Mucho antes de que fuese un alimento, el aceite de oliva embellecía el cuerpo, curaba enfermedades y nutría las almas.
Algunos autores consideran que el cultivo del olivar se inició en el periodo que va desde el 4000 hasta el 3000 a. C. en un lugar indeterminado del Levante mediterráneo. Existe una evidencia de fósiles que indican que el olivo tuvo su origen hace unos 20-40 millones de años y con la llegada de la agricultura, el acebuche fue domesticado y cultivado.
Los olivos cuando son salvajes y no han sido sometidos a injertos, pueden ser eternos, debido a su capacidad regeneración. Es decir mueren unas partes y brotan otras nuevas.
Un estudio de restos arqueológicos de la Universidad de Jaén encontró que ya se usaba el fruto del acebuche en Andalucía hace 3000 años. Se sabe que desde Oriente, el cultivo del olivo se fue expandiendo hacia el occidente Mediterráneo.
La palabra aceite y aceituna vienen del árabe, y esta a su vez de la palabra Zait, del hebreo, cuyo origen es Mesopotamia y significa luz, porque servía para iluminar las casas. Marchena en tiempos musulmanes se llamaba Marchena de los Olivos, que en árabe es Marchena Al-Zaituna. La palabra oliva viene del griego elaia, y de ahí deriva la latina oleo.
El aceite se usó inicialmente en la medicina, cosmética, para iluminar las casas y para uso sagrado.
OLIVO Y ACEITE: USO SAGRADO
En el templo de Hércules gaditano había un olivo al que se le daba culto y del que colgaban exvotos, por eso se le llamaba el árbol dorado, que sería, según algunos autores uno de los primeros olivos traídos por los fenicios.
Cotinusa ‘tierra abundante en acebuches’ es el nombre de la mayor de las antiguas islas gaditanas. En ella se encontraban el Templo de Hércules gaditano (actual isla de Sancti Petri) donde abundaban los olivares.
En Grecia se coronaba a los héroes con ramas de olivo en los juegos olímpicos. Los altares de las iglesias se consagraban con aceite de oliva. El aceite de aceitunas blancas eran usadas antiguamente para iluminar, dado que no producen humo.
Para los romanos el olivo era la eternidad, de ahí que haya olivos milenarios que no han sido arrancados. Gracias al comercio de aceite los hispanos alcanzaron fama y poder en el senado romano. Séneca por ejemplo tenía plantaciones de olivo desde Ecija a Jaén y tenia sus propios barcos. Su aceite era el que se vendía a las legiones occidentales.
El aceite bajaba el Rio desde Ecija hasta Gades donde se embarcaba hacia roma en naves olearias. El monte Testaccio de Roma conserva restos de ánforas de aceite de la Bética.
Los sumos sacerdotes judíos, además de ser expertos en la ley y los textos sagrados y ser escriba tenían además el rango de olearius, es decir aquel que preparaba el aceite para ungir a los sacerdotes el dia más sagrado, año nuevo, Yom Kippur. Su obligación además era tener preparado una vasija de aceite para ungir al mesías, que quiere decir el ungido, si llegaba. Igualmente la palabra Cristo, viene del griego y quiere decir el ungido.
El cristianismo aún usa los santos óleos para los momentos más sagrados, como la unción, el bautismo o la confirmación. Esta costumbre procede de Grecia donde se usaba el aceite de oliva para los rituales.
LAS ACEITUNAS BLANCAS, USADAS PARA ILUMINAR
En la Grecia del siglo VIII se usaban aceitunas blancas para la iluminación, ya que no producen humo. Su aceite se utilizó en rituales sagrados como el bautismo, la confirmación o la unción de enfermos.
Las aceitunas blancas no tienen pigmentos y no pueden realizar la fotosíntesis por lo que toman un color blanco marfil. La Leucocarpa es una antigua variedad de aceituna blanca encontrada en Italia y España. En Italia se les denomina Margherita o Bianca de Spagna y nacen verdes pero al madurar alcanzan el color blanco marfil.
En Andalucía se encuentran en el valle de los Pedroches, Córdoba, junto a la playa de Zahora, Cádiz. También las hay en Menorca, Alicante y Badajoz, donde se han fotografiado en su variedad silvestre, es decir, como acebuche.
LOS OLIVOS MÁS ANTIGUOS DEL MUNDO
Varios autores señalan que Al Badawi (El Grande) ubicado en Al Walaja a cinco kilómetros al este de Belén, Palestina, es el olivo más antiguo del mundo con entre 4,000 y 5,000 años de antiguedad, con un tronco que mide 25 metros y doce metros de alto.
Al-Badawi, era un imán sufí del siglo XIII que se sentaba a la sombra del árbol y aún hoy los sufíes realizan rituales en su sombra y hace poco se circuncidaba a los bebés y se distribuía comida a los pobres junto al olivo. También hay olivos de 4000 años en Creta, y otro de 2500 años en Cerdeña y otro de más de 5000 años en Líbano llamado «Los hermanos de Noé».
En Portugal tienen el olivo más viejo de la Península, de 3.350 años, en la localidad de Mouriscas cerca del Tajo. El Olivo del Mouchão está en perfecto estado y dá muchas aceitunas. En Menorca, ha encontrado olivos de 2.310 años.
La Universidad Politécnica de Madrid (UPM) determinó que ‘la Farga de Arion‘, en Ulldecona, tiene una edad estimada de 1.701 años y se habría plantado, por lo tanto, en el 314, en el mandato del emperador Constantino I (306-337 dC.). Es el olivo más viejo de España y está al lado de la Vía Augusta.
En Casabermeja Málaga, la Universidad de Córdoba ha datado con la prueba del Carbono 14, olivos de 1200 años, es decir fueron plantados en el 819. En Arroyo del Ojanco, Jaén, está el olivo de Fuentebuena con diez metros de alto 4,80 metros de perímetro en la base Su copa tiene 116 metros cuadrados y un diámetro de entre 11 y 13 metros. Es considerado el olivo más grande del mundo.