Antonio y Andrés Rueda, los conocidos Mayetes Rueda, escribían poemas, obras de teatro y letras de carnaval. Escribieron letras para las agrupaciones en los años 20, 30 y 80 entre ellas las últimas de la dictadura y las primeras de la democracia, muy populares, especialmente las Viejas Ricas. Cuando salían a la calle por vez primera desde su casa, la calle San Sebastián, una multitud los esperaba.
La calle más carnavalera era Guillermo,. “Se llenaba de guasas y serpentinas al paso de las agrupaciones acompañadas de gran cantidad de muchachas” cuenta Antonio Rueda.
«El infierno de la suegra» fue inspirada por la oposición de la madre de una mujer a la que pretendía Antonio Rueda. Iban disfrazados de suegras capitaneados por un diablo. Las mesas de juego del Casino, que arruinaba a muchos hombres fueron criticadas en sus letras. El Alcalde les pidió que no hablaran mucho de los hermanos Manzano propietarios de las mesas de juego del Casino. «Bajo la sombra de estos manzanos que bien vivimos. Y ellos nos hacen de la existencia dulce el camino» denunciaron.
Andrés Rueda fue autor de la comedia musical «Un americano en Marchena» -1956- interpretada con éxito en los años en el Cine Planelles, pero ambientada en los años 30-40. En esta obra hay un tanguillo de Carnaval: -Me llaman Frasquito El Lezna, soy Guardia Municipal. Coro: Siempre está metido en las tabernas. Por si me quieren convidar. No guervo más al cerote, (antes fue zapatero) aunque lo mande mi mare. Coro: Porque así vives de gañote. Pa algo me han dao a mí un sable. Me deben catorce meses, y pronto cobrarlo espero. Coro: Te pagan con intereses, lo ha dicho Pepe Vaquero (jefe de la Policia Local en los años 30)».
Las murgas eran el alma de la fiesta. Tenían bombo, platillo, caja y pito de caña, y entre 6 y 15 miembros dirigidos por el maestro de la murga también llamado poeta en Fuentes. En Marchena según fuentes orales las murgas se retaran a cantar coplas cuando se cruzaban por la calle. Tenían un abanderado que llevaba la voz cantante.
También habla de estudiantinas, con guitarras, bandurrias, panderetas, triángulo similar a las tunas. Salían sobre todo a cortejar a las mujeres por lo que sus letras a menudo incluían piropos y llamadas para que ellas salieran a los balcones.
“Son las niñas marcheneras, de España entera la admiración. Por eso entusiasmado, yo les dedico esta canción. En el jardín de las flores, de la dalia y del jazmín, son las más bellas y lozanas, flores tempranas del mes de Abril. Y su mirada ardiente es. Al que lo mira una marchenera, enfermo queda del mal de amor. (Recopilada en Marchena. Su origen son los años 20 y 30).
Los Hermanos Rueda escribieron coplas para la primera agrupación de la democracia, “Los Democráticos” del año 83, cuando Conchi Sanchiz Puerto y su familia volvieron a hacer sonar por las cales las coplas de los hermanos Antonio y Andrés Rueda, reviviendo el alma del carnaval.