Tras la prórroga Europea para que la empresa más sucia y contaminante del mundo, Mosanto siga cometiendo fechorías en los despachos politicos y de abogados europeos otros diez años más, se confirma que la estretegia de contaminar ahora y poner en riesgo la vida del planeta y de seres humanos resulta rentable, aunque la empresa haya sido condenada a pagar indemnizaciones millonarias por poner en riesgo y acabar con la salud de miles de personas.
El problema es que para Monsanto y Bayern cada vez hay mas demandas y les cuesta cada vez más dinero mantener esta estrategia. Eso quiere decir que solo cuando tengan tantas demandas que no les quede más remedio que parar, pararán.
Lejos de ser una empresa apartada, sancionada, o puesta bajo sospecha Monsanto a través de la compra de Bayern, tiene contra las cuerdas a medio mundo Europa incluída, tratando de retrasar por todos los medios la prohibición de ciertos productos señalados como cancerigenos por los organismo internacionales.
En el documental El Mundo segun Monsanto vemos como la empresa contamina desde al menos 1937 com los PCB que provoca efectos tóxicos pero en una carta dirigida a los responsables de ventas en 1970 reconocer que «no podemos permitirnos perder un solo dólar en ventas» es decir que la empresa Monsanto ocultó que estaba envenenando a los vecinos de Aniston porque no quería perder ni un dólar.
En 2001 veinte mil vecinos de Aniston presentaron una demanda contra Monsanto que fue condenada a pagar trescientos millones de dólares, descontaminar el lugar del vertido y construir un hospital, pero ningún directivo de la empresa ha sido juzgado.
Ahora, Bayer, dueña de Monsanto, sigue defendiendo la seguridad del glifosato, afirmando que no está vinculado con el cáncer, a pesar de un fallo judicial en San Francisco que los condenó a pagar 290 millones de dólares por no advertir a un jardinero sobre los riesgos potenciales del herbicida Roundup que podría causar cáncer.
Francia decidió prohibir el glifosato dede 2021, y en Brasil, un juez ha suspendido la venta de productos con glifosato a la espera de una revisión toxicológica. Bayer se mantiene firme en su posición y no tiene planes de detener la producción de glifosato.
EL NEGOCIO DE GANAR JUICIOS E INFLUENCIAR POLITICOS
Más allá del producto que venden, el negocio de Monsanto tiene que ser defendido por una legión de políticos y abogados que los respakdan en los pleitos en los que batallan por medio mundo.
Monsanto fue comprada por Bayern en 2016 por unos 57.000 millones de euros pero desde entonces ha enferntado y perdido miles de demandas alegando que su herbicida Roundup es causante de cáncer, que han incidido en el valor de la compañía.
En noviembres Las acciones de Bayer bajaron un 21,3% en la Bolsa tras confirmase la interrupción de un estudio para el desarrollo de un fármaco para reducir el riesgo de accidente cerebrovascular y una nueva multa en Estados Unidos relacionada con el uso de glifosato en ‘Roundup’, el herbicida de Monsanto. Lo que singifica perder miles de millones.
El pasado diciembre Monsanto ha sido condenada por daños y perjuicios a siete personas por vertidos ilegales en la escuela Sky Valley Education Center, en la localidad de Monroe, cinco exestudiantes y padres de alumnos afirmen que su exposición a químicos conocidos como bifenilos policlorados (PCB), presentes en las lámparas, les causaron problemas de salud.
Mientras tanto en México un grupo de activistas ha logrado hace unos días frenar a Monasnto y ganar un batalla legal para mantener las restricciones al uso de glifosato y la prohibición del maíz transgénico de Monsanto en México. Los jueces piden revisar los impactos del glifosato y proteger la biodiversidad, alineándose con el decreto presidencial y considerando el papel cultural y dietético del maíz en México.