Día difícil y lleno de emociones en Marchena. Por un lado, la vida debe continuar, y con ella, la ilusión de los más pequeños. La celebración de los Reyes Magos ha sido hasta ahora uno de los días más importantes del año, una jornada de fiesta y alegría. Sin embargo, a partir de este año, la fecha también llevará consigo un recuerdo inevitable: en memoria de la víctima que falleció el año pasado en el trágico accidente durante la cabalgata en la plaza de San Andrés. Un momento de reflexión y memoria en medio de la celebración.
Este mediodía, un grupo de familiares de la víctima del accidente colocó flores blancas en el lugar del suceso como parte de un acto espontáneo, íntimo y familiar. No hubo presencia oficial en el evento, posiblemente esperando que pasen las fiestas para realizar un homenaje más formal, como la colocación de una placa en memoria de la víctima o similar.
Un año ha pasado ya desde el accidente y las pesquisas judiciales apenas han avanzado al menos, públicamente. Al principio, algunos periódicos se aventuraron a sugerir posibles causas y señalar aspectos relacionados con la responsabilidad del trágico suceso en la cabalgata del año pasado. Sin embargo, a nivel judicial, la causa sigue su curso sin avances significativos ni visibles, y hasta el día de hoy, no hay información oficial y judicial concreta sobre lo sucedido aquella noche, la cual quedará tristemente marcada en la mente y en el recuerdo de los marcheneros por varias generaciones.
Hace un año, Marchena se convirtió en el foco de atención de todos los noticiarios nacionales e incluso internacionales. La noticia tuvo un gran impacto y generó varias muestras de solidaridad, como la memorable acción de la banda Virgen de los Reyes de Sevilla. En una de sus actuaciones el día de Reyes, el 6 de enero, en Triana, la banda dedicó un Padre Nuestro a las víctimas de la tragedia de la cabalgata de Marchena. Más recientemente, el Consejo Regulador de Estepa encargó a un artista local la realización del cartel de la Navidad de 2023, un gesto simbólico de solidaridad entre los pueblos de la provincia de Sevilla.
Todavía hay algunas personas afectadas que continúan necesitando cuidado y atención médica debido a las lesiones recibidas tras el accidente. Además, no se han logrado grandes avances en el proceso de cobro de seguros.
El silencio oficial contrasta con la necesidad de respuesta por parte de los allegados y personas cercanas a la víctima. No solo ellos, sino también todos los que estaban esa tarde en la plaza de San Andrés se ven afectados, porque cualquiera de las personas presentes podría haber sido igualmente afectada. La situación resalta la importancia de la transparencia y comunicación por parte de las autoridades en momentos de crisis, así como la solidaridad y preocupación compartida.
Muchos vecinos de la plaza de San Andrés, aquellos que vivieron directamente el suceso trágico, vivieron semanas de dolor y recuerdo tras el accidente tan imprevisto e improbable durante un día festivo. Este es el motivo por el que muchas personas han optado por alejarse de las festividades y celebraciones de hoy para no revivir el dolor de aquel día. Son numerosos los marcheneros que han decidido dejar Marchena en esta fecha, una decisión comprensible dada la angustia que puede provocar el recuerdo de momentos tan difíciles.
Estas personas no podrán evitar la sensación de desconfianza y seguridad perdidas, mientras otros han optado por permanecer y experimentar nuevamente un Día de Reyes que, al menos en Marchena, será muy diferente a lo que solía ser. Esto sucederá a pesar de los intentos por reinventar, imaginar y planificar algo nuevo, como sacado de la manga, hasta que transcurran varios años y se desvanezca al menos el amargo recuerdo que muchos vivieron.