El exito del espectáculo «Recordando a Marchena» de Sandra Carrasco y David de Arahal sigue adelante y ha llegado a Madrid, ciudad que fue testigo de muchos écitos del cantante marchenero.
El Niño de Marchena, La vieja, Chacón chico, Marchena cuenta con el privilegio de atesorar la memorua y origen de uno de los cantaores flamencos mas recordados en la historia del flamenco en España.
Y dijo Sandra Carrasco: «Todo nace en un sueño. A la semana de morir mi padre soñé que él me decía: «Mañana por la mañana cuando te levantes, quiero que dejes de llorar y que lo que hagas sea ponerte a estudiar a Marchena y hacerle un homenaje». Y de esta forma una cantaora de Huelva se subió a los escenarios para difgundir el lega de Pepè Marchena a las nuevas generaciones. ¿No es esto digno de un guión de cine?.
Mientras llega el momento anunciado por Valderrama de que cien años despues de su muerte vendrán gentes de toda España a buscar sus recuerdos, su memoria y su casa natal un grupo de artistas ya está haciendo el trabajo de recuperar su memoria en los teatros, entre ellos Sandra Carrasco y David de Arahal, que acaban de estrenar «Recordando a Marchena» en Madrid, altavoz de España.
Sandra Carrasco y David de Arahal, están consiguiendo el objetivo de Recordar a Marchena y traerlo a las nuevas generaciones de flamencos demostraron que la música de Pepe Marchena sigue siendo relevante y que toca aun hoy las cuerdas del corazón.
Mientras Chipiona tiene el Museo a Rocío Jurado,Jerez elde Lola Flores o San Fernando el de Camarón, Jose Tejada tuvo la mala suerte de nacer en Marchena donde el cainismo y la ingratitud a sus hijos notables es la moneda de cambio y donde aún no está previsto crear un museo a Pepe Marchena.
«Éxitos, películas que aún suenan en la memoria, Paloma de mis amores y María del Carmen, ambas de 1935; las famosísimas La Dolores y Martingala de 1940; y en 1955 La reina mora, con la famosísima tonadillera de por entonces Antoñita Moreno… Otros tiempos, no tan lejanos en el tiempo, pero en los cambios sociales, remotos. Y aún no se ha hecho una película biográfica de Marchena, su sociedad y su mundo, ¡País!» escribe Teresa Fernández Herrera en Aqui Madrid.
Para quien sabe ver y tiene visión de fuituro, la música de Pepe Marchena, es la memoria colectiva de todo un pais y de una generación. La de nuestros padres y abuelos que llena teatros, guiones de cine y museos.
Natalia del Buey, escribe en Zoco Flamenco «Sandra compartió con el público la conexión personal y emocional del espectáculo con la pérdida de su padre, a través de la música de Marchena. (…) La música como un puente entre generaciones y un medio para sanar. La respuesta emotiva del público y el despliegue de talento en el escenario, mostraron la universalidad y el poder curativo de la música flamenco, en una noche donde la Sala Negra se convirtió en un espacio de celebración de la vida y el legado musical».
Luisa Fernández, escribe en Madrid.org «El espectáculo fue más allá de una mera imitación, ofreciendo una reinterpretación de Pepe Marchena sin perder las raíces del legendario artista. La propuesta fue descrita como grande, compleja y sin concesiones, lo que refleja un profundo respeto y comprensión del flamenco tradicional».
«La ovación final fue un testimonio del viaje emocional que los artistas habían compartido con los espectadores, un homenaje que resonó profundamente en la escena flamenca madrileña» describe Antonio Ruiz, en Teatros del Canal.
Los Cuatro Muleos, una de las canciones populares de mayor éxito de García Lorca,»La historia de «La Rosa», de los Alvarez Quintero, el nacimiento de las colombianas, de los fandangos de Pareja por Marchena, recuerdos de Ramón Montoya, Sabicas, Rafael Pareja, El Niño Gloria, Manuel Torre; recuerdos de la Copa Pavón y el primer premio por fandanguillos para el Niño de Marchena. Conrtratado en La Latina ¡por doscientas pesetas diarias! increíbles por esos años. Primer disco, primer sainete «Málaga ciudad bravía» con número andaluz con él y Ramón Montoya» escribe Teresa Fernández Herrera en Aqui Madrid.
Para nosotros los marcheneros Pepe Marchena es la calle Arahal, la Plaza Vieja, la fragua donde trabajó en el Arco de la Rosa, la memoria de sus sobrinos, quienes le vieron guardar cerdos cantando por Montepalacio, la muchedumbre que le acompañó a su entierro, que es la primera memoria que muchos tenemos, los vellos de punta al recordar a nuestros padres y abuelos cantando o escuchando Los Cuatro Muleros, la luna con cerco, el cine Planelles en dias de estreno, cuando cantaba Pepe Marchena,
La Plaza Vieja y el Pololo cuando venía de alguna de sus giras. Y así lo tenemos que contar en el futuro museo Pepe Marchena cuando nuestros recuerdos valgan su peso en oro, cuando se estrene la próxima serie o pelicula de Pepe Marchena en Netflix o en un cine o cuando en Marchena haya algo digno de ser llamado concejal de Cultura o Ayuntamiento de todos los marcheneros.