Este año ocho comparsas y chirigotas han dado vida al carnaval de Morón, además de un espectacular pasacalles en el que participan 3.000 personas, el pasado fin de semana, desde el barrio del Castillo, Santa María, al Ayuntamiento. Antes, David Mena el Moro, puso el listón muy alto con su pregón en el que participaron cinco agrupaciones carnavalescas y la Tagarninada, que también fue en el barrio de Santa María. El próximo sábado termina el carnaval de Morón y la Federación de Agrupaciones Carnavalescas organiza en la carpa de la caseta municipal, una fiesta llamada Ciudad del Carnaval con actuaciones y la entrega de premios a la familia de la Morena por su innovcación en el carnaval.
«La Ejecución del Galerita» de la familia De La Morena, se ha convertido este año de como la alta cultural y la popular se dan la mano en las calles durante el carnaval, evolucionando y adaptándose a los tiempos actuales, sin perder su esencia y su capacidad de llegar al pueblo y provocar la rosa. Esta idea surgió poco a poco desde 2015, interactuando con el público desde el tipo y luego la idea se fue ampliando y enriqueciendo hasta convertirse en toda una obra de teatro original carnavalesco de 20 minutos de duración.
La clave de esta idea, explica alejandro Pérez, es que no requiere tanto tiempo como una agrupación musical, donde el trabajo musical es mucho más lento, costoso y requiero muucho más ensayos. Participar en agrupaciones carnavalescas ha requerido una dedicación de tiempo y esfuerzo considerable, algo que, debido a los cambios en los ritmos de vida, como trabajos de turno y compromisos académicos, se ha vuelto cada vez más desafiante para muchos. Ante esta realidad, esta familia de Morón decidió reinventar su participación en el Carnaval, optando por disfrazarse y actuar pequeñas piezas teatrales en las calles, una tradición que ha ido evolucionando año tras año.
Alejandro Pérez, miembro de esta familia explica que «sabíamos que participar en agrupaciones musicales requería mucho tiempo, un recurso que ahora escasea. Así que decidimos tomar otro camino, empezando por disfrazarnos y actuar pequeñas escenas relacionadas con nuestros disfraces. Poco a poco, esto se fue transformando hasta que este año decidimos hacer un teatro completo y llevarlo a la calle,» explicó Pérez.
«Dentro de la familia, entre los componentes de salimos, hay quien se encarga de hacer el tema de las armaduras, que se hacen con papel, cola y cartón. Otra es mi cuñada por ejemplo cose, la suegra de mi cuñada era costurera y su hermana también nos ha ayudado mucho a la hora de coser. Lo que hacemos lo hacemos entre todos, vestuario, otro, se encarga de otra cosa» explica Alejandro Pérez, que en la obra hace de corregidor.
«Cada año intentamos incluir a nuevas personas en el proyecto. La idea es que, eventualmente, más gente en Morón se anime a participar de esta forma y a sacar su propio teatro, haciendo que el pasacalles sea aún más especial,» añadió Pérez.
Justo en el enclave mas popular y monumental del pueblo, barrio de Santa María, en las faldas del castillo ha surgido una inicia popular, fresca y espeontánea que sorprende por su calidad. La familia de La Morena, se ha convertido en el alma de la fiesta, con su espectáculo carnavalesco teatral, que enlaza los antiguos Corrales de Comedias con el presente carnaval, con la invención del teatro carnavalesco, teatro de calle que este año, se llaman «La Ejecución del Galerita», espectáculo ambientado en 1530 cuando el castillo de Morón era el centro de la vida del pueblo. El espectáculo ha revolucionado la forma de celebrar el Carnaval en esta localidad sevillana ya que se sale de las tradicionales agrupaciones.
Los corrales de comedias fueron recintos teatrales típicos de la España de los siglos XVI y XVII, donde se representaban obras de teatro, entremeses, y pequeños espectáculos humoristicos llamados mojigangas y otros espectáculos populares de la época. Estos espacios, generalmente patios de vecindad o corrales adaptados, contaban con un escenario al fondo y gradas o balcones alrededor para el público.
Los dias previos al Martes de Carnaval, las compañias de teatro hacian su agosto, en Febero, con las comedias y espectáculos que reflejaban este espíritu de festividad y transgresión, muchas veces con un tono burlesco o satírico. Los corrales de comedias, como centros neurálgicos del teatro popular, eran escenarios idóneos para las representaciones carnavalescas, donde se potenciaba la crítica social, la parodia y el humor.
Pero todo eso lo desconoce la familia De la Morena de Morón, ya que ninguno de sus componentes son profesionales del espectáculo. De hecho son integrantes de una misma familia, que pueden reunirse a ensayar solo los fines de semana. Se trata de la famillia del Kisoco de la Morena. Han logrado una perfecta caracterización, atresso, y ambientación histórica. Igualmente se han hecho populares por el espectáculo de Halloween que organizan en el Kiosco La Morena. La obra ha logrado involucrar a toda la familia: desde la madre hasta los primos, hermanos y demás familiares, todos participan activamente en la creación y ejecución de este espectáculo, demostrando que la tradición carnavalesca sigue muy viva en Morón.
Lo que distingue a «La Ejecución del Galerita» de otras formas de carnaval es su enfoque teatral, el cual no se había visto en Morón hasta ahora. Aunque la localidad ya contaba con ciertas manifestaciones callejeras como cuartetos y romanceros, la envergadura y originalidad de este proyecto son inéditas. La familia detrás de este espectáculo lleva años fomentando la cultura carnavalesca, pero ha sido su capacidad de innovar y de implicar al pueblo lo que ha marcado la diferencia. En el grupo participa Alejandro Pérez, que escribió para la chirigota «Los Busca Paga» que tres años atrás, participaron en el Concurso de Cádiz. Otro de sus componentes es el lider del grupo de rock Los Pollos de la Frontera.
La iniciativa destaca el valor de adaptar las tradiciones a las nuevas dinámicas sociales sin perder su esencia. «La Condena del Galerita» ha demostrado que es posible innovar desde dentro, ofreciendo una nueva forma de vivir el Carnaval que resuena tanto con los veteranos de estas celebraciones como con aquellos que buscan formas nuevas y menos exigentes de participación.