Sones de Arahal para el patrón de los labradores en Marchena. En recuerdo a todos esos padres labradores que cogían su quincana cada mañana para ir al campo y nadie les agradeció su trabajo. Algunos ya no están con nosotros pero la quincana o cesta de mimbre en el paso de San Isidro Labrador nos lo devuelven a la memoria.
La hermandad eligió como ruta para llegar al centro las calles Cruz y Méndez Núñez que tan buen sabor de boca ha dejado a los cofrades la pasada Semana Santa. Posteriormente se dirigió hacia Los Cantillos por la calle San Pedro que ya se ha convertido en otra cita obligada para las cofradías.
El paso de San Isidro sigue avanzando hacia una completa y espléndida composición de caoba y plata y este año ha estrenado unos elegantes apliques de plata qie bordean el canasto y ornacinas.
El calor reinante todo el día remitió y finalmente a la hora del paso del patrón de los labradores por el centro de Marchena se levantó una brisa que permitió disfrutar del paso y trabajar a los costaleros con algo más de aire.
Nuevamente acertado el binomio entre San Isidro y la banda Santa María Magdalena de Arahal que dejó comentarios muy positivos a su paso, como ya sucediera el Miércoles Santo en su acompañamiento a la Hermandad de la Humildad. De hecho al paso de la procesión por Santa Clara hubo abrazos y apretones de manos no solo entre las dos hermandades sino entre la banda de Arahal y la Hermandad del Miércoles Santo que evidencian el hecho de que se ha fraguado una buena amistad entre ambos que parece consolidarse de cara a próximos años.
Y es que los sones de la banda Santa Maria Magdalena de Arahal no solo son el mejor embajador del hermanamiento entre ambos pueblos a tenor de los muchos marcheneros que tocan en la banda de Arahal, y de los lazos familiares y de amistad existentes. La banda también es una bandera de la emoción, mucho más allá de perfección técnica, se trata de una banda que sabe tocar la sensibilidad del cofrade con sus sones-