El Ayuntamiento de Utrera (Sevilla), gobernado por el popular Francisco Jiménez, prevé comenzar la semana que viene la segunda fase de las excavaciones arqueológicas en la sinagoga del Niño Perdido, una actuación autorizada hace meses por la Comisión Provincial de Patrimonio histórico, adscrita a la Consejería de Cultura.
Los objetivos de esta nueva fase de intervención son la recuperación al completo del espacio que ocupaba la sala de oración, así como el lugar de lectura y la zona reservada a las mujeres.
Además, se prevé seguir excavando en la estratigrafía para alcanzar los niveles fundacionales de la sinagoga y hacer un control arqueológico de movimiento de tierras al este de la sala de oración, para recuperar la cota del Hospital de la Misericordia correspondiente al siglo XVIII. Recuperar esa cota permitirá la localización de la mikve, que es un elemento imprescindible en toda sinagoga porque ahí se realizaban los baños de purificación.
Otro de los espacios del que se espera poder recuperar hasta donde sea posible su aspecto original, es el hejal, la recámara decorada en la que se guardaban los pergaminos que conforman la Torá. Los trabajos se enfocarán también en la recuperación del alzado original conservado de la sala de oración.
Para continuar con el proceso de documentación de todo el complejo que conforma la antigua sinagoga, se realizará un análisis paramental de los muros que delimitan el claustro del Hospital de la Misericordia por su lado este y, se completará el análisis paramental del muro que delimita por el Norte la nave del Evangelio, para documentar el arco que ahora es parcialmente visible.
La primera fase de la actividad arqueológica se desarrolló entre el mes de noviembre de 2021 y el mes de junio de 2022, fruto de la cual fue identificada la sinagoga de Utrera, confirmando la ubicación recogida por Rodrigo Caro en 1604, en su obra Memorial de la Villa de Utrera. La identificación del hejal y del banco perimetral fueron decisivos para corroborar el hallazgo.
El responsable de la segunda fase de la actuación continuará siendo el arqueólogo Miguel Ángel de Dios Pérez y la actuación tendrá lugar durante dos meses.