La capacidad de reflexionar para no dejarse llevar por la masa manipulada es lo que enseñaba el maestro de la película «La lengua de las Mariposas» a sus alumnos. Desde Unamuno no hay tradición tan española como no valorar el mérito, la reflexión, la inteligencia sino la zafiedad y el latrocinio.
Yo mismo tuve profesores que me enseñaron a ser critico y luego cuando se convirtieron en Alcaldes fueron los primeros en convertirnos en ovejas negras a los descreidos.
Hoy, los cachorros de aquellos herederos de los maestros de la República reconvertidos en zorra que vigila el gallinero siguen entregándose a las tradiciones hispanas como si no hubiera un mañana, bajo una capa de ideología impostada creando cortinas de humo, tintas negras de calamar que vienen a posarse sobre las esperanzas de cambio de nuestras alas rotas.
Tras haber dado forma en las últimas décadas una sociedad acrítica y acostumbrada a la adulación del poderoso y a la limosna, el siguiente paso era convencer al redil de que el peligro somos las ovejas negras y no las zorras de los gallineros.
Unamuno y otros intelectuales se olvidaron de enseñarnos que en España nunca existió la ideología, sino una soterrada lucha por llevarse el dinero publico que recuerda sospechosamente al turnismo caciquil del siglo XIX.
Y por eso el mal político español siempre tiene necesidad de desviar la atención de lo que en verdad hacen sus manos, con una algarabía de frases altisonantes y sin sentido, sin rumbo y sin miras de Estado que distraiga y haga titulares.
Con dos o tres frases repetidas hasta una saciedad «goebbeliana»nos convenzan de que todo va bien, cuando en realidad, las empresas se marchan, los municipios puerden habitantes,los agricultores se arruinan y cada vez es más difícil ganarse la vida siendo honrado. Pero a ellos les da igual porque hace muchas décadas dejaron de ser honrados y parieron esta cleptocracia.
El problema es que hace cien años que las ideologías terminaron, por eso ya nada resulta creíble. Si por ideologías fuera ya tendríamos centenares de nuevas ideiologías. Sin embargo seguimos dándole vueltas a las de hace cien años, otra señal de que no se trata de ideología, sino de dinero.
En nuestros días nada tan fácil para crear una ideología o un discurso, o un programa elecotral o una campaña, que darle al botón de la IA, intlegiencia artifiicial. ¿Se imaginan que en el futuro se supiera que tal o cual lider hizo su programa o ganó unas elecciones gracias a una IA?. Los lideres tecnológicos del mundo andan advirtiendo que la IA tendrá más consecuencias de la que algunos imaginan y que habrá un cambio total de modelo.
¿Cual ez el problea,?. ¿Que de repente se den cuenta que una IA es capaz de hacer mejor su trabajo que un concejal o un funcionario?. ¿Que no necesitamos una estructura de poder que nos manipule?. Que en el futuro será la tecnología la mejor herramienta de manipulación.
¿Se han parado a pensar que podemos hacer todo por internet menos votar?. El sistema teme que la tecnología acabe mas pronto que tarde con la supremacía de unos privilegiados que gobiernan en base a hacernos creer sus mentiras.
Llegaremos a ciudades gobernadas íntegramentes por IA, sin necesidad de burócratas y políticos trincones. Y el bipartidismo del futuro será el de los científicos que piden avance y modernidad frente al de los de siempre que siguen aferrados a la teta del Estado en base a crear falsas ovejas negras.
Y sólo entonces entenderemos la necesidad de dejar de llamar ovejas negras a los que pensamos distinto y a potenciar la inteligencia natural del ser humano, de discernir entre la verdad y la mentira.