Un centenar de escolares han inaugurado hoy el Aula Abierta de la Naturaleza, participando y disfrutando de diferentes actividades, además de aprender sobre la importancia y el valor de la flora y la fauna de los ecosistemas de nuestro entorno.
Las actividades han comenzado con la realización de una ruta botánica a través del Sendero Isabel, que es así como se le denomina, por ser la reina Isabel La Católica quien trajera por primera vez la cría caballar a la finca Las Turquillas.
La gestión de esta Ecoescuela se lleva a cabo a través del ente público municipal Turqgesa, cuya gerente, Mª Ángeles Andrades ha explicado que “siempre hemos apostado por crear un espacio que sirva para educar en la conservación del medio ambiente y que sean los niños y niñas los que primeramente lo aprendan, además de hacerlo en un aula abierta a la naturaleza porque este espacio en sí mismo es un libro del que aprender, sin que haya ninguna infraestructura cerrada, de tal manera que, por medio de una serie de actividades, se pueda ir caminando a la vez que aprendiendo sobre este entorno natural, sobre Osuna y su biodiversidad.”
Las actividades de la Ecoescuela comienzan, en primer lugar, realizando una ruta botánica de unos 800 metros de longitud, a través del ya citado Sendero Isabel, a lo largo del cual los niños y niñas aprenden las especies más representativas de los tres ecosistemas predominantes: campiña, humedal y bosque Mediterráneo.
Posteriormente se visitan tres pequeñas lagunas donde se lleva a cabo la recuperación de anfibios y reptiles, lagunas que cumplen una doble función: por un lado conservar y recuperar esas especies que perdió este complejo endorreico cuando se secó y, por otro lado, que los niños y niñas aprendan que existen este otro tipo de especies diferentes a las que habitualmente conocen o se muestran en una granja escuela.
Además, el ecohuerto es otra de las actividades donde pueden sembrar, en diferentes bancales, plantas hortícolas y aromáticas y crear lo que se conoce como un hotel de insectos, es decir, una infraestructura de madera, normalmente en forma de pequeña casa, donde los insectos pueden anidar, poniendo así en valor la agricultura ecológica que se desarrolla en la finca.
Finalmente, la cuarta actividad es la observación y el avistamiento de aves de las que se puede disfrutar en el complejo endorreico “Las lagunas de Osuna”, por medio de guías, prismáticos y telescopios.