Montepalacio, el último bosque de la campiña, se muere por «la seca»
José Antonio Suárez López
«La seca», enfermedad, que afecta a las encinas y alcornoques ha sido detectado por expertos en la dehehsa de Montepalacio, donde está muy extendida y donde muchos árboles están muriendo.
Montepalacio es el último bosque histórico de la campiña sevillana con miles de árboles centenarios y con más de 700 años de historia cuyos documentos se conservan en el Archivo Histórico Nacional. Si bien en la actualidad es una fnca privada en el pasado formaba parte de los bosques de los Duques de Arcos y del Concejo de Marchena, de donde se sacaba la madera para la construcción en nuestra pueblo y comarca.
La finca tiene 1600 hectáreas y puede albergar decenas de miles de árboles según los expertos, principalmente encinas, alcornoques, almendros y pinos.
Sergio Jiménez Sobrino, ingeniero agrónomo alerta sobre la muerte de centenares de árboles en Monepalacio por «La seca» , como se conoce al hongo Phytoptora Cinnamoni y otros similares que afecta principalmente a encinas y alcornoques pero también y en menor medida a olivos, madroños, almendros y pinos.
En Andalucia ya había sido detectada la enfermedad aunque era poco relevante debido a su escaso impacto «el cambio climático, el cambio en el régimen de lluvias y las temperaturas anormalmente elevadas han agravado el problema, mostrándose ahora con más virulencia» explica Sergio Jiménez.
El hongo aparece como un polvo verduzco cuando se descorcha la encina. Se introduce por heridas en el árbol o se transporta a través de insectos que viven en la madera. La seca es una enfermedad que ha sido detectada principalmente en el norte de España desde hace varios años y se está desplazando progresivamente hacia el sur. Actualmente los tratamientos contra est aplaga no son baratos ni fáciles de conseguir.
La importancia histórica de Montepalacio está no solo en que es la última dehesa de la comarca, que antaño poblaban todos los campos, sino en que se trata de un bosque histórico con ejemplares de gran antiguedad. Aunque se trata de una finca privada, divulgar esta plaga ayuda a su control y tratamiento por parte de las autoridades.
