Icono del sitio Marchena Noticias. Marchena Secreta. El tiempo en Marchena. Sucesos Marchena. Planes de verano en Andalucia. Marchena Noticias

¿Porqué Santa María no abre?. ¿Quién ha cerrado las puertas?

VÍCTOR MANUEL RONCEL CARMONA
Devoto cernicalero.

La imagen puede contener: 4 personas, personas de pie y exterior

LEYENDA O REALIDAD
Mi casa, mi familia en general, somos parte de esas otras muchas familias, que se sienten “cernicaleros» y hacen de ello, prácticamente, una forma de vida. Lo que no sé con certeza, si la historia que os narro ahora, es conocida, ya que en mi casa, siempre se ha contado como una especie de leyenda. Si es una realidad o no, posiblemente dependerá de cada uno/a.

Se cuenta, que un pequeño, hijo de una devota madre de la SEÑORA, y hermano de otros cuatro descendientes de esta mujer, sintió la necesidad con tan sólo 8 ó 9 años, de ir todos  los viernes a Santa María llevando un ramo de claveles rojo y otro blanco, para su Cristo y su Virgen.

Su madre le preparaba los ramos, ni siquiera preguntaba, sabía que su hijo iría el viernes a llevarlos, la distancia tampoco era problema, ya que su hogar no era cercano a la conocida iglesia, todo lo contrario bastante alejado. Sin embargo, era o es, -ya que no sabemos si todavía vive, no hay fechas concretas-.

Su devoción y fé hacia ELLOS era tan grande, que nunca pensó en la lejanía, la lluvia, el frío o cualquier otra circunstancia que pudiera complicar su camino, simplemente iba.

– Mamá, preguntaba siempre, ¿los claveles los tienes ya preparados?
– Claro hijo, contestaba su madre orgullosa, vete ya.
– Sí mamá, ya estarán ELLOS extrañando mi presencia.
Curiosamente era verdad, ELLOS, su Cristo y su Virgen, realmente lo extrañaban, se lo decían a través de unos mayores que siempre estaban allí.

– ¡Hombre!, hoy has tardado, dijo aquel hombre al que llamaban, “el de la luz».
– Eso mismo estaba pensando yo, comentó también al que llamaban “el prioste».
– Pues menos mal, porque pocas flores iban a tener este viernes, afirmó otro que
siempre preparaba la lotería de todo el año.


Así pasaba el tiempo, el niño crecía, ya no iba solo a Santa María, su hermano pequeño iba con él. Ya lo conocían todos también, y siempre le pedían a ambos, que ayudasen y trabajasen con todos esos mayores que allí siempre estaban.

Los dos hermanos pensaban que vivían allí, porque nunca llegaron a echar en falta a ninguno. Aprendieron muchos de los secretos de la hermandad, asistían a los cultos, charlas, ensayos y cualquier actividad que se realizara, vivían intensamente su amor hacia su Cristo Yacente, su Madre y Señora de la Soledad y a la Cruz, que cariñosamente llamaban todos, “la escalerilla”.

Nunca pensaron en no disfrutar de esos momentos, pero algo cambió, sin quererlo, de pronto, sin remedio, una pesadilla se apoderó de ellos. Cuando se dieron cuenta, no estaban los mayores, no había ramos de claveles, nadie los extrañaba, nadie los esperaba, su madre no los consolaba, no podía. No sabía qué pasaba, quién mandó aquel mal sueño.

¿Era un sueño o realidad?, ¿porqué Santa María no abre?. ¿Quién ha cerrado las puertas?, porqué, para qué, ¿es una prueba, un examen Divino?. Puede ser, podría ser, yo no lo dudo, tiene que ser una oportunidad que nos vuelven a dar Ella y su Hijo para aprender lo que realmente importa, para volver a empezar, a eliminar las cargas que hemos comprobado no son tan necesarias.

Eso mismo pensaban aquellos dos hermanos, no puede ser de otra forma;
– ¿Porqué si no no podemos VERLOS?
– ¿Porqué si no no quieren pasear por Marchena?
– ¿Porqué no quieren ya flores, música, saetas, nazarenos, costaleros, mantillas o
manto y sayas, capataces, rezos, palmas?.

– ¿Porqué no dejan pasar a los que guardan su urna, los que lo bajan de su Cruz, los
que lo envuelven en aquel Sudario de FÉ, las tres marías, la Verónica que lo limpia, la
que nos muestra su rostro para rezarle a su paso. La que porta sus potencias, los que
portan sus insignias, faroles, ciriales, pértiga y pertigueros, contraguías y listeros,
aguaores, celadores y aquel del carro de velas, el que no les falla nunca y siempre
vuelve a llevarlo?.

– Tiene que ser un mensaje, como el que dan los maestros a sus alumnos y alumnas,
para que aprendan lecciones. Lecciones ya de por vida. Vida que es lo que nos falta,
por eso querrán mandarnos, una lección verdadera. Que amemos más y dejemos, las
miserias de esta tierra.

– Cómo si no explicaremos, que el SÁBADO SANTO cierren las puertas de su Palacio.
Han cerrado hasta su arco, aquel que todos pasamos, pensando siempre en su paso.
Arco de gloria terrena, que nos sube a la morada, de la Reina marchenera, que
cruzamos siempre viendo, el Pelícano que remata esa urna que nos lleva, a su
Resurrección siempre Eterna, para que así comprendamos que la Cruz nos da vida,
además auténtica vida Eterna.

– Cómo si no explicaremos, que no quiere ELLA este SÁBADO, que le canten en su
puerta, que le recen con poesías o con plegarias internas, no puede ser un castigo,
tiene que ser un mensaje, un mensaje que nos muestra, la VERDAD, la GLORIA y la
PUREZA.

Así de tanto pensar ya convencidos se quedan, esos dos hermanos que no conocen
Marchena sin haber estado dentro y viviendo con firmeza, el interior de una iglesia que cierra este año sus puertas, esperando abrirlas enteras, de par en par y esperando, que entremos buscando Paz, para subir siempre el Tiro, resucitando con Él, el alma, el espíritu y agradecer para siempre sentir la fé verdadera.

Sólo espero, que esta supuesta leyenda, sirva para darnos cuenta, que Dios, nos manda señales, para volver a decirnos que Él y sólo El, marcan de nuevo el camino para encontrar en sus Gestos, el CAMINO, LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA.

No sé si aquellos hermanos, viven y pasan a llevar sus Ramos cada viernes, lo único que sé, es que si esta historia no es verdad, no hemos entendido nada y caeremos de nuevo en nuestros defectos de seres imperfectos.