Cada 28 de Agosto se conmemora a San Agustin, copatrón de Marchena.
El 27 de Agosto de 1765 se bendijo la iglesia de San Agustin de Marchena y en Enero de 1766 el duque Don Manuel es enterrado en San Agustín procedente de Madrid. En 1835 se van los Agustinos por la Desamortización y en 1915 llegan los mercedarios descalzos.
Tarde te amé, Hermosura tan antigua y tan nueva. Yo te buscaba afuera, Y Tú estabas dentro, muy dentro, Tan dentro de mí. Este poema refleja la experiencia personal de San Agustin, que tras una vida de excesos se convirtió al cristianismo y llegó a ser padre de la iglesia tal y como dejó escrito en sus «Confesiones».
San Agustin defendía como orador al Emperador romano Valentiniano en Milan contra el obispo Ambrosio, cuando se convirtió tal y como habia deseado Mónica, su madre. Fue en Milán en 387 en tiempos de presecución de cristianos.
La primera comunidad agustina la funda el propio Agustín en Hipona en el 391. En el siglo V había aproximadamente 35 monasterios agustinos en África de donde la orden pasa al sur de España. Olvidada en el medievo la orden se reorganiza en 1243, tras la petición papal.
La orden entró en una profunda crisis después de que el Agustino Lutero, pusiera en duda los dogmas de la iglesia. Muchos frailes agustinos de Europa se pasaron al luteranismo.
Los Agustinos estuvieron en Marchena desde 1566 hasta 1835 y nos dejaron el templo de San Agustín, levantado por el patronazgo ducal quedando en la memoria del pueblo su valiente actuación en la peste de 1638 que hizo que el Ayuntamiento concediese el co-patronazgo a San Agustín y por eso en la sala de Juntas del Ayuntamiento existe un lienzo de San Agustín, procedente el antiguo Ayuntamiento de la Plaza Ducal.
Los agustinos llegaron a Sevilla con el Rey San Fernando en 1249 desde Córdoba y se instalaron en unas casas de la Puerta de Carmona. Los Ponce de León se convirtieron en sus patronos principales.
El Cristo de San Agustín tenía una hermandad desde 1380, que era la más antigua de Sevilla y hacía estación de penitencia al humilladero de la Cruz del Campo. En el panteón del convento de San Agustín bajo el altar mayor estaban enterrados todos los Señores de Marchena hasta el Marqués de Cádiz.
Ermitaños agustinos se instalan en Marchena en 1566 al final de la calle Santa Clara, en la Ermita de Gracia (Hospital de la Misericordia), calle Milagrosa, fundada por el ermitaño Luis Pérez en un solar donado por los Duques de Arcos.
En los conventos agustinos surgieron cofradías dedicadas al culto del Santo Crucifijo. La denominación de Santo Crucifijo procede del convento agustino de Burgos, con el llamado Cristo de Burgos, y se extiende por toda España, América y Asia llevada por los Agustinos.
En 1616 los agustinos se mudan a las casas de las beatas de Antón Gil al final de la calle Sevilla, un año después piden limosna para la nueva iglesia y en 1638 San Agustín es nombrado “copatrono” por el Ayuntamiento por la intervención de los frailes agustinos en la epidemia de peste. En agradecimiento en 1649 el Ayuntamiento destina el dinero de las fiestas de ese año por la boda del Duque con Victoria de Toledo para la obra del templo de San Agustín que empieza ese año.
Copiando las reglas de esta cofradía sevillana se funda en el convento agustino de Ecija la Hermandad del Santísimo Cristo de la Sangre, fundada en 1564 c.