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La relación de Diego de Deza, Colón, América y el convento dominico de Marchena

Este año se cumplen 500 años de la muerte del Arzobispo Fray Diego de Deza el 9 de Junio de 1523 el Arzobispo que según Colón fue la causa de que Castilla tuviera las Indias. Su relación con Marchena a través de los Ponce de León fue intensa.

En su mandato se levantó el altar mayor de San Juan de Marchena y se gestó la construcción de Santo Domingo, cuyas obras no empezaron hasta 1535. También en su mandato comenzaron los intercambios de músicos y otros artistas entre la catedral hispalense y las iglesias de Marchena y palacios de los Ponce.

Confesor de los Reyes Católicos, canciller de Castilla, preceptor del infante don Juan, protector de Cristóbal Colón, prior del monasterio de San Esteban de Salamanca (1471-1486), catedrático y rector de la Universidad de esa ciudad, e Inquisidor General del Santo Oficio de Castilla y León (1498-1505).

Como Arzobispo hispalense puso paz en las guerras de la nobleza local, y los Ponce de León, por sus cargos y riquezas se convirtieron en personas del circulo intimo de Deza, habituales del Palacio Arzobispal y estuvieron en los hechos más importantes del final de su vida.

UNO DE LOS MEJORES AMIGOS DE COLÓN

Fué uno de los mejores amigos de Colón junto con Fray Antonio de Marchena, Fray Juan Pérez, y Luis de Santángel.

Según Bartolomé de Las Casas cuando Colón se presentó al Rey Católico en Segovia, en Mayo de 1505, tras su cuarto viaje de descubrimientos, y viendo que no se cumplían las promesas del Rey sobre darle cargos y dineros, ambos decidieron que fuera Diego Deza quien se encargara de mediar y negociar entre ambos. 

El Rey respondió que «que bien vía él que le había dado las Indias, y había merecido’ las mercedes que le había hecho, y que para que su negocio se determinase sería bien señalar una persona»; dijo el Almirante: «Sea el que Vuestra Alteza mandare», y añadió: «¿Quién lo puede mejor hacer que el Arzobispo de Sevilla, pues había sido causa, con el camarero, que su Alteza hubiese las Indias».

DEZA Y LOS REYES CATÓLICOS

El mayor gesto de confianza de los soberanos al maestro Deza fue entregarle la educación de su único hijo varón, heredero, el malogrado príncipe Juan, muerto en 1497. Fray Diego fue confesor, capellán y consejero permanente de los monarcas, además de uno de los albaceas de la reina Isabel y defensor del Rey Fernando ante la poderosa nobleza sevillana, cuando ésta se le volvió en contra, como hicieron en varias ocasiones los Ponce de Marchena y los Girón de Osuna.

Diego de Deza, fraile de Santo Domingo, siendo maestro del Príncipe Don Juan, insistió mucho que la Reina aceptase el proyecto de Colón lo alojó en el convento de San Esteban de Salamanca, lo acompañó y defendió ante la Universidad saltmantina y lo acompañó a la corte donde logró que los Reyes le facilitaran las tres carabelas. Era como un segundo padre para el príncipe, tanto fue así que el
príncipe falleció, a los 19 años, en los brazos de Diego, en Salamanca, el 4 de octubre de 1497, y que fue muy profundo el pesar que produjo a fray Diego su muerte.

LLEGADA A SEVILLA

Fray Diego fue promovido arzobispo de esta diócesis en 30 de octubre de 1504. Antes de tomar posesión, falleció la reina Isabel el 26 de noviembre. Al ser su albacea testamentario, tuvo que acompañar sus restos mortales desde Medina del Campo hasta Granada.

La catedral seguía en obras, próximas a su conclusión. El 10 de octubre de 1506 se
cerró el cimborrio, y Deza pagó el retablo mayor, costeando su dorado, para el que donó 100.000 doblas de oro; haciendo venir de Córdoba para trabajar en él al escultor Jorge Fernández y al pintor Alejo Fernández, que poco después trabajan en San Juan de Marchena, por eso aparece en el banco su escudo, al igual que sucede en la catedral de Sevilla.

DIEGO DEZA Y LOS PONCE, AMIGOS INTIMOS

El propio Diego Deza media entre el primer Duque de Arcos, su padre y el Rey, pidiendo que el monarca no autorice la venta de bienes del Mayorazgo que pretendía el Duque seguramente por falta de liquidez, lo que ataba las manos del Duque.  Igualmente se conservan las cartas entre el Duque Rodrigo y Deza sobre la guerra de las comunidades de Castilla.

En una carta Diego de Deza relataba a Rodrigo Ponce de León, los sucesos del pendón verde de la calle Feria y de la villa de Bailén, que era del Estado de Arcos, y donde el Arzobispo Hispalense tenía desde 1515 el cortijo Las Chozas.

El 8 de mayo de 1521 los habitantes del Barrio de la Feria hacen un levantamiento popular, ya que en ese momento pasaban por una hambruna. Los participantes en el motín, descendientes de moriscos y andalusíes, recorren la ciudad y se dirigen hacia el ayuntamiento, al que lanzaron piedras y todo tipos de objetos.

«Ayer a las dos después del mediodía me envió el asistente y algunos veinticuatros, a pedir que actuara la justifica porque se había levantado unos villanos en la feria y desde la una me enviaron a decir que ya estaba todo asosegado» indica la carta de Deza al Duque de Arcos.

En 1506 Diego de Deza habia firmado una escritura de confederación con Juan Téllez-Girón, y el Duque de Arcos para evitar confrontaciones y respetar la autoridad de Juana I «La Loca» tras la situación política creada por el fallecimiento de su esposo Felipe I para evitar dar pie a nuevas rebeliones internas de los moriscos de Granada ni a los norteafricanos musulmanes recién expulsados de España.

Cartas de Diego Deza al Duque de Arcos.

DIVISÓN EN LA CASA DUCAL DE ARCOS

«Don Luis Ponce Padre del Duque ha venido a mi algunas vezes con la fatiga de padre sobre que el duque su hijo procura de vender mucha parte del Mayorazgo
y el envia a suplicar a v,  que mande remediar esto no le dando licencia para cosa alguna del mayorazgo, tan gana que ahora tiene de gastar enfermedad es que suelen tener los de su edad y asy no le deven dar lo que quiere su apetito».

En una carta de Diego de Deza al Rey Católico, en Octubre de 1513 este informa que había mediado en el conflicto sucesorio de la Casa de Arcos que acabó en división y entrega de dineros y la ciudad de Bailén, debilitando esta casa nobiliaria. «Vuestra Merced me envió a dar concierto entre el Duque de Arcos y Don Manuel su tío y por hazerlo mejor tomé a don Luis Ponce padre del Duque que me ayudase».

En las Casas arzobispales se celebraron algunas sesiones del Cabildo catedral, donde convocó a los Ponces y Guzmanes para poner paz en la ciudad, según Fernández Oviedo que añade que estos nobles frecuentaban las casas arzobispales, acompañando al Arzobispo en sus paseos y en la mesa.

En el círculo íntimo de Deza estaban el tercer duque de Medina Sidonia Juan de Guzmán (1464-1507), el primer marqués de Tarifa Fadrique Enríquez de Ribera (1476-1539), que trajo de Jerusalén el via crucis a la cruz del Campo y Luis Ponce de León (†1528), heredero, por consorte, del Marqués de Cádiz Rodrigo Ponce de León y luego su hijo Rodrigo el primer Duque. Fue su capellán el cura de los Palacios Andrés Bernáldez que lo era también de los Ponce.

El Papa Julio II le concedió al arzobispado de Sevilla poder sobre los nuevos obispos de Canarias, y las primeras diócesis americanas en Santo Domingo,
Concepción de la Vega y San Juan de Puerto Rico), erigidas en 1512.

LA INQUISICIÓN

Siendo anciano el primer Inquisidor general Tomás de Torquemada, el Rey Fernando pide al papa que nombre cuatro inquisidores generales colegiados, lo que hace en una bula en 1494. Entre estos cuatro Inquisidores generales estuvieron Martín Ponce de León doctor en cánones y leyes, muerto en 1500, canónigo de la catedral de Barcelona y de Urgel, Obispo de Mesina desde el 26 de mayo de 1492 conocido en Italia como Martino Ponzo y el propio Diego de Deza.

Fueron elegidos por ser del circulo intelectual de la Universidad de Salamanca, miembros de las principales familias de la corte y por su confianza con los Reyes como expresan los monarcas en una carta en 1490 a sus procuradores en Roma: «generalmente entienden en todas las causas de Inquisición, los dichos deán de Toledo y micer Ponce de León y el obispo de Córdova y don Juan de Castilla, deán desta sancta yglesia de Sevilla, personas de quien no se debe sospechar, ni hay razón alguna para ello; ca por lo mucho que dellos tenemos por luenga experiencia conocido».

Luis Ponce de León, padre del primer Duque de Arcos, marqués de Villagarcía y heredero, del Marqués de Cádiz , tuvo una relación intima con Diego de Deza y le acompañó en los momentos más importantes de su vida, visitando su palacio de forma continuada.

Otro Ponce de León, Pedro, canónigo de la Catedral de Córdoba formó parte de la comisión que la ciudad de Córdoba envió a Diego de Deza a Toro para pedirle la destitución en 1500 del Inquisidor cordobés Diego Rodríguez Lucero, que estaba persiguiendo con excesivo rigor a conversos y otros vecinos de la ciudad, provocando gran escándalo en Córdoba, sin conseguir un cambio ya que deja mantuvo en el cargo a Lucero y esto le costó el cargo de Inquisidor.

Nombrado Cisneros nuevo Inquisidor general, envían de nuevo en Septiembre de 1507 a Pedro Ponce de León, a Alcalá de Henares para tratar con el Cardenal Cisneros la revisión de los procesos de Córdoba iniciados por Lucero.

DOMINGO DE BALTANÁS Y DIEGO DE DEZA

La iglesia sevillana estaba azotada por múltiples conflictos internos como la limpieza de sangre, la integración de los conversos en el clero, la poca ortodoxia de los jesuítas, la existencia de un grupo evangélico que predicaba desde los púlpitos de la catedral la inutilidad de los ritos y del culto a las imágenes, o los frailes que se propasaban con las monjas en el momento de la confesión tenía muy atareados a los clérigos del cabildo catedralicio.

La integración de los conversos y otras razones llevó a una guerra abierta en el seno del clero con dos bandos en claro enfrentamiento.

El impulsor de la construcción del convento de Santo Domingo de Marchena y fraile dominico Domingo de Baltanás apoyó la integración de los judeo conversos dentro del clero y se opuso en 1525 a los estatutos de limpieza de sangre que el Arzobispo Diego Deza había hecho aprobar lo que dejó a los conversos fuera de juego y comenzó la persecución contra ellos como muestran los documentos de Marchena analizados por Juan Gil en torno a unas dependencias de la parroquia de San Miguel de Marchena.

Baltanás encontró el apoyo de los renovadores Juan de Ávila y Fernando de Contreras que desde Alcalá de Henares ampliaron la predicación itinerante defendieron la oración mental, y fueron procesados en Sevilla en 1532 por herejía y alumbradismo.

Colaborador del arzobispo Deza, cuando fue procesado y recluido, por propasarse con decenas de monjas, Domingo de Baltanás había sido un predicador popular, director espiritual, escritor y fundador de nuevos monasterios de su orden como el de Marchena y rector del colegio dominico de Santo Tomas hasta 1525. Gracias al apoyo de la aristocracia andaluza pudo tener éxito de su actividad fundadora y en su obra literaria.

Deza puso a Baltanás al frente del colegio Santo Tomas con la intención de renovar la tradición escolástica y oponerse al  humanismo de Alcalá de Henares y Cisneros, su gran rival en la corte.

Muerto Deza llegó desde la Complutense llegó al Cabildo catedral sevillano el núcleo reformista que acabaría quemado por la Inquisición: Vargas, Egidio y Constantino, al que se uniría Juan Ponce de León, primo del Duque de Arcos que acabó quemado en la hoguera. El propio Deza se enfrentó como Inquisidor a los renovadores como Antonio de Nebrija, autor de la primera gramática castellana.

LA GUERRA DE LOS COMUNEROS EN SEVILLA Y ANDALUCIA

Diego Deza defendió al Rey frente a la nobleza sevillana firmando con ellos una escritura para apoyar la monarquía, rota cuando Pedro Girón de Osuna, desobedeciendo al Rey tomó las fortalezas de la casa de Guzmán mientras el Marqués de Priego, se levantó en Córdoba contra la Inquisición y el Rey, revuelta que sofocó el  ya anciano Rey con cuatro mil soldados, pasando por Ecija y Carmona hasta Sevilla donde entró 28 de Octubre de 1508.

El Rey desterró de Sevilla a Pedro Girón que huyó a Portugal entregando a Diego de Deza, los Estados de Medina Sidonia. Muerto el Rey, Pedro Girón apoyándose en su cuñado Rodrigo, primer duque de Arcos toma algunos lugares cercanos a Medina Sidonia pero se retira a petición de su padre.

El Duque de Arcos Juan de Figueroa, se levantó con setecientos hombres, el domingo i6 de Septiembre de 1520 con los gritos de «¡Viva la Comunidad!» tomando por dos horas el Alcázar de Sevilla siendo luego detenido.

Muchos clamaron por su castigo, pero Diego de Deza pidió clemencia y lo liberó para evitar la escalada de violencia. Al año siguiente Pedro Girón y el Duque de Arcos D. Rodrigo Ponce, se unieron  de nuevo contra los de Medina Sidonia, pero dejaron las armas de nuevo por la mediación de Diego Deza.

La paz definitiva llegó cuando el Arzobispo y el Adelantado de Andalucia Fernando Enríquez de Ribera, unieron a ambas familias que despidieron su gente de guerra el 3 de Febrero de 1521, marchando el mismo día á Olivares los de Medina Sidonia, y a Mairena y Marchena los del Duque de Arcos.

LIGA DE MUNICIPIOS EN DEFENSA DEL REY

Deza impulsó una liga de municipios y ciudades andaluzas para defender la monarquía en la Rambla (Córdoba) en 1521, cuyo texto se publicó con
solemnidad, en la plaza de San Francisco y el propio Obispo ofició misa leyendo la escritura de la liga, jurando defender al Rey los representantes de las ciudades unidas y muchos caballeros de la ciudad, y el 20 de Abril de 1521, hubo una procesión en Sevilla por la victoria del Rey en Villalar y fin que supuso el fin de las Comunidades de Castilla.

MUERTE DE DIEGO DE DEZA

Terminada la guerra se inauguró el colegio dominico de Santo Tomás en Sevilla uno de los días más felices de Diego Deza acompañado de Fadrique Enríquez de Rivera, marqués de Tarifa, y Luis Ponce de León, padre del Duque de arcos y otras dignidades y canónigos de la ciudad.

En mayo de 1523, enferma de gravedad repentinamente y se retira al monasterio de San Jerónimo de Buenavista, donde muere el 9 de junio participando en su entierro sus amigos el marqués de Tarifa Fadrique Enríquez de Ribera —poco después de regresar a Sevilla de la peregrinación que le había llevado a Tierra Santa—, así como Luis Ponce de León, señor de Villagarcía, junto a las autoridades del cabildo municipal.

FUENTES: 

Fray Diego de Deza ENSAYO BIOGRÁFICO de ARMANDO COTARELO Y VALLEDOR
Músicos al servicio del arzobispo Diego de Deza (1505-1523)
Notas sobre el establecimiento de la Inquisición española.
Diego de Deza y Tavera Biografia de la real Academia de la Historia.