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Directo 17 Horas: Seminario de investigación los Jesuitas entre la Bética y las Indias en Marchena

17:00 – Visita al Colegio de la Encarnación
Juan Luis RAVÉ PRIETO. Gabinete Pedagógico de Bellas Artes, Junta de Andalucía

18:00 – Taller: Arquetas namban de los jesuitas en Marchena
Yayoi KAWAMURA. Universidad de Oviedo

Con la primera globalización del imperio español el lujo asiático llegó en el XVI a España con técnicas como el estilo Namban, que une técnicas y motivos occidentales y orientales. Cada vez más expertos piden que la ruta de Nanban se incluya como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Un ejemplo son las arcas namban traídas por los Jesuítas hasta su colegio de Marchena, (Santa Isabel), donde el 1 de Diciembre acudirán expertos internacionales a analizar por primera vez el fenómeno cultural y artístico que supuso unir el arte asiático con el americano y el español en lo que se ha dado en llamar la primera globalización del XVI, cuando algunos llamaban el océano pacífico, el «lago español».
San Francisco Javier llega a Japón para evangelizar junto con multitud de frailes pero en 1587 el emperador de Japón decide prohibir el cristianismo y perseguir a los frailes. La llegada de un galeón provocó el martirio de 26 frailes que fueron crucificados en Nagasaki. El colegio de Santa Isabel de Marchena conserva numerosas reliquias y objetos de los jesuitas traídos de Japón.
Entre los años 1613 y 1620, Hasekura encabezó una misión diplomática a España y a la Santa Sede en Roma la Embajada Keichō que llegó a Coria del Rio para sellar acuerdos comerciales entre España y Japon pero no produjo ningun acuerdo por las persecuciones de cristianos en Japón que opyó desde entonces por aislarse de occidente.
La palabra japonesa nanban significa literalmente (‘bárbaros del sur’), y se refería a los comerciantes y misioneros procedentes de Europa, concretamente de Portugal y España que llegaron por vez primera a Asia en el XVI y da nombre a un periodo de la historia de Japón desde la llegada de los primeros europeos en 1543, hasta su expulsión casi total del archipiélago en 1641.
Grabado de Hokusai de 1817 títulado: «El 25 de agosto de 1543, estos extranjeros arribaron a la isla de Tanegashima, Provincia de Ōsumi», dirigidos por Murashukusha (desconocido) y Kirishitamōta (es decir, António da Mota, también conocido como Cristóbal.
Las arcas Namban unen el nácar y las maderas semipreciosas, todo recubierto de laca japonesa extraída de una savia arbórea tóxica que protege de xilófagos, endurece la madera y la recubre de una película brillante, resistente al agua y al calor. Una técnica japonesa milenaria que produjo objeto de lujo al añadirle decoraciones de estilo maki-e, con polvos de oro y plata.
Gracias a los jesuitas llegaron a las colecciones de la realeza y nobleza de alto rango, en el XVI y XVII desde Japón y en algunos puntos del norte de España como Navarra han sido catalogadas como bienes de interés cultural de gran valor por la conexión cultural entre España y Japón.
Yayoi Kawamura, es una japonesa profesora de Historia del Arte en la Universidad de Oviedo, y especialista en Arte Oriental que ha estudiado las arquetas namban de los jesuitas españoles por toda España.
Ella y otros expertos participarán en Sevilla, Carmona y Marchena en el Seminario de Investigación «La Compañía de Jesús entre la Bética y las Indias. Imágenes, ideas y artistas» que tendrá lugar entre el 30 de Noviembre y el 10 de Diciembre dentro de un Proyecto Nacional I+D  de investigación «Coadjutores: artistas e ideas migrantes en la globalización ibérica» de la Universidad Autónoma de Madrid con quien  colaboran la Universidad de Sevilla, el Ayuntamiento de Carmona y el colegio de Santa Isabel de Marchena.  La inscripción es gratuita enviando un mail a enriquemunoz@us.es indicando nombre y DNI.
Los jornadas comenzarán en la Universidad de Sevilla para posteriormente visitar la iglesia del Salvador de Carmona, y el 1 de Diciembre a las 17 horas llegarán al colegio de Santa Isabel de Marchena donde Juan Luis Ravé hará una visita guiada y habrá un taller sobre arte Namban y las arquetas de este estilo que conserva este templo marchenero.
Las jornadas ya se iniciaron en Madrid en Junio de 2022, y ahora la segunda reunión científica del proyecto CoMArtis (2021-2024) pretende profundizar en el trasvase de ideas, artistas y arte entre los distintos colegios de la Compañía de Jesús de Andalucía y las provincias Jesuíticas de Asla y América. Este evento está dirigido a estudiantes universitarios, académicos y públlco interesado en la Companía de Jesús y en el arte de la Edad Moderna.
El proyecto profundiza en las rutas de circulación de arte y artistas de la Companía de Jesús entre España Asia y América: pintores, escultores y grabadores y sus ideas que plasmaron en la docencla, los libros y tratados y la cultura visual. Lo más interesante fueron sus procesos de mestizaje que dieron lugar a escuelas artísticas en Cuzco, Quito, Calera de Tango (Chile), Salvador de Bahía, Beljing, Macao o Nagasaki.
El miércoles 30 de Noviembre los expertos se reunirán en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Sevilla aula Diego Angulo tratando los inventarios jesuitas de Goa y La Habana, los mártires jesuíticos de Tazacorte, Canarias, los objetos orientales de Japón que trajo a España la Compañía de Jesús, los marfiles de Goa y la circulación artística desde Filipinas.
Arca de nácar de Santa Isabel de Marchena que conservaba la sotana con que fue martirizado el venerable Padre Luis de Sanvitores. La sotana ser conserva en el museo de los mártires de Japón de Nagasaki.
El jueves uno de Diciembre la jornada estará dedicada a los principales colegios jesuitas de la provincia sevillana como Osuna, Carmona, Ecija y Marchena y se inicia por la mañana en salón de plenos del Ayuntamiento de Carmona y se traslada por la tarde a Marchena para anliazar las arquetas namban de Santa Isabel tras una visita guiada de Juan Luis Ravé. Además entre los artistas jesuitas a tratar figuran Alonso Matías, el fraile jesuita que construyó el altar mayor de Santa Isabel de Marchena o Juan de Roelas, artista flamenco que pintó un cuadro para un altar del mismo templo.
El cartel de las jornadas esta presidido por una fotografía de un risco de marfil conservado en el convento de San Andrés de Marchena que es el más claro ejemplo de fusión del arte oriental con el europeo uniendo las iconografías de Buda con las del Niño Jesús.
Se pondrá en común la historia del arte de los Colegios de San Teodomiro de Carmona, el Colegio de San Carlos de Osuna o el Colegio de San Fulgencio de Écija o los pintores y escultores jesuítas como Juan de Espinal, o la propagación de la Virgen de Guadalupe en el circuito jesuita sevillano finalizando con una visita a la iglesia del Salvador de Carmona.
Ya por la tarde el Colegio Jesuita de Santa Isabel de Marchena será la quinta sesión de las jornadas desde las cinco de la tarde con una visita guiada Juan Luis Ravé Prieto de Gabinete pedagógico de Bellas Artes.
A las seis de la tarde será el taller sobre arquetas «nambam» de los jesuitas de Marchena dirigido de Yaoi Kawamura de la Universidad de Oviedo. Las arquetas namban que se conservan en el Colegio de Santa Isabel de Marchena procedente de Japón forman parte de la colección de objetos de los mártires de Japón, y algunas de ellas fueron al Museo de los mártires Jesuitas de Nagasaki. La jornada de Marchena terminará a las 7 de la tarde con el regreso en autobús hacia Sevilla.
Arca de arte namban de Santa Isabel de Marchena que guardaba una camisa del venerable Padre
Raymundo de Arjó, misionero de China, camisa que hoy está en Nagsaki..
Por último el viernes 2 de diciembre en la Facultad de Geografía e Historia concluye la jornada con ponencias sobre el artista clérigo jesuita, Pablo Céspedes, Alonso Matías y los retablos de la compañía, Juan de Roelas y los pintores en la provincia de Perú concluyendo con una ponencia sobre misticismo y religiosidad en el virreinato del Perú.
Grabado que muestra Nagasaki y Dejima, la isla donde se instalaron los comerciantes holandeses cuando los españoles y portugueses fueron expulsados del pais.
Cuando occidente redescubrió el arte japonés
Desde el XVII Nagasaki fue el único puerto abierto lícitamente al comercio con Holanda y China. Los  holandeses fueron recluidos en una isla de la bahía de Nagasaki, Deshima y el contrabando de objetos japoneses se incrementó.
En los últimos años del s. XVIII, los holandeses comenzaron a hacer encargos a los artesanos japoneses para clientes europeos. Siebold, comerciante expulsado de Japón acusado de espía en 1829 sacó una gran colección de mapas, botánica y objetos, hoy repartidos museos japoneses de Leiden y Paris.
Almendro en flor, de Van Gohg incluido en la corriente del japnismo.
De 1840 a 1842, en la boutique ‘Bazar Bonne-Nouvelle’ de París se presentó la primera exposición de objetos asiáticos.  Japón se aisló de occidente hasta 1854 y la primera participación oficial de Japón a una exposición universal fue en París en 1867.
En 1860 las estampas japonesas comenzaron a inundar las capitales europeas como Paris y Londres y entre 1890 y 1901, solo en Paris, los principales coleccionistas y marchantes vendieron más de 160.000 estampas y aproximadamente 10.000 libros ilustrados a coleccionistas y artistas de muchos países, desde los más importantes artistas franceses hasta algunos miembros de la alta burguesía catalana.
Imitando a París arte japonés entró en España con la expo universal de Barcelona de 1888 cuando se empiezan a comercializar grabados japoneses, colección adquirida por el propio Ayuntamiento actualmente conservada en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC).
Cuando Picasso llegó desde La Coruña a Barcelona en 1895 con trece años ya existía el Museo de Arte Japonés del cónsul Richard Lindau y los Almacenes del Japón de la Plaza Real, del empresario Santiago Gisbert que vendía artesanía japonesa.
Las estampas (ukiyo-e) y objetos de artesanía japonesas circulaban por los talleres de artistas y los espectáculos de inspiración nipona llenaban los teatros de Madrid y Barcelona como una moda popular.  La afición «a los objetos de cerámica y bronce, bordaduras y tejidos del Japón, dio pasó a la copia más o menos afortunada del estilo decorativo de los artistas japoneses», escribió en 1896 el crítico de arte Francesc Miquel i Badia en Diario de Barcelona.