La Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias de UGT ha avisado este martes de que el altercado protagonizado este pasado lunes por tres presos de la cárcel Sevilla II, localizada en Morón de la Frontera, finalmente reducidos tras un intenso griterío y el lanzamiento de mobiliario del recinto, no constituye «un hecho aislado».
La organización sindical avisa en ese sentido de que además de este altercado, saldado con al menos un funcionario lesionado, «se da la circunstancia de que hace menos de un mes, otro incidente grave termino con una funcionaria agredida recibiendo codazos y patadas por parte de un interno extremadamente agresivo».
Los sindicatos señalan además «el doble castigo que sufre la plantilla» de esta cárcel, primero porque «tras el estado de alarma, internos con cierta entidad son trasladados desde centros de toda la península por protagonizar incidentes regimentales graves, con numerosas sanciones disciplinarias», lo que deriva en «módulos conflictivos masificados» y «una espiral continua de incidentes en los distintos departamentos».
«Estos incidentes graves implican una merma en el complemento de productividad de los funcionarios», agrega Acaip-UGT sobre dicho «doble castigo», reclamando «estabilizar la plantilla» de este centro peinitenciario y «condiciones óptimas» para los funcionarios.