisieran de Roma. 

El Papa Leon X, banquero de la familia Médici establece este sistema a principios del XVI y de este modo en Roma se fue gestando una red internacional de intermediarios profesionales conocidos como curiales, y una Agencia Española con la que la monarquia pretendia controlar dichos negocios.  Poner a la venta cargos eclesiásticos es como vender otro oficio público. A fin de cuentas la iglesia en ese momento también es un Estado.

León X, autorizó a Rodrigo Ponce de León Ponce de León, I duque de Arcos, la construcción de un convento en una mejor ubicación para los dominicos de Marchena en 1520.

Cuando llevaba cien años funcionando, en 1630 la propia Corona española denuncia los abusos de Roma, porque el mercado curial se habia convertido en el gran desaguadero por donde huía de España la plata y oro que llegaba de America y como medida de presión politica, ya que la mayoría de los negocios curiales venian de España y sus posesiones americanas, ocupando el 75% del mercado curial.

 

JUDEO CONVERSOS EN EL MERCADO CURIAL

Una gran mayoría de los agentes de la corona española en Roma son Judios conversos reconocidos por la propia corona.

Aunque existían estatutos de limpieza de sangre que restringían el acceso de judíos conversos y moriscos a determinadas instituciones, el mercado curial ofrecía una vía alternativa para obtener cargos y rentas. Por ejemplo, un judío converso podía comprar un cargo eclesiástico, lo que le aseguraba una posición y rentas, aunque públicamente no se le permitiera acceder a otros cargos debido a su origen.

Los cargos en la Iglesia podían adquirirse a través de transacciones financieras. Esto permitía a personas de diversas procedencias y orígenes acceder a posiciones de poder y obtener rentas económicas significativas.

UN MERCADO CAPITALISTA, QUE VENDIA BIENES ESPIRITUALES

Ya para el siglo XVII el Mercado Curial se transforma en redes comerciales con sus líneas de crédito abiertas con sus cuentas corrientes en Roma y con el apoyo de grandes banqueros internacionales por ejemplo el famoso Simón Ruiz.

Si bien las indulgencias, tan criticadas por Lutero, son conocidas, la Iglesia vendía  servicios que generaban un gran negocio como dispensas matrimoniales lo que movía grandes cantidades de dinero, cargos eclesiásticos o bulas para poder dar misa en capillas palatinas que es la fórmula más usada por los Ponce de León para darle más importancia a la iglesia de Santa Maria de Marchena.

VENTA DE INDULGENCIAS EN MARCHENA

La venta de indulgencias suponia que por una determinada suma, un cristiano podía reducir su estancia en el Purgatorio en una cantidad de años, días y horas. Estas ventas de indulgencias fueron denunciadas por Lutero, los erasmistas y otros dentro de la Iglesia Católica. 

Ejemplo de la compra venta de indulgencias es el Breve de Clemente X DE 1671 para que se conceda indulgencia a los confesados y comulgados en la capilla de Nuestra Señora de la Mota del templo de Santa María de Marchena, capilla palatina. No hacia siete años que había muerto Luis Ponce de León, marchenero y hermano del Duque que ocupó el cargo de embajador en Roma.

«Nos el licenciado don Antonio Benavides canónigo de la Santa Cruzada de la Santa Iglesia Catedral de Toledo sumiller de de Su Majestad (…) con la autoridad apostólica que para ello tenemos. Que la Santa Cruzada está puesta para que se puedan publicar y ganar ciertas gracias e indulgencias, nuestro muy Santo Padre Clemente Décimo concedió el favor de las Animas del Purgatorio para los que con cada misa que por ella se digere y celebrare en el altar de Nuestra Señora de La Mota que está en la iglesia de Santa María de Marchena en el Día de Difuntos y los de su octava y los lunes de cada semana se saque un anima de las penas del purgatorio gracias a un breve del Santo Padre concesión que ante nos se presentó». 

Los sacerdotes que habían de celebrar la misa tenían que tomar la bula Papal y mostrarla a los asistentes a la misa. 

Breve del Papa concediendo indulgencias a la Iglesia de Santa Maria de Marchena en 1671.

Más de 21 documentos de ditistintos papas conservan los archivos ducales relacionados con la fundación y gestión de hospitales, iglesias y conventos de Marchena. Igualmente el patronazgo de obras pías creado por los duques de Arcos en la Iglesia de Santa María de la Mota, en 1627 contiene varias bulas papales y gracias al papa se hacía los miércoles una misa en Santa Maria a la Inmaculada con obligación del clero local de asistir desde Agosto de 1525. Urbano VIII concedió indulgencia plenaria a los fieles que asistieran, confesados y comulgados, a las cuarenta horas en la parroquia de Santa María de la Mota en 1767.

Gregorio XIII, autoriza el legado testamentario de María de Toledo Figueroa, creando un censo para la fábrica y mantenimiento del Colegio de la Compañía de Jesús de Marchena. Sixto V concede bula para la gestión y patronato del Hospital de la Misericordia de Marchena en 1586. 

Igualmente los canónigos de San Juan de Letrán, en Roma, conceden las mismas gracias, privilegios, etc, de que gozaba San Juan de Letrán a Luis Pérez, agustino, Presbítero de la Eremita de Nuestra Señora de Gracia, para la nueva capilla que iba a levantar en 1590, hoy La Milagrosa.

Inocencio XIII concede indulgencias a los confesados y comulgados que visitasen las iglesias de San Juan [Bautista], Santa María y de San Miguel en 1723,

Pio VI concedió bula favor al duque de Arcos, para usar parte de las rentas de su madre María del Rosario Fernández de Córdoba, para dotar a las niñas Colegio de Huérfanas de Santa Isabel de Marchena que incluye un interesante cruce de cartas entre el conde de Floridablanca, y Antonio Ponce de León, XI  duque de Arcos.

UN BANQUERO EN EL PAPADO

Los banqueros curiales tenía un papel relevante. Estos banqueros, asociados a la Curia Romana, asumían la responsabilidad de gestionar y garantizar el cobro de las rentas eclesiásticas. Además, se encargaban de realizar operaciones financieras complejas, como el cambio de divisas, aprovechando las fluctuaciones del mercado para obtener beneficios.

Cada cargo eclesiástico conllevaba una renta perpetua. Por ejemplo, el párroco recibía un salario proveniente de la parroquia. Estos cargos se convertían en oportunidades comerciales y se hipotecaban. Asimismo, la venta de cargos eclesiásticos era un lucrativo negocio legal reconocido tanto por la Santa Sede como por las mobarquías católicos. Aunque esto generaba críticas morales, se vendían cargos eclesiásticos de manera similar a como se vendían oficios públicos en la monarquía.

Muchos cargos eclesiásticos se transmitían de generación en generación, formando auténticas dinastías de canónigos y eclesiásticos. Además, existía un negocio ilegal llamado simonía, que aunque no era reconocido oficialmente por Roma, se llevaba a cabo con la complicidad de la Curia Romana, como bien denunció Lutero en relación a las indulgencias.

TRANSACCIONES DEL MERCADO CURIAL

Además el mercado curial permitía transacciones de divisas y se intermediaba en el cobro y pago de comisiones en operaciones internacionales. Esto generaba una actividad económica importante y movilizaba grandes cantidades de dinero.        

El mercado de la compra de oficios es similar a los inicios de la bolsa, fundada en la cionfianza de los agentes. Los bulos por ejemplo  causaron que una compañía curial se hundiese cuando dos viudas difunden que ha muerto  el titular de la compañía y acaban hundiendo la empresa.  Esa compañía era propiedad de un judío al que Felipe II  coloca en Roma como uno de sus agente, como una especie de espía.

Es decir  la propia Corona trata de aprovechar el negocio pagando una serie de espias obispos y cardenales llamado partido española de Roma.