La directora creativa de Dior bucea en los orígenes de las representaciones marianas, desde Roma hasta Sevilla y América para incorporar las técnicas del bordado tradicional a sus colecciones.
El taller de bordado ecijano de Jesús Rosado ha confeccionado los bordados de varias piezas del desfile de moda de la marca francesa Dior, presentado ayer en la Plaza de España de Sevilla.
La directora creativa de la multinacional francesa, la italiana Maria Grazia Chiuri, visitó el pasado Febrero el taller astigitano ubicado en una casa barroca en el centro de Ecija y cerró un acuerdo con el taller ecijano más conocido por sus bordados que lucen los principales pasos de semana Santa de Sevilla y Andalucía.
En total son quince artesanos locales, los que han aportado piezas al desfile de Dior ayer en Sevilla, desarrollado en la Plaza de España.
Los bordados de Rosado aparecen asi en una chaqueta negra diseñada por Christian Dior -empresa que mueve miles de millones por todo el mundo- en 1947 y que ahora se actualiza con bordados sevillanos, así como , un bolso lady Dior, y un top de otro traje. La directora creativa de esta marca se caracteriza por unir la tradición y la vanguardia en las zonas en que trabaja, contando con artesanos locales.
En los últimos meses Maria Grazia Chiuri directora creativa de Dior ha conocido en profundidad Sevilla y ha descubierto la maestría de los bordados tradicionales en las vírgenes sevillanas y ha compartido en sus redes sociales su sorpresa al ver cómo la luna que aparece a los pies de la Virgen es en realidad un símbolo de la fertilidad tomada de diosas romanas y antes de otras culturas refiriéndose directamente a la mezcla cultural que supone ver cómo elementos de distintas culturales aparecen en las representaciones tradicionales sevillanas.
Chiudi ha estudiado a fondo el origen de las representaciones marianas sevillanas que desde nuestra tierra dieron el salto a América, y cuyo inicio puede aún rastrearse en la Basílica romana de Santa Maria Magiore o La Mayor donde puede verse el primer icono de la Virgen llamado Salus Populi Romani, una representación de la Virgen sobre una fuente, que tiene el mismo nombre de la diosa romana de la salud, Salus diosa de las aguas, que en Grecia era Higia, diosa de la higiene y en el mundo fenicio y antiguo era Astarté, diosa de la fecundidad.
Desde Roma esta iconografía y culto se difundió por todo el imperio hasta llegar a Andalucía tal y como estudió Maria Luisa Ottomano Queraltó en su estudio cultos salutíferos en la Bética romana.
En este estudio explica cómo la Diosa Salus era venerada en los lugares con fuentes y manantiales medicinales, como ocurrió en Marchena en el yacimiento del Lavadero donde se encontró un gran estanque usado en cultos salutíferos. Del mismo modo, algunas características del culto a la Virgen del Rocío son herederas de los cultos a Astarté fenicia que entró en el sur de España hace 3000 años por Cádiz y se extendió a Camas y la zona del Rocio según las evidencias arqueológicas.
Chiudi ha estudiado a fondo los bordados sevillanos visitando las hermandades de la O, Los Gitanos y la Macarena y compartiendo en redes sociales sus visitas.