El Sindicato Profesional de Justicia integrado en la USO (Unión sindical Obrera) ha señalado este viernes los «graves desperfectos» surgidos en la sede judicial de Marchena (Sevilla), cuyo estado ya era «penoso» de por sí. Por eso, ha insistido en que la solución es «cambiar» la ubicación de las dependencias judiciales.
Según el sindicato, al realizar unas obras de acondicionamiento en el aseo de la «casa que se utiliza como sede judicial» en la localidad de Marchena, el pasado día 25 se produjeron «graves desperfectos en el suelo del patio, así como grietas en las paredes», ante lo cual estarían siendo acometidas catas del suelo para comprobar la seguridad e integridad estructural del edificio.
Pero entretanto, según el sindicato, «se han seguido celebrando juicios en la sala de vistas que se encuentra a pocos metros del lugar donde el suelo ha cedido, permaneciendo el personal del juzgado en sus puestos de trabajo» por «obligación».
El sindicato indica que la Administración andaluza «pretende realizar las obras de rehabilitación urgentes y necesarias para que el lunes el edificio se abra al público con normalidad, y se celebren los juicios previstos», opinando que la Consejería de Justicia sólo prevé «un simple parche que afecta al vestibulo y que no soluciona el problema estructural de fondo origen del mismo».
A tal efecto, ha lamentado el «penoso» estado de la sede judicial de Marchena, mientras antes de la pandemia la Consejería barajaba dos edificios y un solar para la reubicación de la misma, criticando la «inoperatividad» de la Junta para resolver «esta situación que ha sido denunciada desde hace años, recibiendo como única respuesta de la Administración que no había acuerdo con el Ayuntamiento de Marchena para la cesión de un edificio adecuado que albergara los Juzgados de esta localidad».
«No parece que ni la Junta de Andalucía ni el Ayuntamiento muestren gran interés por ofrecer a sus ciudadanos un buen servicio público», lamenta el sindicato, denunciando que los funcionarios de Justicia de esta sede «tienen que trabajar en unas pésimas condiciones mientras la Administración mira para otro lado sin dar la solución, que es dotar a Marchena de una sede judicial adecuada que reúna las condiciones mínimas de seguridad, para lo cual es absolutamente necesario cambiar la ubicación de la sede actual».