Así viven los últimos franciscanos de la Campiña, en el convento de Arahal

Dos frailes de los franciscanos de la Cruz Blanca regentan el convento del Rosario de Arahal, el último donde viven frailes franciscanos en toda la campiña sevilla, y uno de los pocos en Sevilla provincia junto a Espartinas y Estepa.

El fraile Alberto Chávez y seis personas más aprovechan el fin de semana para pintar el convento del Rosario de Arahal, con 400 años de historia, que quedó vacío en  2015 tras la marcha de las monjas dominicas.

Alberto Chaves, de  Llerena (Badajoz) se convirtió en fraile a los 33 años. Dejó su trabajo, su novia y se retiró a vivir con los frailes de la Cruz Blanca de Cáceres donde cuidaba a discapacitados. Junto con otro fraile de Badajoz son los útimos franciscanos que quedan en la Campiña sevillana.

Sólo en Marchena hubo cinco conventos franciscanos (San Francisco, Santa Clara, Capuchinos, Santa Eulalia y Concepción) de los que sólo queda el de La Concepción. Fruto del trabajo de estos frailes fue el nacimiento de las hermandades de la Veracruz y Humildad en Marchena, pero también la de Paradas, La Puebla y el resto de municipios. En el pasado tuvieron el favor de las grandes casas nobiliarias, pero hoy sobreviven como muchos conventos gracias a la llegada de monjas y frailes de Africa o Asia.

CRISIS, DROGA Y DESEMPLEO

Puntualmente ayudan a personas necesitadas. Dan comida a las personas que van de paso y que no tienen qué comer, también pueden lavarle la ropa, o buscarles ropa y calzado, siempre con la ayuda de sus voluntarios, hermandades y gente del pueblo.

Hace poco una persona de Arahal perdió su vivienda y estuvo conviviendo 15 días en la casa familiar de los franciscanos hasta que no encontró piso.  «Mientras tanto vivió con nosotros, pero tenemos que poner límite porque sino sería inviable».

Las necesidades más comunes detectadas en el Arahal son primero «los efectos de la crisis económica que sigue» y segundo y muy importante la droga. «Hay mucha droga sobre todo jóvenes de buena familia. La droga destruye a muy mucha buena gente».

APERTURA A LA COMARCA

Después de establecerse en Arahal hace tres años ahora se quieren abrir a los pueblos de la comarca, como Paradas, Marchena y Carmona.

Quieren convertir un antiguo convento de dominicas de 400 años, en un centro social. Para ello el edificio del convento del Rosario de Arahal, requiere una reforma en profundidad que será sufragado con su trabajo y los eventos especiales que organicen con la ayuda de voluntarios y de préstamos bancarios.

Es un edificio monumental y de grandes dimensiones, cuyo mantenimiento es su mayor gasto a dia de hoy. «Ahora mismo el edificio es lo que más come. Todos los días necesita alguna reforma» habla el fraile Alberto Chávez. Sobre su pecho cuelga una cruz blanca colgada con una cinta de cuero.

LA CRUZ BLANCA

«La Cruz Blanca simboliza una sábana para cuidar enfermos y no tiene cristo. Los cristos son los enfermos que nosotros ponemos en ella»explica Alberto Chaves. La orden fue fundada por Isidoro Lezcano, aunque su fraile más famoso es el Padre Patera que fundó un centro de acogida en Algeciras. «Probé con los fraile menores (OFM matriz de los franciscanos) pero no me llenó, y con la Cruz Blanca sentí que era mi casa y que este era mi sitio».

Hacen vida activa y juran pobreza, obediencia y castidad, como -todos los demás frailes-.  Además ellos juran ayudar a los necesitados por encima de su propia vida.  La cruz blanca se dedica de forma prioritaria a los pobres, marginados y discapacitados.

Creen en una iglesia que incluye y no excluye, por eso ayudan a personas sin preguntar de dónde son, ni de dónde vienen. «Ni si son católicos, musulmanes o hindúes. Hemos atendido a musulmanes, a creyentes y a no creyentes».

SABER MAS: En el próximo numero de Revista Saber Más (Marchena Secreta)