El Miserere que compuso el compositor navarro Hilarión Eslava para la iglesia de San Juan de Marchena volverá a sonar en las naves del templo mayor de Marchena este año en los días previos a la semana Santa. Sera a las 18,30 con entrada a cinco euros.
El «Miserere de Eslava» podrá verse en la Iglesia de San Juan Bautista el día 1 de Abril a cargo de la Orquesta de Cámara Guadalquivir de Sevilla, el Coro del Ateneo de Sevilla y la Coral San Felipe Neri dirigido por Antonio de la Oliva.
Interpretado al menos desde el siglo XVI con piezas creadas por varios compositores la representación del Misere en San Juan es una tradición de las visperas de Semana Santa y suena aún mas solemene en el templo para el que fue creado debido a la excelente acústica del lugar y a la calidad de los músicos que participarán. Lo explica Javier Carmona, que es uno de los pocos músicos marcheneros que participará en este evento.
La palabra Miserere significa «apiádate» o «ten compasión» y es la palabra con la que comienza el Salmo 51 de la Biblia (Miserere mei Deus…), por lo que ha pasado a denominar todo el salmo, que se llama «el miserere».
Sin embargo el Miserere mas famoso es el que compuso Hilarión Eslava para la Catedral de Sevilla en 1835 quien ya había demostrado su talento musical desde muy joven. Debido a su pujanza económica la parroquia de San Juan encarga en 1860, al mismo autor otro Miserere con grandes diferencias sobre el de Sevilla, más solmene y profundo de gran importancia religiosa y cultural.
El Misere de Eslava se ha convertido en una obra de referencia en la historia de la música y ha sido interpretada en todo el mundo. Su última interpretación en San Juan se remonta al año 2001, cuando el Ayuntamiento decidió volver a traerla después de 23 años de ausencia.
Desde el siglo XVI se interpretaba en la iglesia de San Juan Bautista el Miserere de Eslava, y fue el Ayuntamiento el que históricamente costeó ininterrumpidamente su coste desde ese año hasta 1930 inclusive. Luego, como consecuencia de la República, se interrumpió la tradición, que sólo se recuperó en el año 2000, a partir del cual se volvió a interpretar repetidas veces, aunque no en los oficios litúrgicos de la Semana Santa, como había ocurrido antes de 1931, sino en forma de concierto, y siempre en la misma iglesia de San Juan. .
La popularidad del Miserere, que se canta todos los años en la Catedra de Sevilla, el Sábado de Pasión ha hecho que el Navarro Hilarión Eslava pase a la historia por esta obra. La primera versión data de 1835, y luego Eslava compuso otros Misereres para Jerez de la Frontera, Arcos de la Frontera y las parroquias sevillanas de Marchena y Santa María de Utrera, aunque ninguno llegó a alcanzar la fama del de Sevilla.
El investigador José López Calo investigó las partituras originales y llegó a la conclusión de que las partituras del Miserere para Marchena, Utrera y Baeza, son las mismas. «La sorpresa vino cuando pude ir a esas localidades y leer esas partituras, o, en su caso, las partichelas, y constaté que se trataba, en todos los casos, de la misma composición», es decir no hay un Miserere de Marchena, distinto del de Utrera o Baeza. Tampoco se sabe con certeza cual de ellos fue el primero.