Tras un acuerdo entre UGT y Gaesco el próximo lunes 25 de mayo y coincidiendo previsiblemente con la segunda fase de la desescalada, 80.000 trabajadores de la construcción en Sevilla y su provincia, volverán a regirse por el calendario laboral firmado para este año 2020, es decir volverán a su jornada de 8 horas diarias hasta el comienzo de la jornada intensiva del verano el 30 de Junio.
UGT y Gaesco han pactado un periodo para recuperar las horas devengadas del permiso retribuido recuperable Decretado por el Gobierno como medida de Prevención contra el covid-19, al considerar la Construcción como una actividad no esencial. Los trabajadores deberán recuperar entre 58 y 64 horas y lo harán entre el periodo comprendido entre el 1 de septiembre y el 31 de diciembre, de lunes a viernes, nunca más de una hora por día y previo acuerdo con la empresa.
«El 19 de marzo CCOO, UGT y Gaesco entendimos que lo más positivo para el sector y para la salud sería concentrar la jornada diaria en una jornada intensiva de ocho horas, un acuerdo que estaba ligado al mantenimiento del estado de alarma y que se extendería mientras estuviese vigente», explica la secretaria general del Sindicato Provincial de Construcción y Servicios de CCOO de Sevilla, Mercedes Santoja.
Santoja ha mostrado su disconformidad con la decisión que ahora toman Gaesco y UGT: «si desde un primer momento todas las partes estábamos de acuerdo en que la jornada intensiva de ocho horas era la mejor forma de prevenir el contagio, hoy, con la incidencia y la peligrosidad que el virus ha demostrado, no podemos pensar lo contrario. Máxime cuando en estos dos meses hemos constatado cómo en este sector no han podido garantizarse al 100% de las medidas de seguridad».
Así, en este contexto de la primera fase del plan estatal de levantamiento gradual de las restricciones del estado de alarma decretado contra la pandemia de coronavirus Covid-19, CCOO ha señalado que con la restitución de la jornada intensiva, las plantillas de la construcción afrontan más «exposición» a posibles contagios y «tendrán que desarrollar sus funciones a las horas en las que las temperaturas alcanzan picos máximos y con la mascarilla puestas, lo que hará posible que aumenten otros problemas como los golpes de calor».