Antonio Martín: «Aguardaremos atentos para responderle a Jesús Nazareno cuando nos llame: ¡Sí, aquí estoy Señor!»
José Antonio Suárez López
Antonio Martín, Hermano Mayor de Jesús Nazareno de Marchena.
Queridos hermanos, en Jesús Nazareno y María Santísima de las Lágrimas. En estas semanas tan difíciles que estamos viviendo, con tal acumulación de realidades distintas, tanto dolor, tanto drama, tanta incertidumbre, tanta lucha y tanta esperanza, nuestras vidas se han visto alteradas drásticamente en lo personal, familiar, laboral, social… y también en la vida de la Hermandad, justo cuando se acercan los días más intensos y esperados… y el Viernes Santo.
Las prioridades han cambiado, marcadas por la emergencia sanitaria y las medidas adoptadas por las autoridades para afrontar la situación. Cerró nuestra Iglesia Parroquial de San Miguel, nuestra Casa de Hermandad….. renunciando por un tiempo a encontrarnos en la Capilla Sacramental de la Archicofradía y a rezar juntos ante nuestros Titulares, si bien estamos procurando paliarlo a través de las nuevas tecnologías.
Este Viernes Santo no podremos hacer estación de penitencia con nuestros sagrados titulares, ni nos mostrarnos genuflexos ante el Monumento de la Parroquia Matriz de San Juan Bautista, no se abrirán las puertas de Palacio para dar entrada a la Centuria Romana y Banda de Jesús Nazareno que descubre la celebración de la “catequesis plástica” que representa la celebración del Mandato, ni comenzará a discurrir el cortejo singular de nuestra Corporación para ofrecer a nuestro pueblo, la Vía Dolorosa de Jesús, junto a María y el discípulo amado, avivando el espíritu de los hermanos de Jesús ante la cita con el más importante acto de culto y pilar fundamental de la constitución de nuestra Hermandad.
Los hermanos de Jesús, lo asumiremos con la contundente determinación que nos aferra a aceptar la voluntad de Dios en cada momento, y lo haremos sin aspavientos y disciplinados, porque por encima de todo siempre estará Nuestro Padre Jesús Nazareno y nuestra bendita Madre María Santísima de las Lágrimas.
No habrá pues, Madrugá de saetas y oraciones a merced del pueblo, ni citación de nazarenos, romanos, costaleros, músicos, acólitos, monaguillos…, pero si habrá Viernes Santo… y os aliento a vivirlo mas interiormente, igual que el Triduo Pascual que, como Iglesia, celebramos en conmemoración de los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, porque este Viernes Santo seremos llamados de nuevo, aunque de otra forma, para acompañar a Jesús Nazareno en estas horas terribles de soledad, de abandono y abrazo a la Cruz.
Estaremos cada uno en nuestra casa, y a la vez estaremos en Hermandad, y seremos abrazados por el que a todos nos congrega, nos une y aglutina, sentiremos el abrazo del Dulcísimo Nazareno.
Y aguardaremos atentos para responderle a Jesús Nazareno cuando nos llame: ¡Sí, aquí estoy Señor!.
No vestiremos la túnica de penitente, el traje de romano, la sotana de acólito o la ropa de costalero, pero sí llevaremos todos el hábito que nos ponemos cada día y nos distingue como seguidores de Jesús el Nazareno, con el que este año haremos estación de penitencia y nos postraremos ante Él, para adorarlo y acompañarlo con un tiempo de oración.
Querido hermano de Jesús, recuerda este Viernes Santo a los que nos precedieron y enseñaron cuanto significa nuestra Hermandad: FE, de la que damos testimonio público en nuestra estación de penitencia; DEVOCIÓN a nuestros Sagrados Titulares, a los que acompañamos en ella; e IDENTIDAD en nuestro meditar y recogimiento personal penitencial, y recordando a los que nos sucederán, a los que debemos transmitirles esa misma fe, devoción e identidad.
Querido hermano de Jesús, recuerda especialmente este Viernes Santo a nuestros hermanos enfermos, a los difuntos; y de manera singular, recemos por cuantas personas sufren la enfermedad provocada por esta pandemia, por los que han muerto solos, por sus familias, y por cuantos con su trabajo y dedicación luchan para vencer esta crisis sanitaria.
Porque sí habrá Viernes Santo, y allí estaremos, de otra forma, pero siempre continuando la tradición de todos nuestros hermanos nazareno seguidores del amor a Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de las Lágrimas. Por todo ello, vuestro Hermano Mayor os desea, feliz estación de penitencia.
Antonio Martín Pérez Hermano Mayor 9 de abril de 2020