Conferencia este jueves 6 de Febrero a las seis de la tarde en Bar Rey, sobre Posverdad y Fake News, con Teófilo Portillo Rodríguez, profesor de Filosofía y autor de «La filosofía no es tan difícil».
«Las últimas corrientes de filosofía han difundido entre la población, renunciar a los ideales, a la verdad, y conformarse de alguna forma con lo que sea, porque se da por sentado que ya no hay verdad, todos son interpretaciones y no hay nada confiable» expone Portillo.
«También es cierto que hay una serie de agentes sociales que están luchando por fomentar un espíritu crítico y el pensamiento crítico entre los ciudadanos y eso me parece muy importante y en eso podemos colaborar cada uno desde su campo, el periodismo o la educación» señala Portillo. «Fomentar que el ciudadano sea lo más crítico posible y no se deje engatusar por mentiras y esta cuestión interesada de la posverdad», expresa.
«El término posverdad se atribuye a Trump, pero es más antiguo y deriva de autores ingleses».
Posverdad o mentira emotiva describe la distorsión deliberada de una realidad en la que los hechos objetivos tienen menos influencia que las apelaciones a las emociones y a las creencias personales, con el fin de crear y modelar la opinión pública e influir en las actitudes sociales
«Se usa post-verdad para hablar del clima social en que estamos, rodeados de mentiras e intentos de manipulación» explica Portillo. Si bien la mentira y la manipulación política siempre han existido, desde Roma en donde los senadores pagaban a personas para que hablaran bien de ellos, hasta la prensa amarilla del siglo XIX o la prensa de propaganda política.
«Hoy eso está multiplicado por mil por la explosión de medios digitales y la rapidez de las comunicaciones. Para mi lo peor no es que se digan mentiras sino que se hacen queriendo, se le da poca importancia a la sinceridad del que habla y el ciudadano se encuentra con el plan de decir. Bueno, ¿de aquí se puede salir?. Que se quede bloqueado a nivel ético, político, a mí me ha pasado, decir, a qué carta me quedo de todo este asunto» explica Teófilo Portillo.
El término «posverdad» fue usado por primera vez en un ensayo de 1992 por el dramaturgo Steve Tesich en The Nation (de Nueva York) escribiendo sobre el escándalo Watergate, y la Guerra del Golfo, expresó: «Nosotros, hemos decidido libremente que queremos vivir en algún mundo de posverdad».
Recursos educativos para un pensamiento crítico humanista
«La mitad de la charla se refiere a casos prácticos de cosas que se están haciendo para identificar las fake news», explica. «También se mezclan indebidamente elementos, noticias que se dan con un determinado sesgo, cargando las tintas en un sentido u otro». Mientras más fuentes de información tenga un periódico más creíble es, expone Portillo. Lo cual equivale a que si un medio tiene una sola fuente, sobre todo si es relacionada con el poder, menos creíble es.
«Para la posverdad no importa si una cosa es verdadera o falsa, lo que importa es su capacidad de servir a determinados intereses -política o comercial- y su capacidad de promover la reacción emocional del público, eso es lo que interesa» explica Teófilo Portillo.
«No interesa que el ciudadano piense, analiza, vea los pros y los contras, lo que interesa es llevar al ciudadano a donde yo quiero y eso lo consigo más fácilmente provocando reacciones emocionales en las personas. Puedo transmitir un mensaje que en parte sea verdad pero si le alado carga emocional tipo patriótica o política, consigo llevarme de calle al público» expone Portillo.
A menudo se suele argumentar desde el campo de la Teoría de la Comunicación que los mensajes más racionales son más adecuados para auditorios más cultos y de más edad mientras que los mensajes emocionales calan más entre los adolescentes.
«Yo eso lo discuto porque he estado 37 años trabajando con adolescentes y yo pretendía que ellos se dieran cuenta que tienen una vía de pensamiento emocional y otra racional y hay que equilibrar las dos cosas. Mi experiencia me dice que hay muchos chavales que razonan, que discuten, que analizan y que no se dejan engañar» explica Portillo. «Me llama la atención el pensamiento critico que tienen, saber descubrir los trucos ver distintas versiones de la información etc».
«Para que haya pensamiento crítico es necesario un equilibrio personal».
Qué se está haciendo para detener las Fake News
El Gobierno de España ya trabaja en un proyecto de ley que regule de alguna forma las Fake News, sin caer en la censura, mientras que países como Singapur ya tienen sanciones económicas desde hace ocho meses, contra las noticias falsas, también un grupo de medios internacionales han creado Trust Project, otros publican decálogos para el ciudadano, mientras que las webs Rumores.com, o maldita.com se dedican a detectar noticias falsas.
La UE ha hecho una serie de estudios e informes con una serie de recomendaciones para que lo apliquen los estados miembros en la línea de fomentar el espíritu crítico de los lectores en la línea de Alfabetización Mediática.