La Policia Local precintó a la 1,15 de ayer parte del solar trasero del bloque de viviendas ubicado en Doctor Diego Sánchez número seis, tras el desprendimiento del muro de relleno del vano de un arco del siglo XVI que separa dos fincas.
Los vecinos temen que los desprendimientos puedan causar problemas de seguridad o daños a personas, -en un conjunto de catorce viviendas, ocho habitadas-, por lo que se muestran preocupados y piden al Ayuntamiento que actúe de urgencia. Así lo vienen demandando desde 2015 cuando denunciaron los primeros desprendimientos. Según los vecinos el solar que queda entre las viviendas y la muralla es potestad del Ayuntamiento.
«Es una zona que no se ve desde la calle. Aquí se está interviniendo en zonas de muralla más visibles desde la calle. Lo que se ha caído ayer es el relleno del vano del arco de ladrillo, pero cuando vengan más días de lluvia se puede caer también el arco» explica David Acemel, presidente de la comunidad de vecinos. Según Juan Luis Ravé el arco puede ser mudéjar o del siglo XVI. Junto al arco hay una estructura cuadrada que puede ser un torreón almohade, indica Ravé.
Antes de 1993, una de las calles más antiguas de Marchena, Doctor Diego Sánchez estaba llena de viviendas antiguas abandonadas y en ruina, especialmente en la zona colindante con la muralla. En el 93 se edificó este bloque de viviendas, pero «en esta zona no se permitió construir y el solar es propiedad del Ayuntamiento» explica David Acemel, presidente de la comunidad de vecinos.
El muro de origen almohade de la Alcazaba, con posteriores añadidos, salva el desnivel entre la Mota de Santa María y el resto del pueblo. Cinco años después de que los vecinos denunciasen el mal estado del muro, el Ayuntamiento sigue sin intervenir, lamentan los vecinos.
En 2015 los vecinos hicieron una recogida de firmas y lo presentaron en el Ayuntamiento sin respuesta según relatan a ésta redacción. El 6 de junio de 2017 presentaron un escrito al Ayuntamiento exponiendo la situación. En noviembre del mismo año el presidente de la comunidad de vecinos David Acemel denunció a este medio que la muralla de la Alcazaba presentaba grietas y desprendimientos frecuentes de de piedras que suponen un peligro para las familias que allí viven, en su opinión.
Los desprendimientos se producen a unos 15 metros de las 14 viviendas donde viven niños y adultos según relatan. El 14 de Marzo de 2018 los vecinos envían nuevo escrito al Ayuntamiento para que actúe de urgencia ante los desprendimientos de la muralla de la Alcazaba en la zona. Un año después, en 2019 se produjo la visita de unos técnicos, explican los vecinos.
No es el único problema que causa la dejadez en la zona. Los incendios de pastos son frecuentes cada verano en el solar anexo de las casa de los Diez de la Cortina, dos viviendas monumentales del XVI I destruídas para construir unas viviendas que nunca llegaron a levantarse por la crisis.
La falta de ordenación y el abandona secular de esta zona, hace que el punto donde se unen el Alcázar o Castillo de la Mota, con el casco urbano sea una fuente de problemas.
TORREONES ALMOHADES OCULTOS TRAS LAS VIVIENDAS: EL ALCÁZAR O ALCAZABA DE MARCHENA
Uno de los mayores expertos e investigadores de Historia de Marchena, Juan Luis Ravé, autor del libro El Alcázar y la Muralla de Marchena, indica que la estructura anexa al arco cuyo relleno se ha caído ayer, podría ser uno de los torreones almohades que reforzaban la muralla interior de Marchena o muralla de la Alcazaba. «Algunos de estos torreones han sido desmontados y otros se han ocultado en las casas construidas adosadas» señala Juan Luis Ravé.
Tal y como ocurría con el Alcázar de Sevilla, la Alcazaba de Marchena tenía sus torreones almohades de defensa, tanto al exterior, zona rural, como al interior de la villa, en la zona de Doctor Diego Sánchez o zona de plaza Ducal. En cualquier plano del XIX aparecen dibujadas.
El urbanismo sin control y la inacción en materia de conservación hacen que la que es la zona más antigua de Marchena, este sumida en un cúmulo de estructuras difíciles de identificar sin un estudio en profundidad, señalan los expertos consultados, tanto arquitectos como historiadores.
La falta de estudios en profundidad, arqueológicos, arquitectónicos e históricos sobre el recinto de La Mota y sus muros de defensa almohades, así como la ausencia de herramientas efectivas y actualizadas de ordenación urbano, hacen difícil la datación e identificación de las estructuras históricas de la zona.
Restos de la Muralla de la Alcazaba, junto a la calle Doctor Diego Sánchez.