En la actualidad los Grupos de Acción Local se han convertido en un instrumento de desarrollo «poco operativo, excesivamente burocratizado, sin apenas poder de decisión y sometido a un férreo control de la administración y no casa con la agilidad cercanía y simplificación que necesitan los pequeños emprendimientos rurales».
Ahora que aumenta la despoblación «la propia Administración ignora este y magnífico instrumento contra la despoblación que existe desde hace 30 años que son los Grupos de Acción Local», señala.
Destaca las piedras en el camino encontradas por estas asociaciones: «Los mismos que crean la iniciativa después le ponen piedras en el camino» señala. «No está libre de ser monopolizado por partidos políticos o personas o entidades que quieren controlarlo o incluso administraciones que no ven con buenos ojos o con recelo compartir esta parcela que antes sólo la tenía el estado en todas sus formas».
Aunque han de ser sometidos a control «que garantice el correcto uso de los fondos públicos» pero sin convertirse «en una tutela absoluta sin poder de decisión y bajo la sospecha continua de una administración absolutamente celosa de su parcela de poder». Con la llegada de los fondos Next Generation de la Unión Europea estos grupos «podrían convertirse en centro de innovación de los territorios rurales».
Teresa Benítez Lora destaca que los programas de desarrollo rural creados por la Unión Europea como una iniciativa para frenar la despoblación en las regiones europeas «ha resultado ser una de las políticas públicas más rentables desde el punto de vista económico cada euro público invertido en proyectos líder moviliza 1,5 euros del sector privado».
También destaca estos grupos como ejemplo de democracia interna por su composición público privada, equilibrada entre los sectores públicos agentes económicos y sociales de las comarcas».
«No se puede hacer desarrollo rural desde las ciudades, ni desde los despachos de Bruselas». Todas estas inversiones en pequeñas infraestructuras locales y apoyos a emprendimiento relacionado con la formación en nuevas tecnologías, diversificación de actividades «es lo que hace que el entorno rural esté vivo y que la gente que vive en las áreas rurales tengan servicios de proximidad» destaca.
Andalucía es esencialmente rural y como ejemplo existen cuarenta y siete grupos de desarrollo rural en 51 zonas rurales donde viven 4 millones de habitantes y en los Grupos de Desarrollo Rural están presentes más de 5000 agentes incluyendo asociaciones de empresarios de jóvenes de mujeres , Ayuntamientos, Mancomunidades, etc.