Sacra Musicae es el repertorio con el que Ministriles Hispalenses un grupo de expertos e investigadores rescata la música que sonaban tras nuestras imágenes en el XVI y XVII es decir en su época fundacional. Aunque muchos piensan que la «música de capilla» es la música más antigua de nuestra Semana santa lo cierto es que era la “música de ministriles” la que acompañaba a las hermandades de Marchena y así lo recogen las primitivas reglas del Cristo de san Pedro, o Soledad.
Para rescatar esta música Ministriles Hispalensis utiliza sacabuches, corneto, bajón, bajoncillo, chirimía, tambor destemplado y organetto además de una Escolanía de Sevilla y un cuerpo de “acólitos” acompañantes.
Ministriles Hispalensis, se ofrece a las hermandades para rescatar este primitivo repertorio de música procesional que ya ha recuperado la Vera Cruz de Jerez, cofradía más antigua de la ciudad fundada en 1.542. Este grupo se ofrece para dar a conocer y valorar la “música de ministriles” para los cultos y las estaciones de penitencia de las hermandades.
La cofradía del Santo Crucifijo o Cristo de San Pedro recoge en sus primeras reglas de 1556 que la música que lo acompañaba en su cortejo procesional en la madrugada del Jueves al Viernes Santo era música de ministriles y trompeta en su procesión y cultos, músicos que tenían una situación de privilegio en la hermandad pues no pagaban nada y a cambio tocaban gratis en las fiestas y procesiones.
En su capítulo veinticuatro qué trata «de cómo sean de rescibir los ministriles o trompetas» dice «ordenamos que si algún trompeta o ministril quisiera entrar en nuestra cofradía que lo reciban de balde con tal condición que sirva nuestra fiesta en su trompeta», y si faltaba se le ordenaba que pague una cuota que quedaría en depósito de la Cofradía.
En 1600 el Santo Entierro era portado por clérigos escoltado en los flancos por los armaos de etnia gitana que portaban lanzas y espadas y seguido por el palio de respeto con sacerdotes seguidos de frailes de las órdenes franciscanas y agustinos. Un grupo de ministriles acompañaban a la Soledad. Detrás de la Virgen, cruz parroquial y ciriales para abrir el tramo de caperos grupos de hasta cincuenta sacerdotes de la matriz de San Juan.
La regla de la Veracruz manda en sus reglas primitivas que la cofradía se ordene de la siguiente manera. «Que delante de la dicha processión vaia el nuestro maiordomo con la seña negra, y luego los demás cofrades por su orden e processión, entre dos de luz uno de sangre, con mucho concierto hasta el cabo donde irá el crucifijo grande con las lumbres que a los diputados pareciere que conuiene que vaian alumbrando. Y luego los cantores y tras de ellos irá la imajen de Nuestra Señora».
«Que vaia el Christo pequeño con seis hachas y más atrás que vaia por su orden vaia el Christo grande con doze achas. Y acabada nuestra processión, vaia la imajen de la Madre de Dios y que la alumbre ocho hachas y allí vaian sus cantores y que ninguno vaia vestido de negro en la dicha Cofradía sino con su túnica».
Igualmente la primitiva regla del Dulce Nombre manda «quel Domingo de Ramos de cada vn año se haga cabildo general. E para ello el muñidor llame e apellide a todos los hermanos para que se hallen presentes a el dicho cabildo. Ase de tratar en el dicho cabildo de la procesión del Jueues Sancto y la ora que a de salir y las yglesias que a de andar. Ase de tratar los cantores y clérigos que an de yr en la proçesión y la limosna que se les a de dar por ello».
Juan Polo era un ministril de la capilla musical de la iglesia de San Juan que vivia en la calle Alcalde Lebrón, viudo y con varios hijos en 1719, según el padrón de Marchena de ese año, conservado en el Archivo Historico municipal de Marchena. Aparece descrito con la palabra ministril, si bien es cierto que dicha palabra se usaba entonces como sinónimo de músico.