Murillo, Marchena, Miguel de Mañara y la Hermandad de la Caridad
José Antonio Suárez López
Rocío Magdaleno conservadora del Instituto Andaluz de Patrimonio histórico ha realizado una investigación sobre el lienzo La Virgen de Belén propiedad de la Hermandad de la Santa Caridad de Sevilla desvelando que se trata de una obra original de Murillo y que además Murillo vino a Marchena en Julio de 1646 a ver la Virgen con Niño de Ribera, que se estaba en el Palacio Ducal.
Murillo entregó una copia de este cuadro cuando ingresó como hermano en 1665, probablemente, a propuesta de Miguel Mañara.
El cuadro que copia Murillo de Ribera y que estaba en el Palacio Ducal de Marchena acabó vendiéndose se encuentra en el Philadelphia Museum of Art y es muy similar al que hoy está en Santa Isabel de Marchena.
Segun explicó Rocío Magdaleno, a partir de esta obra de la Virgen de Belén, Murillo la utiliza como modelo y patrón expositivo de un nuevo prototipo que utiliza en sus Vírgenes con el Niño.
Virgen con Niño atribuida a Ribera conservada en el colegio de Santa Isabel de Marchena que destaca por el azul lapislázuli del manto. El lapislázuli es una piedra semi preciosa que se extraía de canteras en Nápoles.
MURILLO, MARCHENA, LOS NEVE, LOS RAMIREZ DE CARTAGENA Y LA CARIDAD
En plena crisis post epidemia de peste de 1649, Murillo, llega a Marchena el 28 de Julio de 1651 y el Duque Rodrigo Ponce de León y Álvarez de Toledo (1602-1658), Virrey de Nápoles le paga 200 ducados por entregar unos lienzos hoy no localizados, según el recibo firmado por el pintor. Marchena era entonces una de las diez ciudades más grandes de Andalucía con 10.000 habitantes.
En este tiempo los Neve, están entre los más ricos de Sevilla. Miguel de Neve tio y albacea de Justino de Neve, amigo personal y mecenas de Murillo, estaba casado con Francisca Ramirez de Cartagena, hija del administradores del Duque de Arcos y caballero 24 de Sevilla Hernán Ramirez de Cartagena. En 1520 Hernán Ramírez de Cartagena secretario y contador mayor del Duque de Arcos la cédula de fundación del Convento de Santo Domingo, de Marchena.
A la muerte de Hernán, su padre, Miguel de Neve ejerce como administrador de los bienes de su hijo Fernando Ramírez de Cartagena, contra las justicias de Arcos, Marchena, Rota y Chipiona, para cobrar deudas del duque de Arcos según documento con fecha de 2 de Noviembre de 1630.
Ingreso de Bartolomé Esteban Murillo como hermano de la Santa Caridad (Sevilla), 14 de julio de 1665.
«Yo Miguel de Neve como administrador que soy de los bienes de don Fernando y Don Manuel Ramirez de Cartagena, mis cuñados, hijos y herederos de Hernán Ramírez de Cartagena y veintucatros de esta ciudad y Luisa Fernández Colmenero, difuntos, en el pleito con los bienes del señor de Duque de Arcos» y asi lo reclama en un documento el 11 de Febrero de 1630. En 1631 el Duque de Arcos le debe a Miguel de Neve tres censos.
La cuenta de las rentas de los tres censos «que debe el Duque de Arcos» a Miguel de Neve en 1631 (Archivo General de Andalucía, 5949.5) muestra la relación del prestamista Neve con el Señor de Marchena. «Cuenta de los corridos y costas que debe a Miguel de Neve, el Estado de Su Excelencia el Señor Duque de Arcos de tres censos, hasta fin de Diciembre de 1631».
Luisa Francisca de Neve, hija de Miguel de Neve se casa con Juan Antonio Mañara,hermano del fundador de la Hermandad de la Caridad, Miguel de Mañara y a su muerte, en 1641 con Juan de Saavedra, conde de Castellar. La casa de Arias de Saavedra estaba emparentada con los Ponce de León desde finales del XV. En 1534 Rodrigo Ponce de León, I duque de Arcos, nombra a Juan Arias de Saavedra y Ponce de León (+1544) tutor de su hijo Luis Cristóbal Ponce de León y gobernador del Estado de Arcos. Su nieto Juan Arias de Saavedra y Alvarado(Madrid 1617, +21-7-1687?) se casa con Luisa Francisca de Neve Ramirez de Cartagena.
En julio de 1678 Miguel de Mañara envíó una carta a la Hermandad de la Caridad de Marchena en respuesta a su petición de confraternizar en la que afirma que las dos hermandades serán consideradas como una sola es decir que los Hermanos de la Caridad de Marchena serán además considerados hermanos de la de Sevilla y al revés. Además en esa carta, Mañara y el resto de los oficiales de la Caridad de Sevilla firman como hermanos de la Caridad de Marchena. Al mismo tiempo la familia Ponce de León fueron integrantes de las hermandades de Caridad de Sevilla y Marchena. Tras la fundación en Marchena los Ponce de León llegaron a ser hermanos mayores de la Caridad de Marchena.
RIBERA Y MARCHENA
«Murillo sólo pudo copiar a Ribera ante un original y sólo pudo haberlo visto en Marchena o en Sevilla. Lo cierto es que le impactó y no lo olvidó nunca» indica Juan Luis Ravé, experto en Historia del Arte.
Ravé cree que el lienzo de Ribera pudo estar entre la producción artística que el Virrey de Nápoles, Rodrigo Ponce de León Duque de Arcos encargó a su pintor de cámara José de Ribera, pintor de los virreyes españoles ubicados en el Palacio real napolitano, como también hiciera el Duque de Osuna con el mismo pintor.
«Es un Ribera poco riberesco. Porque en la madurez casi al final de su vida se hace luminoso. Conectando así con los gustos de Murillo que siempre lo admiró. Desde sus primeras obras se nota. Y este cuadro lo pudo ver muy pronto en 1651 y nunca lo olvidó» indica Ravé.
El original de esta obra se conserva en el Museo de Filadelfia. Está firmado por Ribera y fechado en 1646. Hasta su reciente restauración se leía 1648 pero la restauración ha adelantado a 1646, cuando el duque era el virrey. Hay una copia de gran calidad hecha por el taller de Ribera en la iglesia de Santa Isabel de Marchena y otra de menos calidad en San Andrés. Otra copia fue entregada por Murillo cuando entró en la hermandad de la Caridad de Sevilla.
San Agustin atribuido a Ribera en la iglesia de San Agustín de Marchena.
«En Marchena hay dos copias o versiones lo que suele indicar que el original pasó por aquí» explica Juan Luis Ravé. «La copia de Santa Isabel contiene lapislázuli, una piedra semipreciosa más fácil de adquirir en Nápoles. La que hizo Murillo para la Caridad no contiene lapislázuli. Era un pigmento muy caro».
Tras escapar de la rebelión de Massaniello, el Duque de Arcos se refugió en Marchena y mandó construir varios conventos como el de Capuchinos, que le habían salvado la vida en Nápoles. A cambio de recibir el cuerpo incorrupto de Sor Maria de la Antigua, funda Santa María y San Andrés. Este último tiene varias obras de arte de origen napolitano. Además en San Agustín de Marchena se conserva un lienzo de San Agustín, otra obra atribuida por Rave a Ribera.
RESTAURACIÓN DEL LIENZO DE MURILLO DE SEVILLA
A raíz de la restauración del lienzo en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, la conservadora Rocío Magdaleno ha realizado una investigación, de la mano del catedrático de Historia del Arte Benito Navarrete, que ha llegado a la conclusión de que la Virgen de Belén es obra de Murillo y que éste se basó en una pintura de José de Ribera fechada en 1646 que vió en Marchena.
Rocío Magdaleno ya había desvelado este nuevo dato que relaciona a Murillo con Marchena, en la revista Ars Magazine, una publicación especializada en arte, resultado de su investigación facilitada por una reciente restauración del lienzo de Murillo. También hay documentos en los archivos de la hermandad de la Santa Caridad sevillana que confirman esta tesis.
EXPOSICIÓN DEL CUADRO DE MURILLO EN SEVILLA
El cuadro de Murillo se expone desde este jueves en una muestra didáctica que explica el proceso y resultado de la investigación. En la inauguración de esta muestra Rocío Magdaleno explicó que Murillo vio el cuadro de Ribera de la Virgen con el Niño en 1651 en un viaje que hizo a Marchena y, a partir de ahí, lo usó como modelo.
Además los expertos han encontrado otra pintura de Murillo casi exacta a la Virgen de Belén bajo un Ecce Homo. «Datos muy relevantes concluyen que el maestro contemplará la pintura de Ribera en la localidad sevillana de Marchena», explican los paneles de la exposición inaugurada en el Hospital de la Caridad.
Aunque es una copia, Murillo algunos cambios personales para dejar su sello en su obra alterando el modelo de Ribera y alejándose deliberadamente de la consideración de una mera copia «diferirán en estilo con esta primera versión del modelo riberesco pero contendrán las líneas y formas básicas del patrón compositivo», aseguran los investigadores.